

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.
Cuando se supo que Daniel Díaz dejaría el club al no ser considerado por Guillermo y Gustavo Barros Schelotto, otra partida quedó establecida en simultáneo, pero solapada. Porque no se trataba del capitán del primer equipo, claro, del hombre al que Boca quería ver alzar su séptima Copa Libertadores, sino de su hijo, Tomás Daniel Díaz. Ese talento que acaparaba miradas por su juego cada sábado, primero en la zona Clasificatoria y después en la Campeonato de los torneos juveniles de AFA, emigró ahora a España, donde su futuro podría estar en el Atlético de Madrid.
En relación a la posible incorporación al club asentado a orillas del río Manzanares, desde las inferiores de Boca no dudan de las cualidades del juvenil de 15 años: "No es un jugador para probar, sino para fichar", destacan en relación a su acercamiento a la cantera colchonera.
Diferente de su padre, no solo por su cabello rubio, sino por ser zurdo y estar vinculado al juego ofensivo, hasta antes de su partida Tomás se desempeñaba en la octava división, dirigida por Gustavo Pinto, quien en diálogo con LA NACIÓN lo caracterizó como "un chico humilde y tímido", mientras que dentro de la cancha se mostraba "con muy buena técnica y destacado en el mano a mano, no por velocidad sino por habilidad".
El Chavo, parte de los planteles de Carlos Bianchi campeones de la Copa Libertadores 2001 y 2003, se refirió a un juvenil "muy inteligente y rápido para entender los conceptos, por eso adquirió muchas cosas en muy poco tiempo", motivo por el cual "la adaptación al juego le costó bastante menos que a otros chicos, pese a que él no venía con la base de los que ya estaban en el club".
Como suele ocurrir tantas veces en el fútbol juvenil, el hijo del Cata encontró su lugar en el equipo titular por la partida de un compañero que había decidido regresar a su provincia por extrañar a sus afectos. A veces más adelantado y otras más retrasado "se acomodó muy bien a jugar como extremo izquierdo cuando nos parábamos 4-3-3 y también se destacó con un recorrido más largo cuando el equipo se acomodaba con un 4-2-2 y él jugaba de volante", destacó Pinto.
El fútbol formativo español no es un terreno desconocido para "Catita". En el anterior ciclo de su padre en el Getafe primero pasó por un modesto club madrileño, el Rayo Majadahonda, y después por un gigante europeo, el Real Madrid. Aquella vez no había estado fichado por el club merengue, donde se desempeñó en la categoría alevín, y por eso ahora su futuro podría estar en su rival de la ciudad.
Con la ida del Cata, Boca vio alejarse a un jugador que supo todo lo que podía dar en casi 200 partidos en dos ciclos. Con la partida de Tomás perdió a una promesa que encendía ilusiones cada fin de semana en las divisiones inferiores.