

Encontrá resultados de fútbol en vivo, los próximos partidos, las tablas de posiciones, y todas las estadísticas de los principales torneos del mundo.

El desenlace fue el menos esperado. No porque lo que sucedió se tratara de algo descabellado o porque nadie se podía imaginar que el final estaba tan cerca. Nada de eso. El clima complicado que vive Racing permitía advertir que el proyecto de Reinaldo Merlo ya tenía fecha de vencimiento. Otro resultado negativo iba a ser el desencadenante. Pero no resistió y todo culminó en un verdadero escándalo. Con acusaciones gravísimas de Mostaza hacia Fernando De Tomasso, el presidente de Blanquicelete SA, y el despido inmediato del DT tras estos controvertidos dichos (ver página 4).
"Esto lo hice por Racing, para que se termine el engaño, para que la gente sepa que esto siempre fue un engaño y porque quiero que Racing vuelva a ser un grande." Estas fueron las últimas palabras que se le escucharon decir a Merlo, ya dentro del vestuario, y tras la llamada de Miguel Rosello, el gerente del departamento de fútbol de la empresa gerenciadora, en la que le comunicó a René Daulte, el ayudante del campo de Mostaza, que estaban despedidos. Antes Rosello, de mala relación con el DT, había intentado comunicarse con el entrenador, pero no tuvo éxito.
Pero quienes piensan que esta relación se quebró en los últimos tiempos y que ayer empujó a Merlo a decir, "De Tomasso se reunió con los jugadores buscando apoyo para echarme" , deben saber que, en realidad, los cortocircuitos comenzaron un mes y medio después de la vuelta de Merlo al club, en mayo de 2006. El segundo capítulo del "Paso a Paso" , se produjo cuando Fernando Marín le vendió a Fernando De Tomasso las acciones de Blanquiceleste SA.
A fines de junio se produjo el primer choque. La promesa del gerenciador de que Racing sea el tercer equipo grande de la Argentina, entusiasmó a todos, incluso, al propio técnico. Se esperaba la llegada de varios refuerzos y a dos días de viajar a la pretemporada, en Mar del Plata, apenas se había incorporado un jugador. Por tal motivo se reunieron y la discusión fue tan fuerte que la pretemporada se retrasó un par de días.
Después llegaron las críticas de Mostaza en el regreso de la pretemporada porque el ómnibus de Flecha Bus tenía problemas en sus sistemas de refrigeración. Y unos días más tarde, otro importante cambio de opiniones entre el DT y De Tomasso, ya que Merlo pretendía la llegada de un delantero más y el gerenciador minimizó el tema: "Debe haber sido una humorada de Mostaza".
Estos cruces públicos desgastaron más la relación, pero para calmar los ánimos eligieron las cámaras para abrazarse y dar muestras de unidad ficticia.
El fastidio de Mostaza nació a partir de que De Tomasso le había prometido la conformación de un plantel altamente competitivo y después le acercó jugadores que no estaban dentro del gusto del entrenador. El DT se resignó y públicamente asumió una responsabilidad, que al parecer, no le correspondía: "Los jugadores que llegaron a Racing los pedí yo".
El conflicto más importante se desató en enero último cuando los jugadores amenazaron con no viajar a la pretemporada por el incumplimiento en el pago de tres cuotas de las primas. Además, Blanquiceleste SA, mantenía una deuda de cuatro meses de sueldo con el cuerpo técnico. Que este conflicto tomara estado público molestó mucho a la empresa gerenciadora. Por eso, a varios futbolistas les llamaron la atención, ya que ellos firmaron por contrato el compromiso de no hablar mal de la empresa, y con el DT las discusiones fueron muy elevadas.
Y el quiebre final, empujado por los resultados negativos, se produjo hace dos semanas, cuando los jugadores y el cuerpo técnico se encontraron con que en los cajeros automáticos no estaban depositados sus sueldos; en el caso de los futbolistas, por segundo mes consecutivo, y el cuerpo técnico se encontró con el tercer mes de mora. Esto derivó en una charla entre el plantel y De Tomasso, el jueves 12 del actual, en Santa Fe, donde Racing empató con Colón 1-1. Allí, el gerenciador se comprometió a saldar parte del atraso en el día ayer, en Avellaneda. Incluso, en su página web informó que se cumplió con lo pactado.
Pero que el miércoles último se conociera públicamente el conflicto hizo explotar todo. El gerenciador se presentó en la práctica y habló con los futbolistas y no cruzó ni una sola palabra con Mostaza Merlo. De allí surgieron las declaraciones en las que Merlo acusó a De Tomasso de conspirar en su contra.
Y ayer, cuando parecía que se podía mantener la calma, tras una charla entre De Tomasso y Merlo, antes de los duros dichos de Mostaza, la noticia de una supuesta visita de la barra brava a la casa del entrenador, que finalmente nunca se efectuó, aumentó el malestar.
Un final tormentoso. Un desenlace que se esperaba en el corto plazo, pero que, de ninguna manera, se imaginaba en un escenario como el de ayer: Mostaza Merlo hablando de conspiraciones y falta de compromiso y Blanquiceleste SA echándolo del club.


