Perú-Argentina: la historia del delantero Gianluca Lapadula, que nació en Italia, no pisó Lima en 30 años y fue nacionalizado peruano por un presidente destituido
En medio del drama institucional y social que vive el país, muchos peruanos no pierden el sentido del humor. En las redes sociales se hizo viral un sarcasmo que tiene por protagonista al centro-delantero Gianluca Lapadula, que seguramente será titular ante la Argentina y que con 30 años pisó por primera vez Perú, tras haber nacido en Turín y nacionalizarse en los últimos meses en un trámite exprés. La ocurrencia lo pone al futbolista de Benevento comentando en su regreso a Italia la pregunta de cómo la pasó en sus primeros 10 días en su país por adopción: "Pues hubo un golpe de estado, marchas todos los días por las calles, violencia policial, incertidumbre y tres presidentes".
Queda por ver si a esta hipotética observación le puede añadir el relato de una gran actuación frente a la Argentina en el partido que se disputará este martes en Lima, por la cuarta fecha de las eliminatorias. Lapadula debutó en la última media hora en la derrota por 2-0 ante Chile. Dejó una buena sensación, un mayor aporte que Raúl Ruidíaz, que suma 17 partidos sin convertir y desperdició la mejor ocasión ante Claudio Bravo. El cambio se cae de maduro para enfrentar al equipo de Lionel Scaloni. Cuando a Ricardo Gareca le preguntaron por qué no le había dado más minutos a Lapadula, el Tigre respondió: "Porque Lapadula no conoce a nadie acá. Creemos que era importante darle un poco de tiempo de adaptación".
Estamos resolviendo si Lapadula será titular contra Argentina. Él está con muchas ganas, tiene chances. Nos puso muy contentos que haya pedido jugar para Perú
La integración del delantero tampoco pudo ser inmediata desde lo idiomático. No domina ampliamente el español, se expresa en cocoliche. Su mamá, Blanca Vargas, oriunda de Paramonga (departamento de Lima), emigró de Perú a Italia en 1988, escapando de la crisis económica del primer gobierno de Alan García. Se casó con Gianfranco Lapadula y la crianza de Gianluca siempre fue en la lengua paterna. El destierro de Blanca recién se interrumpió ahora, cuando volvió por primera vez a Perú para acompañar a su hijo.
Las necesidades mutuas cruzan los caminos de Perú y Lapadula, luego de una historia de desencuentros. Gareca, que sufre las bajas de los lesionados Paolo Guerrero y la "Foquita" Jefferson Farfán, había intentado convencer a Lapadula de representar a Perú en 2016, cuando había convertido 30 goles en el ascenso de Pescara y Milan lo contrató en 9 millones de euros (hoy, su valor de mercado es de 5 millones, según Transfermarkt). El Flaco se tomó un avión y viajó hasta Italia con un traductor para tener una charla personal, en un encuentro del que se trajo la negativa. Por entonces, la ilusión de Lapadula era vestir la Azzurra de Italia, camiseta con la que en 2017 –convocado por el entrenador Gian Piero Ventura- convirtió un hat-trick en un 8-0 a San Marino en un amistoso. Pero después no tuvo más oportunidades.
A Gareca no le gustó aquel rechazo, consideró que era un caso cerrado. Pero las conveniencias de ambos lados obligaron recientemente a tomar posturas más pragmáticas y a olvidar algunas sentencias, como la del director de los seleccionados nacionales, Juan Carlos Oblitas: "A la selección, Lapadula no va a llegar por un tatuaje, sino por su DNI peruano". La referencia del dirigente era a la enorme figura que tiene grabada en su hombro y antebrazo izquierdos. Hace cinco semanas subió la foto a su cuenta de Instagram: "Mis orígenes, la mitad de mi corazón, la mitad de mi sangre! #perú".
Ante las críticas y burlas que recibió en las redes sociales porque la imagen se parece más a un piel roja que a un motivo incaico, Lapadula aclaró en una entrevista con Sky Sports: "Está inspirado en la festividad del Señor de la Soledad de Paramonga, donde se usan símbolos incas. Entre ellos, la bandera del Tahuantinsuyo y tocados con plumas. Este es el motivo de mi representación. Hoy conozco mucho mejor mis raíces, soy mucho más consciente y estoy orgulloso de la sangre peruana que está dentro de mí".
El análisis de la media hora que jugó ante Chile
La rápida nacionalización que obtuvo el delantero, que en esta temporada convirtió tres goles en siete fechas para Benevento, no fue por un pedido de Gareca o de la Federación Peruana de Fútbol. La iniciativa surgió del destituido presidente Martín Vizcarra, en una de las tantas maniobras mediáticas para distraer a la atención pública de las denuncias por corrupción que le costaron el cargo. Solo por la intervención gubernamental se aceleraron los plazos de un trámite que fuentes de los consulados califican de "largo y tedioso". Un funcionario del consulado peruano en Italia fue hasta el domicilio de Lapadula, completaron el acta, colocó sus huellas dactilares y la mandaron por valija diplomática a Perú.
La veo bien posicionada a la Argentina. Si no ganó en el último partido fue por el planteo de Paraguay. Que nosotros necesitemos los tres puntos no significa que vayamos a desprotegernos
Con un punto en tres fechas, Perú no desdeña ninguna contribución que lo ayude a participar por segunda vez en dos mundiales consecutivos, como ocurrió en 1978 y 1982, con la generación dorada de Teófilo Cubillas, José Velázquez, Julio César Uribe y Oblitas. De los cuatro tantos en estas eliminatorias, tres los convirtió André Carrillo.
Lapadula recibió su DNI y pasaporte peruano a la llegada al aeropuerto limeño Jorge Chávez, donde los aficionados que lo reconocieron lo saludaron ("¡Estás en tu casa!") y también le cargaron una responsabilidad ("¡Buenas Lapadula. A hacer goles!"). En la concentración de La Videna, Nolberto Solano, asistente técnico de Gareca y con varios años en el fútbol británico, le transmite en inglés lo que no llega a comprender en español. En inglés cumplió Lapadula con el ritual de cantar y bailar al que se someten los convocados por primera vez al plantel. En la concentración, entonó estrofas de "My way", de Frank Sinatra.
"Un delantero muy normal, le fue bien en equipos chicos, pero no funcionó en Milan porque no tiene suficiente técnica", apunta desde Italia un periodista del diario La Repubblica. Pasó por 11 clubes italianos de tres categorías, más una temporada en el Gorica de Eslovenia. Suma 106 goles en 230 partidos, Gareca le confió la camiseta N° 9 que es de Paolo Guerrero. Si lo dejan solo en una esquina cualquiera de Lima, seguramente Lapadula no va saber regresar al lugar de salida. Esa es una preocupación secundaria para él y el pueblo futbolero de Perú. Con que no se pierda en la cancha y encuentre los caminos al gol, habrá cumplido con la misión deportiva de un país.
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