Preocupado por la lesión, Mora apeló a un último recurso: visitó a un curandero en Uruguay

Rodrigo Mora regresó ayer a Buenos Aires después de haber estado unos días en su Uruguay natal. Allí se dejó ver rodeado de sus seres queridos, golpeado anímicamente por la lesión que sufre en la cadera y que le impedirá jugar al menos durante lo que resta del campeonato local justo cuando se había afianzado como el suplente perfecto para Marcelo Gallardo . El uruguayo se moviliza con muletas y deberá seguir usándolas hasta dentro de no menos de tres semanas porque siente dolor en la zona afectada, al punto de que en las últimas horas visitó a un curandero de su confianza en Uruguay que ya lo había tratado por molestias en ese mismo lugar. En la intimidad del plantel y del cuerpo técnico de River están preocupados por la situación, porque se trata de una parte del cuerpo por demás sensible para el desempeño de los futbolistas y porque aún no tienen certezas sobre la gravedad de la lesión. “En breve comenzará con trabajos de kinesiología y de natación. Queremos ver si se le desinflama la cadera y cómo va su evolución. Y después lo complementaremos con estudios”, afirmó a LA NACION una fuente del cuerpo médico de River. En tanto, Mora le dijo ayer a este medio en el Monumental, con el tono de voz bajo de quien necesita respaldo afectivo: “Ojalá que pueda salir pronto de esto porque lo que más deseo es estar adentro de una cancha”.

El parte médico oficial indica que Mora sufre una sinovitis de cadera derecha, pero no especifica cuál será el tiempo que tendrá de recuperación. El lunes, casi sobre la medianoche, luego de la victoria 3 a 0 que River consiguió en La Plata ante Gimnasia, Gallardo confirmó que Mora no podrá jugar ninguno de los partidos que quedan del campeonato argentino, cuya finalización está prevista para el 25 de junio. El Muñeco no profundizó al respecto, pero la realidad es que hoy es imposible determinar cuándo podrá volver a jugar. “Con los trabajos de kinesiología y los estudios, lo primero que queremos determinar es si Rodrigo tendrá que ser operado o si no hace falta que sea intervenido quirúrgicamente”, le dijo a a LA NACION otra fuente cercana al técnico de River.

En el club de Núñez reinan la cautela y el hermetismo cada vez que se intenta hurgar sobre el caso Mora. Un poco por la responsabilidad profesional de los médicos y otro por la incertidumbre que genera el tema. Que no se trata de algo sencillo queda en evidencia al repasar los testimonios públicos de algunos futbolistas de River, del propio Gallardo y también de un excompañero del uruguayo como Emanuel Mammana , quien el martes finalizó una entrevista con el canal TyC Sports con un cálido mensaje de apoyo a Mora. Después de anotar sus goles ante Gimnasia, Sebastián Driussi y Carlos Auzqui levantaron ante las cámaras de televisión siete dedos de sus manos a modo de saludo para Mora, que usa ese número de camiseta. En la rueda de prensa posterior al partido, Gallardo expresó con gesto atribulado: “Estamos manejando el tema de Rodrigo con mucha cautela. Hay consultas médicas para hacer por el tratamiento porque tiene una lesión que lo marginará del tiempo que nos queda de competencia y veremos cómo se resuelve”.

En efecto, es muy posible que River ordena una interconsulta médica con especialistas en lesiones de cadera para evaluar los pasos a seguir. En los pasillos del Monumental no son pocos los que en las últimas horas recordaban la operación de cadera a la que tuvo que ser sometido en 2003 el defensor paraguayo Celso Ayala, quien al poco tiempo de ello se vio obligado a dejar la actividad profesional porque seguía sintiendo fuertes dolores en la zona. “Ojalá que el Rodrigo sea un caso distinto al de Ayala”, agregó otra de las fuentes consultadas. Por lo pronto, ayer Mora recibió el calor de sus compañeros al regresar al Monumental, donde se entrenó el plantel para el partido de esta noche ante Deportivo Independiente de Medellín, por la Copa Libertadores, y también mantuvo charlas con Jorge Bombicino, el kinesiólogo del plantel, y con Pedro Hansing, el médico.

Rescatado por Gallardo cuando asumió en River a mediados de 2014 luego del exilio al que lo confinó Ramón Díaz en la Universidad de Chile, Mora es –junto a Jonatan Maidana , Leonardo Ponzio y el repatriado Ariel Rojas - uno de los sobrevivientes del equipo que en diciembre de ese año ganó la Copa Sudamericana, el primero de los cinco títulos internacionales obtenidos por el equipo durante el ciclo del Muñeco.

En julio de 2016, Gallardo decidió darle la titularidad a Sebastián Driussi , quien se convirtió en el acompañante de Lucas Alario en la delantera, lo que hizo Mora se convirtiera en suplente del equipo. Y este año, después de una pretemporada en Orlando que él mismo definió en su momento como “muy buena” pese a que sabía que la dupla titular de Gallardo iba a ser Driussi-Alario, comenzó a afianzarse de a poco como el suplente perfecto para el Muñeco. Cada vez que le tocó saltar desde el banco, aportó goles o asistencias. En la victoria ante Godoy Cruz, el 2 de abril en Mendoza, volvió a anotar un gol oficial luego de exactamente un año. Y luego también convirtió en los triunfos frente a Tigre, en Victoria, y ante Emelec, en el Monumental, por la Libertadores. También le dio dos asistencias a Alario en lo que va del año: una en la victoria ante Temperley, en Núñez, y la otra frente a Emelec, en Ecuador. En el año jugó once partidos, de los cuales fue titular en seis e ingresó desde el banco en los cinco restantes. Al día siguiente del Superclásico en la Bombonera, donde jugó los últimos 26 minutos en reemplazo de Gonzalo Martínez, no pudo entrenarse por los dolores que sentía en la cadera. Ahora, en River todos suplican que se trate de una desventura pasajera.