Copa Libertadores: los puntajes del Boca-River, con una figura que brilló a pura atajada
Boca y River empataron 2-2 en la Bombonera la primera final de la Copa Libertadores. Será el 24 de noviembre, en la revancha, cuando se definirá cuál de los dos equipos más grandes del fútbol argentino se consagra campeón. Aquí, el análisis individual de los jugadores que participaron en el superclásico.
Rossi, la figura de Boca y del partido
Esquema táctico: 4-1-4-1
Agustín Rossi (9): Los feroces aplausos de los hinchas indican cuán importante fue. En el primer tiempo sacó tres buenas pelotas: un tiro libre al ángulo de Gonzalo Martínez, un cabezazo esquinado de Borré y una volea, ya clásica, del Pity. En el gol de Pratto hizo todo lo posible por llegar, pero el remate fue exacto, al lado de su palo derecho. Y en el 2-2 poco pudo hacer ante la peinada de Izquierdoz, que lo dejó sin reflejos.
Leonardo Jara (5): fue de los más flojos del partido. El primer tiempo lo jugó decididamente mal, sufriendo los ataques de Martínez por ese lado. En el complemento atacó más, aunque las finalizaciones no fueron acertadas. En el final se fue reemplazado por lesión.
Carlos Izquierdoz (5): no pesó demasiado en el área propia a la hora de las pelotas paradas. Hizo buenos cruces, pero también se mostró a destiempo en otras, como en el primer gol: no llegó a interceptar el remate cruzado. Tuvo la desgracia de peinar la pelota a su propio arco y sentenciar el 2-2.
Lisandro Magallán (6): al igual que su compañero de zaga, tuvo buenas y malas. No sufrieron demasiado, pero perdieron mucho en los centros que cayeron en el área. Así y todo, mostró fiereza en cada duelo. Y por su velocidad para cubrir espacios, no sufrió deslices.
Lucas Olaza (5): respetó su rendimiento habitual, ya que estuvo firme y seguro cuando se posicionó detrás. En lo poco que atacó, no lo hizo con criterio. Tuvo un gran cierre en un mano a mano con Borré, casi adentro del área. Le costó mucho retroceder en algunos contragolpes riverplatenses.
Wilmar Barrios (6): el colombiano fue el mejor del centro del campo. Tiempista como acostumbra ser, recuperó varias pelotas y ganó otras tantas batallas. Vital para Boca, más allá de que River no lo agobió.
Sebastián Villa (5): su velocidad y potencia le trajo muchos problemas a River. Porque no solo se limitó a atacar por afuera: se movió mucho por adentro, aprovechando grandes espacios. Y lanzó un preciso tiro libre a la cabeza de Benedetto para el segundo gol. No obstante, la terminación de cada jugada individual no fue acertada. Y así, Boca no tuvo cartas desequilibrantes.
Nahitan Nández (5): el comienzo no fue bueno ya que deambuló permanentemente. Pero sobre el final del primer tiempo levantó su nivel y lo mantuvo: batalló y corrió mucho por lo bajo y lo alto, dándole al equipo otra dinámica.
Pablo Pérez (4): aislado de la responsabilidad de retroceder y marcar. Por momentos ayudó al equipo en la elaboración del juego, pero en la gran mayoría de momentos estuvo impreciso excesivamente. Los hinchas murmuraron con cada error.
Cristian Pavón (4): se mostró algo tímido por derecha, el lugar que ocupó. No desequlibró y salió lesionado a los 27 minutos de la primera etapa.
Ramón Ábila (7): su presencia fue fundamental, como a lo largo de la Copa, para molestar e incomodar a los centrales rivales. Convirtió el primer gol tras no dar la pelota por pérdida en el primer remate suyo, que sacó Armani. Se impuso en pelotas aéreas y así a Boca se le hizo más fácil el juego por abajo.
Ingresaron
Darío Benedetto (7): su ingreso significó un cambio de aire para Boca, que lejos de sufrir con el doble 9, mejoró en el juego con la dinámica del Pipa. Se colocó por detrás de Wanchope y empezó a hacer estragos. Hizo el gol que le faltaba: a River. De cabeza, con un movimiento de lujo, marcó el 2-1. En cada pelota que tocó, resolvió a la perfección.
