Mika Hakkinen no resigna espacios en ninguna parte

MONACO.- Mientras bellas figuras y otras no tanto se exhibían en los lujosos yates para sentir el vértigo ahí nomás, la Fórmula 1 puso en marcha la sexta prueba de la temporada con los entrenamientos oficiales que, como ya es una tradición aquí, con vistas al Gran Premio de Mónaco, se efectúan los jueves en lugar de los viernes.

Y como también es una costumbre, un McLaren fue el protagonista de la jornada . Esta vez el privilegio quedó en manos de Mika Hakkinen, el puntero del campeonato, quien logró el mejor tiempo, al marcar 1m21s937/1000, a un promedio de 147, 933 km/h.

La hegemonía del equipo que dirige Ron Dennis no dio lugar a la expectación. Si bien aquí no fue tan marcado el dominio de McLaren, la mayoría esperaba que otro auto fuera el más efectivo en la pintoresca, pero tortuosa pista de Mónaco.

En realidad, en el juego imaginario colectivo, las fichas se depositaron sobre el rojo Ferrari de Michael Schumacher, que durante una buena parte de la actividad, fue el más rápido, pero que luego, tras un despiste y abandono, quedó en el quinto lugar, superado por el sorprendente Giancarlo Fisichella, David Coulthard y Heinz-Harald Frentzen.

Para el equipo Minardi, la jornada dejó demasiadas preocupaciones. Los problemas invadieron a Esteban Tuero y a su compañero, Shinji Nakano, que casi no pudieron trabajar.

Muchos despistes

El circuito no perdona. Y víctima de ello fue Schumacher, que ingresó pasado en la curva de Mirabeau y la Ferrari quedó dañada. Mientras Schumacher firmaba autógrafos, Takagi, Trulli, Villeneuve, Coulthard y el mismo Hakkinen también se fueron de pista, aunque ellos tuvieron la fortuna de desembocar en las escasas vías de escape.

El hecho curioso lo protagonizó el brasileño Ricardo Rosset, que, mientras la bandera a cuadros se agitaba, chocó a Jacques Villeneuve al mejor estilo Schumacher en Jerez de la Frontera. De ahora en más, las autoridades deportivas lo seguirán de cerca, según anunciaron, tras haberlo amonestado.

Hoy habrá descanso en la Fórmula 1. Todo se prepara para la clasificación de mañana, que aquí es gran parte de la competencia. Mónaco respira el ambiente de la máxima categoría. Su propio ambiente.

Tuero no arrancó bien

MONACO (De un enviado especial).- Una jornada negativa vivió el equipo Minardi al no poder desarrollar con normalidad el trabajo en los entrenamientos y al ubicar a sus dos máquinas en los últimos lugares de la clasificación.

Esteban Tuero sufrió inconvenientes con el sistema de frenos y ello lo postergó durante la primera hora de práctica. Luego, una rotura en el semieje terminó con la expectación del argentino.

"Fue una pena, porque yo quería completar muchas vueltas para conocer bien el circuito. Espero que el sábado pueda desarrollar bien los entrenamientos de la mañana, como para llegar bien a la clasificación. Será vital para recuperar el tiempo perdido", comentó Tuero.

Como consuelo, recibió una camiseta de Ferro, su equipo, con el Nº 23, autografiada por los jugadores del plantel de primera división. Aunque su mente estaba en otra cosa.

Por Roberto Berasategui

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