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El fútbol del ascenso sigue con sus frecuentes incidentes. Esta vez hubo violencia en dos cotejos de la 14a. fecha de primera B.
En el Oeste, Morón goleó a Almirante Brown 3 a 0 en uno de los clásicos de la zona. Claro que fuera de los límites de la cancha, justamente por la rivalidad que viene de otro tiempo, hubo más de un sofocón con el enfrentamiento de las dos hinchadas.
La policía disparó balas de goma, hubo piedras arrojadas entre los hinchas y trompadas; asimismo, varios detenidos. Los desórdenes ocurrieron en las tribunas y se supo que, después del cotejo, hubo corridas por las calles aledañas y varios automóviles dañados, a una cuadra de la cancha de Morón. Intervinieron 450 efectivos, hubo un policía herido y dos hinchas; uno quedó internado en el Instituto del Diagnóstico de Haedo, en observación.
En Lomas de Zamora, antes del cotejo que Los Andes le ganó por 1 a 0 a All Boys, también hubo bastante violencia. Con los equipos en la cancha, un grupo de hinchas del equipo de Floresta rompió una reja y robó tres banderas del conjunto adversario. Los hinchas de Los Andes reaccionaron y se sucedieron las agresiones; intercambiaron piedras y trompadas. Al rato, la policía los separó con disparos de balas de goma.
Todo sucedió mientras los jugadores estaban en la cancha. El juez Mario Prieto, enterado de los incidentes, envió a los futbolistas al vestuario, por lo que el cotejo corrió riesgos de suspenderse.
Sin embargo, Néstor Turnes, el encargado del operativo de seguridad, de la comisaría N° 1, le dio garantías de que se jugase. Y luego de 35 minutos de demora, comenzó.
No hubo detenidos y un hincha de All Boys fue hospitalizado, con heridas leves.

