Racing ganaba en Mendoza, pero se suspendió por incidentes en las tribunas
Los hinchas de Godoy Cruz interrumpieron el encuentro a los 25 minutos del primer tiempo; "No paran de tirar piedras", explicó el árbitro Germán Delfino; con un polémico penal, Milito había abierto el marcador
MENDOZA.- La violencia no da tregua, aunque en Mendoza la estadística de incidentes y partidos suspendidos ya sorprende. ¿Por qué Godoy Cruz aparece siempre como protagonista? Hace años que, se trate de un partido de mucha o poca convocatoria, algo sucede. Ayer no fue la excepción. Y un nuevo enfrentamiento entre los hinchas del Tomba y la policía, generado luego de que los simpatizantes no pararan de arrojar proyectiles al campo de juego, finalizó con la suspensión del encuentro ante Racing, a los 25 minutos del primer tiempo.
La raíz del problema está en una larga historia de vínculos entre los barras, la dirigencia del club y los políticos. Y el jefe de la barra de Godoy Cruz, Daniel El Rengo Aguilera, busca poder para acceder a la presidencia del club.
Los barras extorsionaron y, ante el pedido no cumplido, generaron incidentes para suspender el partido. Un día antes, cuando estos "hinchas" hicieron un banderazo, pidieron hablar con Gabriel Heinze. Pero el DT se negó. A partir de allí, los barras le lanzaron el ultimátum al presidente José Mansur: "O echás a Heinze o mañana te paramos el partido".
Ayer el clima estuvo enrarecido desde temprano. Y faltando una hora para el partido, se oyeron muchos disparos durante varios minutos. La policía montada iba a la carga y la gente corría para todos lados. La lluvia de proyectiles que se dio durante el encuentro fue con materiales de mampostería sacados luego de destrozar los baños. A diferencia de otros partidos disputados en esta localidad, ayer no hubo "hinchas neutrales". Y los tombinos se empezaron a retirar ante las primeras agresiones.
El Rengo Aguilera no es un personaje desconocido en Godoy Cruz ni para la policía ni para la Justicia. Es el jefe de la barra desde hace más de una década, junto con su hermano mayor Diego, apodado "el Asesino". Aguilera se hizo conocido en agosto de 2006, cuando la parcialidad más violenta de la hinchada cumplió una promesa que había dejado trascender en la semana: suspender el primer partido que disputaban como local en el estadio Malvinas Argentinas, tras el ascenso. Y ese cotejo con Arsenal terminó en un caos. Los barras adujeron que la dirigencia no cumplió con su pedido de dinero (unos 40 mil pesos mensuales) más entradas y viajes para cuando Godoy Cruz jugara de visitante. Por eso provocaron la reacción de la hinchada. En los últimos años, la Justicia comprobó mediante escuchas telefónicas que Aguilera mantenía estrechos vínculos con la policía, la dirigencia del club y funcionarios de la gestión de Julio Cobos, cuando gobernaba la provincia. Se ordenó su detención, también por abuso de armas y extorsión, pero fue sobreseído en la causa.
Mansur, presidente de Godoy Cruz, ayer dijo: "La gente de la platea fue a reclamar por la actualidad del equipo, es resultadista. No fue porque el técnico tenga o no el carnet habilitante". Y Heinze comentó: "Voy a seguir conduciendo técnicamente a Godoy Cruz. Estos hechos son dolorosos, pero no harán que tome la decisión de irme. Fue algo inesperado, pero yo no respondo a los hinchas puntualmente, sino a la institución que me contrató".
El partido. Al minuto de juego, el referí Germán Delfino había sancionado un polémico penal a favor de Racing, que generó la protesta de todos los futbolistas de Godoy Cruz. El capitán Diego Milito lo ejecutó y abrió el marcador para los visitantes. Luego, el encuentro dejó poco material para el análisis deportivo. La violencia volvió a ganar.
El gol de Milito
jp/ae
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