Errores y sensación de inseguridad
La última línea de Racing dio enormes ventajas, que Tigre aprovechó para llevarse el triunfo.
Por Emmanuel Dobarro
Para LA NACION
La defensa de Racing fue pareja en el espanto. Entre los tres defensores y el arquero se encargaron, solitos, de que Tigre les generara dolores de cabeza las veces que intentó cruzar la mitad de la cancha. La zaga jamás dio seguridad al equipo dirigido por Miguel Ángel Russo, y sus integrantes fueron protagonistas de los dos goles en contra. En el primero, ni Marcos Cáceres ni el carrilero -lateral Iván Pillud alcanzaron a cerrar a Mariano Pernía. En el segundo, el arquero paraguayo Roberto Fernández no salió a buscar la pelota en el córner y Denis Stracqualursi les ganó en simultáneo a tres marcadores, Cáceres entre ellos.
El fallido combo defensivo de Racing se completó con la quinta amarilla que recibió Matías Martínez y con la expulsión (roja directa) de Lucas Licht, por protestar. De esta manera, el ex jugador de Gimnasia compromete su presencia en el clásico de Avellaneda ante Independiente, que se jugará dentro de dos semanas.
A los nerviosos defensores de la Academia sólo los salvó del papelón la escasa voluntad ofensiva que mostró Tigre. El equipo de Victoria, que se plantó en Avellaneda con las líneas bien juntas para salir de contraataque, rara vez tuvo la posesión de la pelota en el campo del local. Aunque cuando lo hizo, aprovechó todas y cada una de las grietas que dejó la Academia en su retaguardia. Prueba de ello fue el primer gol, gestado en la única jugada elaborada que pudo tejer Tigre.
En las últimas tres fechas, la defensa de la Academia recibió siete goles. El promedio, superior a los dos tantos por partido, conspira contra las intenciones del equipo de pelear en la zona alta de la tabla de posiciones. El incidente durante la semana entre el colombiano Teófilo Gutiérrez y el tercer arquero, Mauro Dobler, no hace sino poner de manifiesto algunas crisis de nervios que suelen aparecer cuando los resultados no son los esperados.
Roberto Fernández, quien reemplazó a Jorge De Olivera (ni siquiera integró el banco de suplentes) y volvió al arco tras 22 fechas, tampoco pudo contagiar al resto de sus compañeros la seguridad que Racing extraña y necesita. Lo intentó mediante varios gritos a los zagueros, pero las veces que fue exigido no irradió garantías. Y se equivocó en el córner al no salir de la línea del arco y permitir que Stracqualursi cabeceara al gol. A juzgar por lo ocurrido ante Tigre, el problema defensivo de Racing no estaba en De Olivera.
Nerviosos, faltos de distancia, apresurados, desprolijos en la marca y con marcadas desatenciones, los defensores de Racing tuvieron un partido para olvidar rápidamente. Y eso que estaban todos los que habían faltado frente a Lanús, en la fecha pasada. Si alguno podía pensar que la Academia recibió cuatro goles (perdió 4 a 1) porque no jugaron ni Martínez (aquejado por un problema estomacal) ni Cáceres (jugó amistosos con su seleccionado), sus actuaciones demostraron que no son más que Lucas Aveldaño y Nicolás Sainz, quienes participaron en la derrota frente al conjunto granate.
Si en la mitad de la cancha el juego de Racing supo ser alabado por la mayoría, su tarea en defensa deja mucho que desear. Por eso, cuando la pólvora de los delanteros se seca y el rival se dedica a esperar el error, Racing suele equivocarse. Esa inseguridad explica, en parte, las últimas derrotas, que de golpe lo alejaron de la lucha por el título.
- Sin Martínez, Litch ni Fariña; vuelve Toranzo
Miguel Ángel Russo tendrá que remendar el equipo de Racing para enfrentar a Huracán el próximo sábado, en Parque Patricios. Fueron expulsados Licht y Fariña, y Martínez llegó a la quinta tarjeta amarilla. La buena noticia es que Patricio Toranzo pagó su sanción y estará disponible.
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