El Torneo 2021: River atacó y también sufrió, empató con Estudiantes 1-1 y Marcelo Gallardo no pudo igualar un récord de Labruna

Hubo intensidad, pero también ataques y situaciones en los dos arcos. River, líder del Torneo 2021, empató 1-1 con Estudiantes en La Plata, por la fecha 19, y más allá del freno en La Plata, dio otro paso de cara al ansiado título local. Lo pudo ganar, por un Julián Álvarez que se mantiene encendido, pero también lo pudo perder: Franco Armani fue una de las figuras de la noche, respondió con atajadas clave. El equipo de Ricardo Zielisnki puso incómodo al de Gallardo con tenacidad pero también con juego y en las atajadas de Armani se explica un poco la igualdad final.

De arranque nomás, Gallardo tuvo que modificar su plan inicial, ya que en el calentamiento previo se lesionó Paulo Díaz: sintió una molestia en el aductor derecho. Por ese motivo, comenzó como titular Felipe Peña en la dupla central con David Martínez. El entrenador millonario se quedó en la puerta de igualar un récord en poder de Angel Labruna hace 46 años.

El Estudiantes de Zielinski salió a jugar como se preveía, con un esquema 5-4-1, con Leandro Díaz como único delantero. Más allá de eso, el local buscó defender en bloque pero esperar “oportunidades”, presiones en superioridad numérica que podían continuarse con ataques directos. Así fue que tras un lateral, Fernando Zuqui se filtró y probó a Armani con un remate desde afuera del área.

Lo mejor del partido

En esa primera línea de presión, con el doble 5 compuesto por Zuqui y Ayala, le generó incomodidades a River, al punto que Enzo Fernández cometió una falta y se vio condicionado tempranamente con una amonestación. En el Pincha, la estrategia fue hacerle sentir de entrada el rigor físico a River, trabando y recuperando con lealtad pero también con intensidad. Y atacarlo.

Una chance muy clara la encontró a los 8 minutos en tres toques. Saque de Andújar hacia la izquierda, desborde y centro atrás de Del Prete y anticipo de Leo Godoy que salvó en gran reacción Armani. Si el 1 millonario venía sacando una pelota complicada por encuentro de esas que “ganan partidos”, ya había llenado ese casillero demasiado temprano en La Plata. Ese ida y vuelta frenético inicial se frenó a los diez con el homenaje que se realizó en todas las canchas del fútbol argentino a Diego Maradona, que este sábado habría cumplido 61 años.

Un freno para homenajear a Maradona

River supo que Estudiantes le iba a ceder la posesión (el visitante la tuvo un 77%), no se la iba a disputar en la salida. Entonces, salvo los dos centrales y Enzo Pérez, el resto en el líder del torneo intentó volcarse en campo rival.

Descompuesto en un 3-3-3-1, eso fue: Peña, Enzo Pérez y Martínez; laterales subidos al mismo tiempo para darle amplitud al ataque (Rojas y Casco en la línea con Enzo Fernández); Simón, Palavecino y Rollheiser tratando de generar superioridad numérica en los carriles centrales y Julián Álvarez como 9, aunque con libertades para moverse por todo el frente de ataque.

Pero River también se mostró veloz para las transiciones. El vertical Simón rompió líneas y envió un centro que finalizó en un remate de Palavecino que controló Andújar. En la primera media hora, Estudiantes se había mostrado más punzante, sobre todo porque los laterales Godoy y Aguirregaray no se quedaron defendiendo en la línea de 5: cada vez que pudieron, pasaron a campo rival y buscaron asociarse con Manuel Castro y Del Prete, respectivamente.

En situaciones de gol, Estudiantes se impuso 9 a 7

Las búsquedas más repetidas del líder fueron con remates desde afuera del área: dos de Palavecino, otro de Enzo Fernández y el último de Julián Álvarez (Andújar lo desvió) en los primeros 30 minutos. Así como Armani fue figura en River, Andújar también aportó atajadas decisivas.

Estudiantes volvió a mostrarse peligroso con otro avance en tres toques antes de los 40 minutos de la primera etapa: quite de Leo Godoy (una de las figuras) ante Palavecino, apertura para Del Prete (le ganó la espalda a Rojas) y pelotazo cruzado y con ventaja para dejar a Leandro Díaz mano a mano con Armani. Otro corte salvador del arquero millonario por su lectura de juego y anticiparse a las decisiones del rival.

Pero River tuvo la última palabra sobre el final del primer tiempo. Robert Rojas, el especialista, volvió a convertir de cabeza. Puso el 1-0 con un frentazo tras un córner ejecutado desde la izquierda por Palavecino. Su envío diestro cayó cerrado sobre el segundo palo y el zaguero paraguayo hizo lo que más sabe: cabecear al gol.

En el arranque del segundo tiempo, el entrenador de River repitió un cambio que viene haciendo en los últimos partidos: Braian Romero por Rollheiser, que no había tenido mucha participación en los primeros 45 minutos.

Pero el que sorprendió fue Estudiantes con un gran pase de Del Prete para la definición por el centro de Leandro Díaz. Iban sólo 6 minutos y el local le sacó rédito a una pifia de Enzo Pérez, que intentó rechazar con zurda y terminó metiendo la pelota en el corazón del ataque del equipo de Zielinski.

La igualdad envalentonó a Estudiantes y enseguida tuvo la posibilidad de convertir el segundo con un cabezazo de Rogel tras un centro de Aguirregaray que despejó Armani en otra gran atajada. Si el fútbol es un estado de ánimo, acto seguido se vio reflejado con una volea de Leandro Díaz que se fue cerca del palo izquierdo de Armani. El duelo, entre uno y otro, se multiplicó, fue vibrante: a los 28 minutos, se vio otra atajada de Armani en un mano a mano ante Díaz, que picó a la espalda de Martínez y remató cruzado.

Con el ingreso de Braian Romero, Alvarez (se mantuvo como el más peligroso) se volcó sobre la derecha: un desborde desde ese sector -y entre tres rivales-, generó un centro atrás que no fue capitalizado por Romero: tras una pifia, el remate del ex Defensa y Justicia se fue a las nubes.

Gallardo continuó con las modificaciones: Bruno Zuculini por Simón y Angileri por Rojas, corriéndose Casco como lateral derecho. La búsqueda de River parecía focalizarse con la amplitud y los centros.

El conjunto millonario, dirigido por Marcelo Gallardo, lleva ahora 13 partidos invicto (venía de ocho victorias consecutivas), cifra que consiguió tras quedar eliminado de la Copa Libertadores frente a Mineiro. El equipo pincharrata, diseñado por Ricardo Zielinski, un entrenador que históricamente complicó a River, acumula en cambio (ahora) 7 fechas sin triunfos, en las que sumó 5 puntos sobre 21. Sin embargo, los dos equipos tienen motivos para irse satisfechos.

El trago amargo para Gallardo fue que se quedó en la puerta de igualar el récord del equipo de Ángel Labruna en 1975, cuando cortó una racha de casi 18 años sin salir campeón: tuvo allí una secuencia de nueve éxitos consecutivos. El River del Muñeco frenó en 8. De todas maneras, su andar sólido a nivel global como equipo le sigue dando buenas sensaciones, aun cuando no puede ganar.

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