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HERZOGENAURACH, Alemania.- Una orquesta, integrada por jóvenes de esta apacible localidad de 25.000 habitantes, tenía previsto ofrecerle una recepción musical al seleccionado argentino en la entrada, al aire libre, ya dentro del complejo habitacional HerzogsPark. Tuvo que cambiar de planes porque la tarde de ayer fue absolutamente desaconsejable para hacer algo al descubierto, sin un lugar donde guarecerse. La intensa y constante lluvia y una temperatura que no superaba los diez grados le pusieron un marco gris y frío al plantel nacional, que a las 18.45 ingresó en el predio a bordo del ómnibus que lo acompañará durante su estada en el Mundial, con la inscripción en los flancos de la frase que ganó un concurso en nuestro país: Póngase de pie. Argentina avanza.
Desde hace varios días, en esta zona del estado de Baviera, situado en el sudeste de Alemania, la primavera es sólo una abstracción del almanaque, que está muy lejos de anunciar el inminente verano. Además del clima templado que lo acompañó en Italia, el seleccionado dejó atrás en Salerno el triunfo de anteayer sobre Angola por 2-0, que, como último amistoso previo al Mundial, ofreció varias señales positivas.
Fue un paso más en dirección a los ajustes y el ensamble que busca José Pekerman para afrontar de la mejor forma posible el debut ante Costa de Marfil, el 10 de este mes.
Varias circunstancias se encadenaron para que la llegada de la Argentina a la que será su morada durante el Mundial fuera despojada de toda efusividad. Ya se citó la inclemencia climática, pese a lo cual se reunieron alrededor de un centenar de personas, algunas de ellas residentes en esta región.
A diferencia de otras veces, los jugadores no arribaron cantando -el clásico "vamos, vamos, Argentina" - y bailando dentro del ómnibus. La mayoría de ellos estaban sentados, varios con auriculares. Cuando bajaron del transporte, sólo algunos, al oír que la gente gritaba sus nombres desde el portón de acceso, levantaban la mano en un saludo que parecía más un cumplido que una retribución afectuosa. Tal como estaba previsto, tampoco hubo contacto con la prensa.
El plantel, tras acomodarse en las habitaciones, se reunió para la merienda. Después realizó una actividad física liviana en uno de los salones del complejo. Aunque existía la posibilidad de ir al gimnasio de una escuela distante unos 150 metros, el cuerpo técnico prefirió que la delegación permaneciera en el refugio. Es que no daban ganas ni de asomar la nariz. Hoy comenzará la preparación más formal, con una práctica matinal en un predio de Adidas cercano al búnker albiceleste.



