Claudio Tapia debutó en la FIFA: qué le dijo Infantino sobre la situación de la AFA

El bautismo de fuego de Claudio Tapia en la FIFA fue a casi 10 mil kilómetros de Buenos Aires. Kigali, la capital de Ruanda, recibió a los integrantes del consejo de la FIFA , entre los cuales se cuenta el presidente de la AFA , ungido hace apenas una semana como representante del fútbol sudamericano en ese órgano, en lugar del uruguayo Wilmar Valdez. Infantino , de castellano fluido, conoce a Tapia de sus viajes a la Argentina. Más allá de la tirantez que la FIFA tuvo con la Argentina entre 2015 y 2016, la normalización democrática de la AFA hizo que las comunicaciones entre Zurich y Buenos Aires se aceitaran. Tanto, que el presidente de la FIFA y el de la AFA se fundieron en un abrazo cuando se anunció la llegada de Tapia al Consejo de FIFA.

Infantino, como Blatter , tiene un ojo especial para los números. Por eso el aumento en el dinero anual que cada asociación nacional recibe fue uno de los pilares de su campaña electoral. Y continuará siéndolo de cara a la (casi) segura reelección el año próximo. En este sentido, Infantino resaltó en privado el balance que presentará la AFA en los próximos días. En Suiza tienen los números del fútbol argentino, y elogian que mientras la economía argentina muestra números rojos, la AFA está en azul. Eso, precisamente, propició la felicitación del italiano a Tapia. En parte, la AFA cerró ese balance a favor gracias a los sponsors internacionales que pagan en dólares. Y, también, por el programa de desendeudamiento de los clubes encarado en 2017. Además, Infantino ve en el presidente de la AFA a un líder silencioso y de bajo perfil. Tapia dejó territorio africano con una sonrisa.

El desafío del debut no era fácil. La antesala de la reunión en Kigali hablaba de una votación que dejaría vencedores y vencidos. Sobre la mesa estaba la reestructuración del Mundial de Clubes, un torneo cuya explotación comercial (números, siempre números) la FIFA de Infantino quiere revolucionar. Y, también, la creación de una Liga de Naciones que se juegue en las fechas FIFA. En total, una oferta de 25 mil millones de dólares garantizados. ¿Inversores privados? ¿Países soberanos? Infantino jamás lo blanqueó, pero todos apuntan a un banco japonés (SoftBank) con capitales saudíes.

Una eventual votación hubiera puesto al fútbol europeo en la vereda de enfrente de Infantino, que se hizo famoso –justamente– como secretario general de la UEFA. Para evitar el conteo de votos y eventuales resquemores, el Consejo de la FIFA decidió postergar el debate para marzo del año próximo. Y crear un grupo de trabajo ("task-force") que se ocupe de discutir las ventajas y desventajas de los nuevos torneos. Más allá de la montaña de dinero, todavía no está claro si el Mundial de Clubes mantendrá su formato anual y restringido a un puñado de campeones continentales, o si se abrirá (como quiere Infantino) a 24 clubes divididos por zonas que competirán cada cuatro años y se clasificarán si ganan los torneos de sus confederaciones (Libertadores y Sudamericana, en el caso de la Conmebol).

La FIFA sí tomó una decisión a pedido de la Conmebol: la autorizó a disputar la Copa América cada cuatro años, y en años pares. Así, en 2019 será su última edición en años impares. Y luego volverá a jugarse en 2020 (en sede a designar), en 2024 y así sucesivamente. Compartirá año con la Eurocopa.