Prezioso logró el éxito con su apuesta final
CHIVILCOY.- Las sombras del pasado no lo desalentaron. Es que cuando el coraje está intacto, nada se desvanece de manera definitiva. Roberto Prezioso tuvo su día de revancha en la 65a. Doble Bragado y se adjudicó la segunda etapa -entre Mercedes y esta ciudad-. Justo en donde el año último, cuando lideraba la carrera, se fue contra las vallas a cinco metros de la llegada y sufrió un corte en la ingle que lo dejó fuera de la competencia.
El hombre del equipo Bianchi completó los 137 kilómetros de recorrido con un tiempo de 3h23s y aventajó en el sprint final a su compañero de equipo, David Kenig, y a Juan Curuchet, de Toledo.
Eran las 15.30. El pelotón se despedía de Mercedes, con sus calles desoladas, acaso porque la borrasca amenazaba con desatarse en cualquier momento. El cielo se tiñó de un gris plomizo, pero cuando anunciaron la partida de los ciclistas, la ciudad se llenó de pronto.
Los pedalistas comenzaron su recorrido por las llanuras bonaerenses. Todos juntos, siempre. Darío Colla, del Keops, no permitía que ninguno de sus rivales de Toledo intentase una fuga.
Así, rumbo a Suipacha, los cascos y casacas multicolores viboreaban por la ruta 5 en un zig zag de extremo a extremo.
Al salir de Suipacha, Colla, que merced a una bonificación de tres segundos alcanzó a Rubén Bongiorno en la vanguardia, se adjudicó el embalaje. Lisandro Cruel, del Bianchi, y Ariel Brussa, del SOMU, fueron sus escoltas. Ahora, Colla se quedó con la casaca amarilla de líder por su mejor clasificación en los dos parciales.
La marcha del pelotón se mantuvo a ritmo constante hasta la entrada en Chivilcoy. La gente al costado de la ruta rendía tributo a los ciclistas.
Entonces, llegó el sprint final. Y la carrera, que había carecido de emociones ya que ningún ciclista pudo despegarse del pelotón, las tuvo todas juntas.
Por el medio, Kenig se lanzó en busca del triunfo, Juan Curuchet lo siguió raudamente. Pero fue Prezioso quien por el lateral, cercano a las vallas que lo amargaron el año último, se adelantó como un refucilo.
Fue el merecido premio para un luchador que supo pelearle a la adversidad y su valentía le dio una respuesta afirmativa. Entonces, Chivilcoy se iluminó y no importó nada, ni siquiera la amenaza de la lluvia.
Hoy, a las 15.30, se largará la tercera etapa, sobre 155 kilómetros desde Chivilcoy hasta 25 de Mayo.