Llegó la hora de Camerlinckx

TORONTO.- A los 26 años, y tras vivir muchas frustraciones con llamados a los Pumas que no se concretaron durante un paréntesis prolongado (entre 1990 y 1996, salvo la convocatoria de apuro para el primer test con Escocia en 1994), parece haber llegado la hora de Pablo Camerlinckx, aquel capitán de los Pumitas campeones en Troia; este jugador mucho más hombre e imprescindible para el plantel argentino, que se encuentra en la antesala de su segunda actuación en el Panamericano (mañana, a las 19, en Hamilton, ante Uruguay). Su irrupción en el rugby superior fue acelerada, casi sin transiciones. De entrenarse con la cuarta división de Regatas (su club, su casa), en 1988 saltó a la primera. Tenía, apenas, 17 años...

-¿Podemos afirmar que estás atravesando tu mejor momento? -Sí, ahora estoy bien. Creo que mi debut en los Pumas, en el Sudamericano de 1989, fue apresurado, yo no estaba maduro y quizá por defender mis principios hubo gente que no supo interpretar mis posturas. Hoy me siento más seguro y quedé, de repente, como uno de los más experimentados de este seleccionado.

-¿Qué te falta como jugador?

-Nunca logré estar 100 puntos físicamente, y para hacerlo en este nivel tenés la obligación de estar preparado lo mejor posible. El otro defecto, por llamarlo de alguna manera, es acomodar mi juego al seleccionado.

En Regatas soy una especie de punta de lanza, pero acá, en los Pumas, José Luis (por Imhoff) nos pide que ni yo ni el Yankee Martin cumplamos esa función de ariete, sino que aparezcamos en la jugada en una segunda instancia, que la tercera línea sea un nexo permanente.

-Hablemos de este Panamericano y del partido con los Estados Unidos.

-Nos tocó jugar con un equipo nuevo, con los conductores (Lobrauco y Quesada ) que hacían su primera experiencia en el seleccionado y nos encontramos con un rival muy duro en lo físico y, también, malintencionado (tackles altos, golpes sin pelota, el piñazo que le pegaron a Nacho Fernández Lobbe; algo parecido a los franceses).

Arrancamos bien, pero perdimos el orden, dividimos muchas pelotas. Es cierto que este torneo sirve para afianzar el juego del equipo, pero en el fondo todos vinimos a ganar el Panamericano.

-Se supone que contra Uruguay se va a dar un partido totalmente distinto.

-Va a depender de nosotros. Necesitamos tener el ciento por ciento de las pelotas que nosotros pongamos en juego en lines y scrums. Y así darle dinámica a nuestro juego. Hay que llevar la pelota más allá del segundo centro.

-¿Y contra Canadá?

-Puede ser un partido más duro o, mejor dicho, más difícil.

-¿Metas, objetivos?

-Además de salir campeón alguna vez con mi club antes de que se acaben mis años de rugby, me encantaría consolidarme en los Pumas, tener una trayectoria como la de Jorge Allen, por ejemplo, no ser uno del montón. Y, por supuesto, llegar al Mundial de 1999.

Breves

Rugby I. El medioscrum del CASI y de Los Pumas Agustín Pichot será operado en 10 días de una rotura del ligamento cruzado anterior derecho, que sufrió en el partido del sábado último, cuando su equipo cayó frente a Buenos Aires por 36 a 20. El jugador tendrá para seis meses de recuperación, según el diagnóstico médico.

Rugby II. Aún no se encuentra definida la transferencia de José Cilley, apertura del SIC y de Los Pumas, al campeón francés Stade Toulousian. Pese a que el semanario especializado Midi Olympique anunció que se incorporará a su nuevo club mañana, los familiares del jugador sostuvieron que todavía no hay nada resuelto.

Polo I. Hasta el viernes próximo se encuentra abierta la inscripción para el Torneo de Polo para Graduados Universitarios, que organiza el Colegio de Abogados de la Ciudad de Buenos Aires. Para mayor información, llamar por 371-6258 o 371-9356, de 11 a 18. Polo II. Tras las lluvias, la Asociación Argentina de Polo dispuso que mañana, a las 15.30, en la cancha N° 1 de Palermo se disputará la final del Campeonato Nacional con handicap, por la Copa República Argentina, entre La Cañada y La Martina. Previamente, a las 13.30, Mackenna se medirá con Jockey Club por el partido decisivo de la Copa diario La Nacion.

Atletismo. Frankie Fredericks, de Namibia, destronó al campeón mundial Donovan Bailey, de Canadá, y al norteamericano Dennis Mitchell, al vencerlos en los 100 metros, con una marca de 10,02 segundos, en el certamen de atletismo que se disputa en Tokio. Carl Lewis finalizó sexto, con 10,37.

Intimo festejo para Atenas

El equipo cordobés hace cuatro años que no gana la Liga Nacional, pero se aferró a los torneos internacionales

CORDOBA.- A esta ciudad le estaba faltando una recepción como la que le brindó ayer al plantel de Atenas, el día después de la conquista del torneo Panamericano de Clubes disputado en Franca, Brasil.

Cerca de las 13, el avión de la empresa brasileña los dejó en la estación aérea, donde encontraron un escenario distinto, ya que los dos centenares de personas les dieron la primera bienvenida a los jugadores.

Fue, si se quiere, un festejo íntimo. El día laborable provocó que sólo familiares, amigos y dirigentes juntaran emociones con los dueños del título internacional.

No era para menos. Atenas le había ganado el Dougar Franca por 81 a 78 en un epílogo emocionante, con un triple en los últimos segundos convertido por el norteamericano Gregory Denis.

El festejo de entrecasa dio paso luego a uno masivo y fue interminable. Azuzados por los medios radiales, aprovechando el breve descanso laboral del mediodía, empleados y ocasionales transeúntes, ex profeso o involuntariamente, se encontraron con una caravana que circuló durante un par de horas por las principales arterias de la ciudad.

"Esto me hace muy feliz. Hace cuatro años que no ganábamos ningún torneo. El título Panamericano nos dará un gran respaldo para afrontar la Liga Nacional y la Liga Sudamericana de Clubes", dijo un orgulloso Marcelo Milanesio, símbolo del equipo, quien pocas semanas atrás, y ante la envergadura del plantel formado, había adelantado que era necesario hablar poco y ganar "algo" que valiera la pena.

En la parte superior del colectivo que los transportaba, aparecieron sucesivamenteLeandro Palladino, Diego Osella, Fabrizio Oberto, Alejandro Olivares, Greg Denis y Wallace Bryant, y los dos jugadores, ya convertidos en personajes: Milanesio y el Pichi Campana.

"Imagínese cómo me siento. Hace quince días que asumí como presidente y ya estoy festejando", sentenció Eder Baralle, quien empezó bien su gestión.

La última parada fue en la sede del club. Cansados por la sucesión de acontecimientos, cada jugador se fue a su casa. Conscientes de que, por estas horas, son los principales referentes del deporte de estas tierras.