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"Yo no creo que sea un fútbol desleal?", empieza a argumentar el Patón Bauza, y el tema de la violencia con que se juega en las canchas argentinas lo conduce a una reflexión más abarcativa. "Hay imprudencia, pero tiene que ver con la velocidad con que se juega y sobre todo con la permisividad. Acá uno se tira con la plancha y a veces lo amonestan? En Europa no sólo te echan sino que te dan cinco o seis fechas. Para mí no es mala leche. El jugador mala leche tiene poca vida", sostiene.
-¿Cuánto tiene que ver la presión del ambiente?
-Mucho. Así está la sociedad, no sólo el fútbol. El exitismo es muy alto. Es un problema grave. Yo estuve casi ocho años fuera del país; cuando volví vi algo más agresivo. Por eso hay que tener cuidado con los mensajes, sobre todo las personas públicas. Se los digo a los jugadores. Que tengamos cuidado, que puede pasar cualquier cosa.
-¿Y su mujer (Maritza, ecuatoriana) se adaptó a esto?
-Tiene que adaptarse a la fuerza, ja. Lógicamente, extraña Quito. Pero se adaptó. Igualmente, me pide siempre "por favor, no pongas más noticieros". Que se deprime con que mataron a alguien, o un accidente, u otra cosa. A mí me asustan otras cosas. En mi ciudad me asusta el narcotráfico. Me dicen que "está en la zona Sur y en la zona Oeste". Sí, pero dentro de diez años, ¿dónde estará? En toda la ciudad. Me asusta que hijos de amigos míos vivan en una sociedad donde la droga parece algo normal. Es decir, al regresar, encontrarme con esto fue un golpe duro. Después, en lo político o lo económico siempre hay situaciones mejores que otras. Yo ya viví todo eso. Pero el grado de agresividad e inseguridad de hoy, no.
-¿Eso lo lleva a replanteos sobre su futuro?
-Es una decisión difícil. Tengo casa en Ecuador, tengo un hijo ecuatoriano. Pero aún tengo seis, siete años para trabajar. No sé adónde me llevará esta profesión. Y yo soy un enamorado de la Argentina. Sólo espero que todo eso se combata en serio, para que podamos vivir más tranquilos.
-Usted fue tentado por la selección de Ecuador, pero dijo que dejaba esos proyectos para 2016.
-Las ofertas de selección me llegaron a principios de año. Yo estaba trabajando, no podía decidir nada. Como desafío profesional me gustaría, sí, pero en un momento en que pueda hacerlo. En algún momento va a aparecer. Son cosas que llegan.
-¿La selección argentinaestá en esa lista para alguna vez?
-A cualquier técnico le gustaría dirigir a su selección. Pero al margen de que hoy hay un técnico amigo, al que uno le desea que le vaya bien, creo que estoy más cerca de otras. Y no hablo de capacidad sino de posibilidades.
-¿Qué habrá en su vida después del fútbol?
-A mi señora le prometí tantas cosas? Descansar un poco? Me veo ligado de alguna manera a ésto. ¿Desde qué lugar? Lejos del de dirigente. Sí, quizá, como manager, o en algún asesoramiento, ligado a lo futbolístico. Me creo con la capacidad suficiente como para diagnosticar bien. A lo mejor las soluciones no las encuentro, pero leo bien las situaciones. Dónde, tampoco lo sé. A Central me liga mucho más que el afecto. Le debo todo. Quién dice que el día de mañana pueda ayudarlo de alguna manera.
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