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RAFAELA, Santa Fe.- Atrás quedó la angustia de las dos derrotas consecutivas a pasos del título. Atlético Rafaela se consagró campeón del torneo Apertura de la primera B Nacional al derrotar en su estadio a San Martín, de Mendoza, por 2 a 0 y se aseguró cuatro posibilidades de ascender a primera división: si gana el Clausura subirá directamente; si no, jugará la final con el ganador del Clausura; si pierde, tendrá la definición con el ganador del octogonal, y si vuelve a fallar, disputará una plaza en primera por la Promoción.
Rafaela dirá que la tercera fue la vencida. No pudo celebrar contra Almagro, como local, ni ante Instituto, en Córdoba, cuando llevaba la diferencia suficiente para hacerlo. Pero ayer se dio el gran gusto. Por primera vez en la historia del fútbol de la provincia, un equipo que no tiene asiento en Santa Fe o Rosario accede a la posibilidad de convertirse en el quinto conjunto santafecino en primera.
El campeón sufrió un tiempo, en el que reaparecieron los fantasmas de las últimas fechas. San Martín lo complicó con poco, manejando bien los relevos en el medio e impidiendo que los más aptos en el juego corto de Rafaela tuvieran terreno para desequilibrar. Cristian Zárate y Daniel Díaz ocupaban mejor las posiciones que Hugo Barrientos y Federico García. Todo lo que podía intentar Rafaela terminaba muy lejos de Héctor Larroque, porque Gonzalo Del Bono insistía en recibir lejos del área o porque Rubén Forestello debía lidiar con dos o tres defensores y casi siempre sin poder ganar.
La virtud de Rafaela fue haberse despertado en el momento justo, cuando ya no había nada para destacar y hasta Argentinos Juniors ganaba en Entre Ríos. En ese cambio de actitud, mucho tuvo que ver el ingreso de Fabricio Sánchez Varela por Federico García. A los 20 minutos, cuatro después de ingresar en el campo de juego, Sánchez Varela estaba festejando el gol del campeonato. Fue de penal, por mano de Néstor Segovia. Y cuando los rafaelinos tenían más los oídos puestos en Concepción del Uruguay, el mismo Sánchez Varela se soltó para combinar con Rubén Forestello y éste llegar así a la segunda conquista.
Es cierto que lo de Rafaela no fue superlativo, pero alcanzó el objetivo. Todo lo que consiguió fue producto de la regularidad, precisamente en torneos donde casi nunca ese mérito se encuentra. Estuvo 14 fechas sin perder, con 10 triunfos y cuatro empates. Así lo reconocieron los protagonistas de este halago inigualable para la ciudad, que se transformó en una alegría desbordante por las avenida Santa Fe, Roca y Lehmann, incluso varias horas después del festejo en el mismo campo de juego.
"Se sufrió porque tenemos mucha juventud, pero fuimos los mejores", aseguró Oscar Cachín Blanco, técnico local y distinguido como el mejor entrenador de la B Nacional del año. Atlético Rafaela, "El celeste de barrio Alberdi", como se lo reconoce en la región, toca el cielo con la manos. Subió varios escalones con un solo envión; sólo le falta uno, el más glorioso.
El final estaba ahí nomás, pero 10 hinchas mendocinos invadieron la cancha en busca de camisetas de su club y los siguieron los hinchas de Rafaela. En conclusión: los jugadores fueron despojados de toda su vestimenta y no pudieron dar la vuelta como corresponde.
RAFAELA.- En esta ciudad donde la mayor pasión es el automovilismo, Atlético, el club más antiguo del interior en la B Nacional (ascendió en 1989), supo movilizar a la mayoría.
Fue fundado el 13 de enero de 1907 como Club Atlético Argentino de Rafaela; en 1914 comenzó a llamarse Atlético, denominación que se hizo oficial sólo el 1° de abril de 1988; su estadio tiene capacidad para 10.000 hinchas y se inauguró el 12 de octubre de 1954. Su presidente es, desde el 30 de abril último, el doctor Ricardo Tettamanti.



