Moyano, a tono con una jornada de contrapuntos y mensajes

Custodiado a unos metros por el Patón Basile, el boxeador gigante de los mil tatuajes que supo ser patrocinado en sus combates por Camioneros, y con su hijo Pablo Moyano hablando con allegados en la sede de Independiente, Hugo Moyano se puso a tono con el cabaret que en las últimas horas se instaló en el fútbol argentino alrededor de la continuidad o no de Edgardo Bauza al frente del seleccionado. Y lejos de los requerimientos mínimos que se esperan de quien ocupa tamaños cargos (presidente de Independiente y ahora vicepresidente segundo de la nueva AFA), por ejemplo, la cordura, Moyano se puso los guantes de boxeo y salió como escudero de su yerno, Claudio Chiqui Tapia.

"Quiero transmitir algo", arrancó. Y enseguida, aceleró: "Vamos a demostrarles a aquellos ignorantes, a esas cucarachas, a aquellos incapaces mentales, a aquellos que creen que están por encima de un laburante, y empiezan a dar opiniones porque un simple barrendero hoy es presidente de la AFA. Eso es una demostración de todos los que opinan, que muestran una desidia por los trabajadores. Pareciera que los trabajadores no pueden llegar a ocupar cargos que tienen responsabilidad, como la de estar en la AFA". Y comparó a la AFA con su club: "Estamos convencidos de que lo que está pasando en Independiente, va a pasar en la AFA. Vamos a ordenarla de tal manera que va a tener la seriedad que merece el fútbol argentino. Vamos a demostrar que los trabajadores somos capaces de esto y de muchas cosas más", concluyó Moyano.

Ganador de las elecciones en Independiente en julio de 2014, club que al día de hoy registra un pasivo de 139 millones de pesos, Moyano, más allá de la curiosa aplicación del término "desidia" (NdR: negligencia, falta de cuidado y de interés), estrenó su nuevo cargo con mensajes distantes con la reflexión y la reconstrucción.ß