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De la tribuna Grana Sur del austero estadio La Condomina, de Murcia, baja el grito: "¡Pancho, Pancho, heeee...!" Tímido, un muchacho rubión levanta los brazos en el campo de juego. Con el mismo perfil bajo con el que llegó a Racing y fue campeón luego de 35 años de oscuridad deportiva, Francisco Maciel se sumó al Real Murcia, de la segunda división de España, que el último domingo consiguió el ascenso a primera luego de 14 tempora- das. Y se convirtió en la figura de la defensa menos vencida de las primeras tres ligas de ese país.
El desfile festivo sobre un ómnibus descapotable por La Circular, la plaza principal de la ciudad, lo emocionó: "Esto es una locura y un orgullo –confiesa–, a pesar de que el logro no tiene punto de comparación con el de Racing. Si bien durante el campeonato la gente de Murcia mucho no nos acompañó, en la plaza aparecieron todos (unos 20.000 hinchas). Mi primer objetivo ya está; ahora quiero pegar el salto a un equipo grande de Europa". Oportunidades no le faltarán: Pancho se convirtió en la figurita de moda de la segunda división española y Udinese, Parma, Sevilla, Valencia y hasta Real Madrid se interesaron en él. Jorge Valdano, director deportivo del conjunto merengue, lo reconoció.
"Me encontré con un mundo que de chico lo veía más como un hobby que una profesión. Empecé a jugar al fútbol para ver cómo era, me gustó y acá estoy", dice Maciel, en una comunicación telefónica con LA NACION, desde el barrio privado donde vive, a diez kilómetros del centro de Murcia. "Es una ciudad bastante grande, con unos 400.000 habitantes; la vida es tranquila. Tengo una cancha de golf enfrente de mi casa, donde fui varias veces a tirar algunas pelotitas con Silvina (con quien se casará el 12 de julio próximo) y con Diego Quintana (uno de los argentinos que actúan en Murcia, además de José Luis Acciari)."
Maciel, de 25 años, confiesa su sorpresa con algunas particularidades del torneo. "Esperaba realmente más; hay equipos que no juegan a nada, directamente le pegan para arriba y son muy resultadistas. Decís: ¿Cómo puede jugar así? ¡Una vergüenza! Fuimos a enfrentar a Eibar y me dijeron: Ese partido es dificilísimo, firmamos un empate. Y yo dije chau..., es el Manchester (se ríe). Empezó el partido, sacaban de mitad de cancha, la pasaban para atrás y pum... Todas al 9, todas igual."
El yugoslavo Mijatovic, el colombiano Congo y los argentinos Amato, Duré y Bruno Marioni son los futbolistas que Maciel destaca de la categoría. "El juego es muy fuerte; encima, antes de los partidos riegan los campos y, en general, el césped es muy corto."
Si bien no debió superar traumas de adaptación ("Los hinchas me aman", reconoce, orgulloso), luego de los entrenamientos Pancho se cuelga horas en Internet, buscando el bálsamo familiar a la distancia. "Sigo todas las noticias; tengo contacto por mail con Chiche Arano, el Pelado Vitali, Diego Milito... Arano me cargaba por la suerte que tengo; ahora ascendés a los gallegos, me decía. Y tiene razón, algo de suerte tengo, aunque a la fortuna hay que acompañarla; hice muchos sacrificios para estar acá. Llegué a Racing sin ser nadie, me gané un lugarcito y terminé jugando todos los partidos en el título. En España igual: llegué para salvarme del descenso y acá estoy."
La polifuncionalidad es una de sus virtudes. "Llegar a la selección es el sueño de mi vida y, quizás, estando en Europa tenga más posibilidades. Sé que Bielsa observa a todos y eso me deja tranquilo. Ojalá pueda seguir en el buen nivel de esta última temporada y le llame la atención a Bielsa."