Carlos Tevez y Julio Buffarini jugaron menos de media hora y, por ende, no reciben puntaje.
Armani, la figura de River que apareció a último momento
Esquema táctico: 5-3-2
Franco Armani (8): sufrió el poder de fuego de Boca. Algo flojo en el primer gol: dio un rebote largo y luego no pudo contener el remate potente de Ábila. En el 2-1 quedó sorprendido por el buen cabezazo de Benedetto. Aunque siempre termina apareciendo: en una atajada que puede ser importante y recordada por siempre, le ahogó el mano a mano a Benedetto, en lo que era el tercer gol de Boca sobre la hora.
Gonzalo Montiel (6): le vino bien la lesión de Pavón, que ya empezaba a inquietarlo con algunos desbordes. Sin tantos rivales en su sector, terminó de acomodarse en el partido. Se desenvolvió con firmeza y en varias ocasiones, sobre todo en el primer tiempo, sus escaladas hasta el área rival fueron peligrosas para Boca.
Lucas Martínez Quarta (5): la idea de Gallardo de introducirlo en una línea de 5 no dio la efectividad que planeaban y su titularidad dejó un hueco en el mediocampo que le permitió a Boca manejar el trámite durante gran parte del partido. En el área rival, ganó en tres ocasiones de cabeza: en la primera se perdió un gol increíble, en la segunda exigió a Rossi y la última se fue desviada.
Jonathan Maidana (5): alternó buenas y malas, ya que sufrió mucho con Wanchope y el ingreso de Benedetto lo confundió, no entendiendo a quién debía salir a marcar. Por su liderazgo y experiencia, terminó cerrando un correcto encuentro.
Javier Pinola (6): fue el más firme de la última linea. El buen nivel que atraviesa lo mantuvo en la Bombonera. Gracias a su velocidad se destacó en varios cruces y coberturas con los que evitó que River sufra de más.
Milton Casco (5): padeció parte del primer tiempo con el ritmo vertiginoso de Villa, pero ni las intenciones del colombiano ni las escaladas de Jara lograron debilitarlo.
Exequiel Palacios (5): no pudo imitar al Palacios del último superclásico, en el que fue figura. No le sentó bien que River repartiera la posesión. Con mucha gente atrás y menos en ofensiva, el chico se desprendió rápido de la pelota y mostró demasiada imprecisión.
Enzo Pérez (6): la responsabilidad de una vez más tener que reemplazar a Leonardo Ponzio fue cumplida con éxito. Inteligente para distribuir cuando River se adueñó de la pelota, pero pensante y tiempista para no perder la calma en aquellos minutos en los que Boca se impuso en la posesión.
Gonzalo Martínez (7): otro gran superclásico de Pity. Con apariciones constantes, fue de lo mejor del partido. Gestor de los dos goles de River. Pase filtrado para que Pratto durmiera a la defensa xeneize y centro punzante para que Izquierdoz hiciera el gol en contra. Y estuvo cerca de repetir esa volea con la que fue protagonista en los últimos dos clásicos jugados en la Bombonera, pero Rossi se lo impidió.
Rafaela Borré (4): movedizo constantemente, resultó molesto para la defensa rival. Sin embargo, no se las rebuscó para crear ocasiones y, en efecto, no pesó en ofensiva.
Lucas Pratto (7): con su potencia, atravesó a una defensa de Boca que estaba exaltada con el gol de Ábila y enseguida puso el 1-1: una definición cruzada y precisa al lado del palo derecho de Rossi. Combatió con Izquierdoz, al que incomodó constantemente: incluso estuvo ahí para perjudicarlo en el gol en contra.
Ingresaron
Ignacio Fernández (4): con su ingreso, River buscó tener más la pelota. Pero no influyó.
Bruno Zuculini y Juan Quintero jugaron menos de media hora y, por lo tanto, no tuvieron puntaje.
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