River, campeón de la Messi Cup con un chico con más goles que partidos jugados
En Miami, el Sub 16 del Millonario festejó con la actuación consagratoria de un delantero
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Mientras Marcelo Gallardo piensa cómo armará el plantel para afrontar el año que viene y tiene en sus planes fortalecer la delantera para no padecer la anemia ofensiva que sufrió durante los últimos meses, en las divisiones inferiores de River hay un adolescente que a largo plazo despierta un enorme entusiasmo entre los hinchas. A fuerza de goles, muchos de ellos con definiciones de enorme categoría, propias de un atacante experimentado, Bruno Cabral se hizo conocido públicamente por su voracidad en la Messi Cup, el certamen Sub 16 que recientemente tuvo como campeón al Millonario en el estadio de Inter Miami, luego de imponerse 2 a 0 sobre Atlético de Madrid.
Con siete conquistas en cinco partidos, Cabral fue el máximo artillero del torneo juvenil que tuvo a Messi como testigo de varios encuentros, antes de que viajara a la India para participar de diferentes eventos. Además de quedarse para siempre una foto con la gran estrella del fútbol mundial, el número 9 de River fue elegido como el mejor jugador de la competencia y cerró un año espectacular a nivel personal.
Campeón de la Octava, en la que cumplió un papel determinante porque aportó 34 tantos y se convirtió en el futbolista que más veces anotó entre las seis categorías que componen la órbita de la AFA, Cabral también brilló con la Sub 15 de Argentina en Paraguay. Allí no pudo obtener el título de la Liga Evolución organizada por la Conmebol porque el representativo nacional perdió la final por penales contra Brasil, luego de igualar 2 a 2. Sin embargo, su desempeño resultó destacado, producto de diez goles: dos en el duelo decisivo y previamente un doblete ante Uruguay, un grito frente a Paraguay, dos contra Chile y un hat-trick a Bolivia.
Semejante números no pasaron inadvertidos para los cazatalentos europeos en los Estados Unidos, un motivo que inevitablemente causa un llamado de atención para River. Es que Cabral no tiene contrato profesional, ni tampoco puede firmarlo por ahora. Recién estará en condiciones de celebrar su primer vínculo laboral el 16 de agosto de 2026, cuando cumpla los 16 años de edad, el mínimo exigido. Una situación así ocurrió con Franco Mastantuono, cuya rúbrica ocurrió apenas terminó de pedir los tres deseos.
Nacido en Lomas de Zamora, Cabral se incorporó a River en 2023. Luego de superar una prueba, le solicitó el pase a Camioneros, el club de Hugo Moyano que posee sus instalaciones en Esteban Echeverría, y se sumó a la Prenovena de la institución de Núñez.
River, campeón de la Messi Cup
Consciente de que estaba ante una gran posibilidad, el delantero se comprometió al máximo con la chance que le propusieron a fines de 2022. Mientras disfrutaba por el título que la selección logró en Qatar, Cabral soñaba con vestir la banda roja. “En las vacaciones me entrené a pleno para estar en forma. Sabía que era mi gran oportunidad y que la 2010 de River era una categoría poderosa. Me pusieron de 9, tuve la suerte de andar bien y en la misma semana me ficharon en la AFA. Fue un día inolvidable para mí y toda mi familia, que son fanáticos de River. Ahora disfruto día a día de lo que es jugar acá”, le contó a la web oficial.
Implacable en el área rival, Cabral no se limita únicamente a tener el arco entre ceja y ceja. Sabe asociarse a los mediocampistas, contribuye en el circuito de juego y es capaz de aguantar la pelota, un hecho que sucedió reiteradamente en el desenlace de la Messi Cup, cuando River quedó con uno menos desde los dos minutos del segundo tiempo por la expulsión de Valentín Sayago, responsable de asistirlo en el primer gol.
A través de sus remates precisos con el botín derecho, Cabral fue la figura excluyente del conjunto dirigido por Martín Pellegrino, un hombre de 46 años que no tuvo el privilegio de defender los colores de River, pero que pasó por Deportivo Riestra, Excursionistas, General Lamadrid, Barracas Central y Dock Sud, entre otros equipos del ascenso. El delantero hizo un gol de penal en el 2-2 del debut en el grupo B frente al Barcelona, el martes pasado. Al día siguiente descansó de la titularidad en la caída por 2-1 contra Manchester City, y regresó al once inicial con tres goles para vencer 5-1 a Inter de Milán, el jueves. La tarde del sábado lo tuvo como autor del 3-1 definitivo sobre Chelsea y en la final apareció en su esplendor para resolver la historia en un lapso de dos minutos.
Lejos de tratarse simplemente de un año extraordinario, Cabral ya había exhibido su capacidad goleadora en 2024, cuando también dio la vuelta olímpica con la categoría 2010, en ese momento con Javier Claut en la dirección técnica tras haber iniciado la campaña al mando de Cristian Viola. Colaboró con 25 tantos, entre ellos uno para superar a Boca, tal como ocurrió en 2025.
Hijo de Marcial y Jésica, Cabral dio sus primeros pasos futbolísticos en distintas entidades de barrios. Empezó en Los Leones de Lomas de Zamora, y antes de integrar el semillero de Camioneros actuó en Fortín de Rivarola, Juncal FC y Parque Chas. Además de aprender de los entrenadores que conoció durante su desarrollo en la niñez, el joven observa en detalle a un campeón del mundo: “Miro mucho a Julián Álvarez. Es completo y trato de reflejarme en él”.
Aunque la habilidad de Felipe López, el número 10, y el despliegue de Sayago, cuyo hermano mayor jugó en el primer equipo de Independiente, fueron puntos altos del equipo, Cabral fue el principal exponente de River en la Messi Cup. Sus goles le dieron una especie de salto a la fama. El objetivo de River será mantenerlo con los pies sobre la tierra y cuidarlo no sólo para que su evolución continúe por el camino adecuado, sino también para evitar que alguna potencia del viejo continente aproveche que no puede contar con un contrato y busque seducir a sus padres mediante una oferta económica disfrazada de propuesta laboral para emigrar al exterior, que signifique el atajo denominado históricamente como Patria Potestad y que hoy legalmente se llama “Responsabilidad parental”.
Más allá de que el asunto en cuestión puede generar inquietudes, Cabral de ninguna manera tiene la cabeza la intención de irse del país, sino que pretende triunfar con la camiseta que ama. “Quiero disfrutar, tuve un año muy lindo. Estoy trabajando para llegar a Primera. Después quiero ganar la Libertadores y ser campeón del mundo”, manifestó al ser consultado por sus sueños en rueda de prensa, minutos después de festejar en el Chase Stadium, el hogar futbolístico de Messi.
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