Alumni, una cabeza arriba del resto

La organización, la televisación, gran parte del público, casi todos habrían elegido una definición de segunda etapa como ésta. Cuatro muy buenos equipos en una carrera a fondo por las semifinales de la URBA. Y una red para no morir en el salto: los dos que resulten relegados casi seguramente pasarán a los dos cuartos de final.

Así se plantea el parejo, jerarquizado y atractivo duelo entre Alumni, el SIC, Pucará e Hindú en busca de quedar a un paso de la final del certamen porteño-bonaerense. Con sólo un punto de diferencia entre el líder, Alumni, y sus tres cazadores inmediatos. A esta altura vale la pena un vistazo a cada protagonista de esta puja.

Empezando por el puntero. Alumni tiene una sólida defensa que lo salva en momentos de apuro y sus backs cierran bien el plan de juego con velocidad y picardía. Entre ellos se destacan Santiago González Iglesias, Santiago van der Ghote y Tomas Passerotti. Es el conjunto que menos veces –una, nomás– cayó en el Top 14 e históricamente cuenta con un buen pack, aunque esta vez perdió a una figura valiosa, Juan José Acosta –emigró a Francia–. Está habituado a las definiciones importantes y no le falta experiencia.

Si de experiencia en momentos decisivos de torneos se habla, se debe mencionar a un especialista: San Isidro Club. Su progresión en la segunda rueda mucho tiene que ver con la derrota en la primera fecha, ante Rosario como local. Aquello hizo mella y entonces aparecieron el temple, la racha de siete victorias consecutivas, las tardes de rugby vistoso, las de goleadas y las de máximas exigencias. Otros pilares son su vigencia en la vanguardia (fue líder por dos semanas), su fortaleza en las instancias decisivas, su equipo sólido, afianzado y confiado y su plantel de alto nivel. Si bien aún no se aseguró llegar a una semi , aún cuenta con un pequeño margen de error. Cerrará esta etapa con el superclásico: CASI vs. SIC, en La Catedral . Y defender el cetro es su única premisa.

En el mismo escalón, con 38 unidades, se ubica Pucará. A priori afrontará el fixture más difícil en estas últimas tres fechas, y además no dispondrá de Lucas Borges –se fue al Mundial– y Diego Palma –su tryman, de gira con los Pumas de seven–. Asimismo, Mauro Comuzzi se lesionó ayer. El corto rodaje de este buen equipo por etapas definitorias contrasta con varias virtudes: sus backs se lucen casi siempre, respaldados por los forwards, que los nutren de pelotas de calidad; Pucará es un conjunto efectivo que si supera el medio de la cancha suele volver con puntos; su defensa es firme, y en parte por eso perdió apenas cuatro partidos en el año; su juego colectivo está aceitado; tiene recambio, porque quienes ingresan por los titulares acostumbran responder, y posee a Valentín Cruz, un pateador efectivo.

El cuarto en discordia, Hindú, es un gran animador de los últimos años. Cuando se ilumina y se juntan a jugar los hombres del fondo, el ex tetracampeón brilla. Tiene rugbiers de gran calidad, como Díaz Bonilla y Senillosa, a veces decisivos por sí solos. Tras un inicio con dudas y vaivenes, encadenó seis triunfos y aprendió a sostener, no sin dificultades, victorias frente a adversarios de peso que se le vienen encima en un desarrollo. Lo malo es que en ocasiones, por impaciencia, por atropello, por jugar acelerado, cede demasiados penales. Y le quedan tres compromisos bravos, sobre todo contra Rosario, que lo complica en las temporadas recientes, y Pucará.

Cuatro equipos, dos plazas. Y el salvavidas de los cuartos de final para los dos que queden atrás. Un cierre de rueda como a pedido. Y luego, los playoffs...