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La saltadora Yelena Isinbayeva, que hoy fue nombrada la atleta del año junto con el etíope Kenenisa Bekele, sigue sumando méritos y es otra de las grandes deportistas rusas de la elite mundial.
Aunque esta chica es perfecta, dicen los especialistas que lo suyo podría ser superior. Según explican, su carrera es corta y no lo suficientemente rápida.
Isinbayeva, de 23 años, se convirtió en la primera mujer en sobrepasar los cinco metros en salto con garrocha, estableciendo el récord mundial en 5,01m tras ganar el título del planeta en Helsinki.
Para explicarlo mejor. Sergei Bubka tomaba 78 metros de carrera y en los últimos 10 tenía la misma velocidad que Carl Lewis lanzado. Ella toma menos de la mitad, y soluciona todo (y de qué manera) con su tremenda fuerza de brazos y una técnica que no tiene igual. Pero para ser sinceros, ¿a alguien le importa eso ahora?
Isinbayeva llegó a su récord mundial número 18 y todavía está lejos de los 36 que tiene Bubka, con quien habla a menudo sobre sus saltos. De él habrá aprendido eso de ir subiendo de a poco. Cuando se convirtió en la primera mujer del mundo en superar los cinco metros, dijo: "La hazaña deportiva es más importante para mí que el dinero". Sin embargo, ya contó que en los entrenamientos superó los 5,10 metros.
Su historia. Porque ella así lo desea, se sabe muy poco de su vida. A los 14 años, cuando practicaba gimnasia artística, ya medía 1,70m y una de sus entrenadoras le sugirió que fuera pensando en otra cosa. Pero sólo a los 16 se pasó al salto con garrocha. Y fue campeona mundial juvenil, luego junior, y después empezó este ascenso, que no tiene límites. "Puede llegar con tranquilidad a 5,20m", dijo su coach Trofimov. Hace unos días dijo que está de novia con un muchacho que practica el mismo deporte que ella, pero no quiso dar su nombre.
Es para la IAAF una piedra preciosa invaluable, porque garantiza en cada participación un récord del mundo. Su sola presencia es pura emoción. Y eso atrae gente y sponsors. Es la chica del momento. Todos quieren tenerla cerca, porque como ya pasó con Bubka, es casi imposible creer que habrá otra igual.
El corredor etíope Kenenisa Bekele también fue nombrado nuevamente el atleta del año por la Federación Internacional de Asociaciones de Atletismo.
Con 23 años, el etíope retuvo su corona mundial de los 10.000 metros planos en Helsinki, tras ganar el campeonato mundial de campo traviesa en corta y larga distancia por cuarto año consecutivo. Además batió su propio récord mundial de 10.000 metros por cerca de tres segundos.




