La burbuja de Boca en Ezeiza: los testeos, los amistosos, las gestiones por Edwin Cardona y la mirada en el arranque de la Copa Libertadores

La planificación de Boca para tratar de tener su plantel a punto no se detiene. Son varias las cuestiones que deben atender. Cuidar la salud de sus futbolistas y evitar contagios por Covid, la intención de generar un lugar seguro para tener controlados a los jugadores, la idea de organizar algunos amistosos contra rivales que tengan recaudos similares a los del plantel de Miguel Angel Russo, poner el equipo a punto para el arranque de la Copa Libertadores, y monitorear el regreso de Gonzalo Maroni y el posible desembarco del colombiano Edwin Cardona.

En Ezeiza, los futbolistas siguen trabajando en grupos de seis integrantes. Siempre bajo a atenta mirada del técnico xeneize. Algunos de los integrantes del Consejo de Fútbol también están cerca del predio, aunque ahora están más pendientes de los nuevos testeos que se le realicen a los jugadores, ya que la intención es que, si todos dan negativo de coronavirus, concentrarlos en un hotel que ya reservó el club para generar un contexto similar a la de una burbuja. Eso siempre con la intención de sumar nuevos trabajos de cara al arranque de la Copa Libertadores programado para el 17 de septiembre.

Si bien en Boca confían en que podría posponerse ese debut, Russo traza estrategias para que sus jugadores estén en condiciones para la fecha original. Y una de las ideas es poder jugar algunos amistosos. Para eso necesita la aprobación de la AFA y del Ministerio de Salud. Ya que los rivales que Boca tendría aplicarían medidas similares. En el caso de Defensa y Justicia, la intención es concentrar al plantel en el predio de Bosques, que tiene el equipo de Florencio Varela. Mientras que Tigre, el otro posible amistoso para los xeneizes, podría generar una burbuja en el predio Mapuches de Pilar.

En medio de tantas planificaciones, el Consejo de Fútbol, con Juan Román Riquelme a la cabeza, no deja de trabajar por sumar futbolistas al equipo. Si bien Gonzalo Maroni regresa al club tras su préstamo por Sampdoria y está en los planes de Russo, en Boca miran con muy buenos ojos la posible llegada de Edwin Cardona. Desde enero que el colombiano está en la carpeta de Riquelme, sin embargo, en ese entonces el costo para la operación era de unos 1.200.000 de dólares, mientras que ahora, tras quedar marginado de Tijuana, las condiciones serían diferentes y podría desembarcar en la Ribera por una cifra cercana a los 400.000 dólares en préstamo por 18 meses. Si bien está cerca, en Boca prefieren ser cautelosos, porque hace unos meses también Cardona estuvo cerca, pero existieron algunas diferencias que quebraron las gestiones.

Más allá de estas cuestiones de refuerzos, la idea del entrenador de Boca es concentrarse en la puesta a punto del equipo para viajar a Paraguay, para el duelo con Libertad. Y allí, es cuando comienzan las complicaciones. En el cuerpo técnico entienden que recién a comienzos de septiembre podrían hacer trabajos tácticos con un posible equipo y que por esos días podrían recibir una autorización para hacer un amistoso. Lo que implica que el ritmo del equipo sería realmente poco respecto a rivales que comenzaron a trabajar desde hacer varias semanas: Libertad (10 de junio), Independiente Medellín (15 de julio), Caracas (24 de junio).

La idea es poder tener al grupo libre de contagios hasta el 24 de agosto, ya que esta es la fecha que Boca reservó para poder concentrar a sus jugadores en el hotel de Ezeiza. Si bien la AFA le otorgó testeos serológicos, la intención del cuerpo médico del club es realizar nuevos controles de PCR. Por el momento, sólo Agustín Almendra dio positivo de Covid-19, en Boca están muy atentos a los movimientos de sus futbolistas para evitar perder más piezas en esta puesta a punto.

Una tarea compleja, de mucho trabajo, de alta atención y con una infinidad de medidas para cumplir con los protocolos. En Boca no quieren dejar ningún detalle librado al azar. Saben que poder cumplir con el objetivo de conquistar la Libertadores depende de ajustar los detalles, incorporar correctamente y reducir los riesgos. En ese camino van los xeneizes.