Ali bin al Hussein: “Soy el único candidato que no necesita un abogado”

A los 40 años, el príncipe jordano Ali bin al Hussein enfrenta el reto de su vida. Hace menos de un año, en Zurich, sorprendió al mundo al llevar al todopoderoso presidente de la FIFA, Joseph Blatter, a la segunda vuelta de las elecciones. Ahora, con Blatter renunciado y suspendido, Bin Hussein asegura que es candidato apropiado para sacar al fútbol mundial de la crisis de corrupción y credibilidad en la que está inmerso. Dice que es el único candidato que no necesita un abogado y aboga por la transparencia: "No podemos tener una organización secreta manejando el deporte más popular del mundo".

-Si fuera médico, ¿cuál sería su diagnóstico sobre la FIFA?

-El problema de la FIFA debe ser tratado apropiadamente. A veces, el remedio no es lindo al principio, pero es bueno para la salud. Hay mucho que hacer en poco tiempo. Creo que esta vez es preciso acertar. Soy el único que hace esto por el amor al deporte. Tenía dos opciones. Fui electo por Asia para el Comité Ejecutivo de la FIFA, para hacer un cambio. Pero era muy difícil. Me llamaban "el rebelde del grupo". Percibí que tenía dos opciones: renunciar o luchar por la presidencia.

-¿Por qué era difícil?

-Por la cultura. Tenemos que poner a la FIFA en el siglo XXI. Hablamos sobre transparencia como si fuese un eslogan. Pero es una necesidad. No debe haber nada escondido. Hay que hacerlo para recuperar la confianza. Se trata de la entidad que gobierna el deporte más popular del mundo. Es una vergüenza que estemos en esta situación. Es preciso que tengamos un presidente que asuma la responsabilidad total por la organización.

-¿Los cambios actuales hubieran ocurrido si el FBI no hubiese intervenido?

-Es una situación emblemática que tengamos al FBI y a las autoridades suizas interviniendo. Por eso, es una responsabilidad de todas las asociaciones elegir al candidato adecuado.

La gente sabe todo. La información está allí. No podemos tener a una organización secreta al mando del deporte más popular del mundo. No funciona

-¿Qué es más difícil: competir contra Blatter o contra los cuatro rivales de ahora?

-Estoy compitiendo por el fútbol. Siempre tuve esta mentalidad y por eso competí contra Blatter cuando nadie quería. Quiero continuar esa misión y luchar por el fútbol.

-¿Qué cambió en relación al primer período electoral?

-La situación actual es muy diferente. Alrededor del mundo, las asociaciones están sintiendo la presión. Vi que la mayoría quiere cambiar. Quieren sentirse orgullosas de ser parte de la FIFA. Trabajar y desarrollar el fútbol. Yo estoy muy feliz y confiado con el apoyo que tengo. No me baso en una región u otra, sino en el fútbol alrededor del mundo.

-Dice que luchaba en el comité ejecutivo. Pero cuando tuvo la chance de la segunda vuelta contra Blatter, desistió. ¿Por qué?

-En aquella elección conseguí un buen número de apoyos. No fue una sorpresa. Para ser honesto, incluso esperaba más. El presidente Blatter dijo en ese momento que había presiones por culpa de mi relación con Estados Unidos. Eso asustó a algunos, y creo que perdí votos. Obviamente, yo no sabía lo que estaba pasando. Pero así funciona la política. Tenemos que sacar a la política del fútbol.

-Todavía queda mucha política adentro…

-Quiero transformar la FIFA en una organización de servicio para el fútbol, en la que coloquemos como prioridades a las asociaciones, los clubes y los jugadores. Hay que hacerlo y confío en que este sea el deseo de las asociaciones.

-¿Es ésta una crisis que se veía venir?

-Era natural que esto pasara. Podíamos ver que esta organización dejaba de lado los temas de corrupción. Y la manera en que el deporte era gobernado no era compatible con el día y la era que estábamos viviendo. La gente sabe todo. La información está allí. No podemos tener a una organización secreta al mando del deporte más popular del mundo. No funciona.

-Compartió el comité ejecutivo con personas como Leoz, Grondona y Teixeira. Si usted les hablaba de transparencia, ¿qué le decían ellos?

-No puedo hablar por ellos, pero puedo contar una historia. Algunos de ellos me preguntaron cuándo la FIFA iba a estar por el camino correcto. Yo les dije que esto ocurriría cuando nadie supiese quién era el presidente. ¡Les agarró un ataque al corazón! Cuando hablamos del presidente, hablamos de problemas. Y tenemos que librarnos de ellos. Las personas, mis hijos y todo el mundo, quieren hablar de los equipos, de los jugadores, del desarrollo del fútbol. Eso es lo que importa.

-¿El anonimato es bueno entonces?

-No, no es anonimato. Es no tener idea de que hay alguien por encima. Hay que servir al juego, proveerles a los jugadores las mejores condiciones para practicar el deporte.

-¿Qué clase de candidato es usted?

-En tiempos de crisis, en la situación que estamos pasando ahora, ¿qué clase de presidente quieren? ¿Uno que está tejiendo acuerdos o uno independiente que está ahí para servir al juego?

-¿Cree que alguno de los cinco postulantes se bajará?

-No voy a especular sobre nadie. Estoy focalizado en mi campaña. Tengo la certeza de que soy el mejor candidato, debido a mi trayectoria, al hecho de que vengo de una nación cuyo fútbol está en pleno desarrollo. Quiero recuperar la reputación de la FIFA.

-¿Se siente intimidado, presionado?

-No me intimido. Vengo de una parte complicada del mundo. Mi formación se especializó en gerenciamiento de crisis. Eso es necesario ahora. Nada me intimida. Voy a luchar por el fútbol. Creo que soy el único candidato que no necesita un abogado.

-¿Se siente un poco responsable por la crisis?

-Algunos me dijeron que desde que llegué a la FIFA, las cosas empeoraron. Entonces, quizá yo sea responsable por la crisis (risas).

-Hace más de un año que está en campaña. ¿No es demasiado tiempo?

-En la FIFA perdimos un año. Muchas cosas podrían ser diferentes de lo que son ahora. Quiero que eso termine y que la FIFA vuelva a sus bases. Ocurrieron muchas cosas desde la elección. El presidente renunció cuatro días después. Podríamos estar trabajando por el fútbol, en un estadio mucho mejor. Pero no vamos a mirar al pasado.

-¿Cómo fue aquella mañana en que la policía suiza apareció en el hotel de Zurich?

-Mi teléfono sonó mucho. Yo intentaba dormir un poco. Las personas son responsables por sus actos. Pero no quiero mirar al pasado. Quiero mirar hacia un futuro brillante de la organización.

"No hay persona en el mundo más honesta que Maradona"

La amistad entre el príncipe Alí y Diego Maradona lleva a pensar que el ex capitán de la selección argentina podría trabajar para el jordano en caso de que el próximo viernes éste sea elegido presidente de la FIFA. "Hablo con él frecuentemente", dice Alí. Y agrega: "Es un amigo, una leyenda, alguien a quien respeto. A veces la gente se preocupa por lo que dice, pero no hay persona en el mundo más honesta que Maradona". Sobre la colaboración mutua en la FIFA, Alí es cauto: "Me gustaría que Diego estuviese al servicio del fútbol, que fuera un embajador del juego, pero no voy a decir nada sobre este tipo de cosas".

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