Los finalistas son los de siempre, pero asoma un retador

Hasta el público que no es del polo, si se le preguntara qué equipos definirán el Abierto de Tortugas el próximo sábado, puede acertar mayoritariamente. Más que habitués, La Dolfina y Ellerstina son casi monopolizadores de las finales de Triple Corona, a tal punto que de las 19 de las últimas siete temporadas, ambos protagonizaron 17 entre sí. Es más: son 17 de las últimas 18, porque la primera considerada es la de Tortugas 2010, cuando se coló Indios Chapaleufú II. La otra fue la recordada del Argentino Abierto de 2013, cuando Alegría pateó el tablero y dejó fuera de la fiesta palermitana a Ellerstina.

El propio Alegría, entonces sorprendente, aparece ahora como amenaza de cierto cuidado para los dos más grandes. Aquella vez dio el golpe con el brillo de Pablo Pieres, que ahora se da el gusto de compartir Ellerstina con sus primos; hoy el conjunto fucsia se basa en dos jugadores de 10 goles de handicap, algo que ningún que no fuera La Dolfina ni su archirrival tenía desde hacía varios años. Y el resto toma apunte de eso.

"Alegría me parece un gran equipo", juzgó Adolfo Cambiaso hace unos días. "Ellos son un equipazo", opinó Polito Pieres ayer, luego de que el suyo lo derrotara por 11-9 en el desenlace de la zona B de Tortugas. El resultado puede llamar a engaño: Alegría no hizo muchos goles, y perdió. Pero el tablero, como siempre, cuenta lo principal, no todo. Guillermo Caset, Hilario Ulloa -los nuevos 10-, Lucas Monteverde y Frederick Mannix, aun lejos de brillar, le plantearon un desafío de igual a igual al subcampeón argentino y sólo su ineficacia cerca de los mimbres ajenos les impidió llegar a un chukker suplementario o, incluso, llevarse la victoria.

"Jugamos contra un equipo tremendo, montado, talentoso. Y estuvimos a la altura de Ellerstina. El equipo anduvo muy bien: tres palos y al arco, backhanders de primera, buena conducta... Muy bien. Jugamos con mucha cabeza, ganas, mente fría. Esto nos da confianza", se satisfizo Clemente Zavaleta, el director técnico de Alegría, en unos palenques en los que había más bien silencio y, sobre todo en Caset, enojo por el resultado.

Es cierto que para la formación titular de Ellerstina se trató del primer compromiso de la temporada, porque Pablo Pieres debutó luego de cumplir una fecha de suspensión, y principalmente que el conjunto de General Rodríguez probó su enésima alineación táctica. "Nunca había jugado de 2 en mi vida, creo. Me sentí cómodo. Es bueno que Facu esté adelante, y yo juego de 2 o de 3 porque Gonza anda rápido", comentó Polito. En un cuarteto que carece de defensores naturales, Nicolás Pieres es el sacrificado y volvió a la retaguardia, para aprovechar el fastuoso potencial goleador de Facundo. Potencial que, dicho sea de paso, no apareció frente a Alegría: el 1 marcó sólo un tanto de bocha viva, contra nueve que le había hecho a Washington en el debut (16-5).

La gravitación del delantero en el armado y la definición es tanta que, en un equipo que desde hace años busca su identidad táctica definitiva, a veces se vuelve dependencia. Facundo recibe los saques de fondo como si fuera un 3 y luego debe hacer el gol. Algo que no estaría mal si no desbalanceara al cuarteto con las incursiones ofensivas de su hermano Nicolás mientras él se encarga de la creación. Además, sin esa vocación defensiva innata, Ellerstina sigue cayendo en sus clásicas infracciones evitables, las que son por distracción, por ansiedad por la bocha en lugar de estar atento al hombre.

Si se mira al objetivo principal de todo equipo de Triple Corona, el Argentino Abierto, se piensa que los Pieres tienen tiempo para corregirlo. Pero ver a La Dolfina levantar trofeos desde hace nueve certámenes seguidos pone cierta urgencia en General Rodríguez. Ellerstina necesita vencer a Cambiaso y compañía. Cuanto antes.

Alegría, también con nueva formación estratégica, lo preocupó un poco cuando se aproximó en el desenlace (de 5-10 a 9-11), pero más debió de inquietarlo por el desafío que le presentó en el dominio del juego. En el polo no hay estadísticas de posesión como las del fútbol y el rugby, pero ayer debió de andar en 50% y 50%. Algo que La Z permite sólo ante La Dolfina. Y los de fucsia desperdiciaron 11 ocasiones claras de gol, contra apenas 5 de Ellerstina. Algo aun más inusual.

"Estamos como para pelear arriba. El primer objetivo es llegar a la semifinal de cada torneo", aludió Zavaleta a las resoluciones de zona. "Y el segundo, llegar a la final en Palermo", añadió el DT de Alegría. El retador blanquea sus metas, y en la cancha muestra que no están fuera de alcance. Mientras, Ellerstina, aun superado, sigue despuntando el hábito de citarse en finales con su viejo conocido de Cañuelas.

Hoy se definirán los últimos dos equipos de la Triple Corona

• Los otros dos abiertos de la Triple Corona, el de Hurlingham y el Argentino, conocerán hoy sus restantes dos protagonistas, porque desde las 14.30 se resolverá en Palermo la clasificación. En la cancha 1 se enfrentarán Chapaleufú (31 goles, con A. Heguy, G. Terrera, R. Ribeiro de Andrade y E. Heguy) y Cría Yatay (29; L. James, C. Laprida, J. Pittaluga e I. Laprida), y a la vez se medirán en la 2 La Irenita (29; J. Ruiz Guiñazú, J. y C. Zavaleta y M. Mac Donough) y Las Rosas (28; F. Gai, M. Crespo, M. Di Paola y J. Ganon). En caso de imponerse, como se espera, La Irenita, éste cumplirá el objetivo y la otra plaza será para Chapaleufú, que deberá ganar por dos o más tantos, o para Cría Yatay, que podrá hasta perder por uno. Si triunfare Las Rosas por no más de 12 goles, los clasificados serán Cría Yatay y Chapaleufú.