Mejor jugador de diciembre en el prestigioso Top 14, el back superó sus malos tiempos y, a los 27 años, anhela volver al seleccionado
Su aparición en escena no podría haber sido más resonante. Él entró a falta de ocho minutos para el fin del partido y en ese lapso anotó dos tries y una conversión para que Jaguares diera vuelta un partido que perdía por 10 puntos. Domingo Miotti apenas tenía 22 años y empezaba hacer realidad aquello que había insinuado como juvenil. Lo que siguió en los encuentros posteriores confirmó la presunción. Sin recambio para Nicolás Sánchez, ya se anticipaba como sucesor de su coterráneo con el número 10 de los Pumas. Sin embargo, nunca tuvo muchas oportunidades con la camiseta celeste y blanca. La disolución de Jaguares lo mandó a jugar a Australia y luego a Escocia, donde perdió continuidad, sufrió un bajón anímico y salió del radar. En esta temporada se mudó a Francia, más precisamente, a Oyonnax, equipo recién ascendido a la elite. Recuperó la confianza y se reencontró con su juego, al punto de convertirse en una de las figuras de la liga más poderosa del mundo. El seleccionado sigue esperando por alguien que se adueñe del puesto de apertura, y su nombre vuelve a sonar.
“Estoy muy contento con lo que vengo haciendo individualmente, pero con muchas cosas por corregir. Siempre hay mucho por mejorar. No se puede llegar a la perfección, pero es lo que intento”, dice Miotti desde su nuevo hogar en el este de Francia, en diálogo telefónico para LA NACION. “Representar al país es un sueño. Me encantaría volver a hacerlo. Trabajo para eso, me entreno para destacarme en mi club y que me llamen a los Pumas. Tengo la aspiración de volver a ser convocado”.
Aquella victoria del 6 de abril de 2019 sobre Bulls en el Loftus Versfeld, de Pretoria, cuando se produjo el fulgurante debut de Miotti en el Súper Rugby, marcó el despegue de Jaguares en la temporada. El equipo dirigido por Gonzalo Quesada había comenzado la campaña con cuatro derrotas en seis partidos, pero desde entonces, merced a la actuación del tucumano, encadenó una serie de 11 éxitos en los siguientes 12 que lo depositó en la histórica final contra Crusaders. “Mingo”, o “Mínguez”, o “Domínguez” –así lo apodan– se mantuvo en la rotación y terminó la temporada con 12 presentaciones, incluidos los últimos 20 minutos de esa final.
Por entonces, Juan Martín Hernández ya se había retirado, Sánchez se había marchado a Francia y comenzaba el debate sobre la falta de alternativas en la función de apertura en los Pumas. Joaquín Díaz Bonilla se había afirmado como titular en Jaguares y Benjamín Urdapilleta recibía sus primeras convocatorias después de que se suprimiera la veda para los que actuaban en Europa, pero ambos ya superaban los 30 años. No obstante, a Miotti nunca se le terminaron de abrir las puertas del seleccionado.
Surgido de Tucumán Lawn Tennis, el mismo club en el que se formó Nicolás Sánchez, Miotti apareció como una gran promesa del rugby argentino en sus años de juveniles, al punto de que se convirtió en el segundo argentino en protagonizar tres mundiales juveniles, entre ellos, el de 2016, en el que los Pumitas obtuvieron la medalla de bronce, su mejor resultado en la historia. Un par de lesiones atrasó la irrupción de Domingo, hasta que se le presentó aquella chance en Jaguares, que no desaprovechó.
En 2020 participó en todos los partidos de la franquicia hasta que se suspendió el Súper Rugby por el coronavirus y en noviembre recibió su primera citación al seleccionado argentino. Debutó en el último partido del Tri-Nations, un empate en 16 ante Australia. Al año siguiente jugó en Western Force y vivió el más prolífico en los Pumas, con ocho partidos entre julio y el Rugby Championship, incluido uno como titular, frente a Sudáfrica en Port Elizabeth; no jugó bien y falló dos de tres envíos a los palos. Para la temporada 2021/22 pasó a Glasgow Warriors, club en el que apenas si jugó (seis encuentros, uno solo desde el inicio). La llegada de Michael Cheika a la selección no contribuyó a su causa. El entrenador australiano lo utilizó en un único partido: cinco minutos en el segundo test con Escocia de julio de 2022, para el que fue convocado de urgencia por lesiones de Sánchez y Urdapilleta.
Su currículum con la ropa celeste y blanca se limita a nueve apariciones, una sola como titular. Del resto, una sola supera los 15 minutos. En una ocasión, incluso, estuvo en el banco y no ingresó. Acumula 13 puntos, producto de tres penales y dos conversiones.
“No jugué mucho, pero no me gusta decir que es algo negativo, porque aunque no esté bueno, sirve para otras cosas”, cuenta respecto a su estadía de dos años en Escocia. “Tuve bastantes momentos de bajón, sobre todo en el primer año. Me replanteaba muchísimo lo que había hecho, haberme ido a Escocia. Trabajé mucho en lo mental; da aprendizaje de muchas cosas. Siento que puedo revertir eso y usarlo en mi favor. Estaba con mi novia, que me ayudó muchísimo. La única opción que tenía era seguir entrenándome y mirando hacia adelante. Mis familiares estaban lejos pero hablábamos. También trabajé con un psicólogo deportivo que me dio una gran mano. Hasta hoy sigo trabajando con él”.
El esfuerzo tuvo su rédito y hoy Miotti vive un reverdecer en su carrera profesional, en Oyonnax, club de la ciudad homónima recién ascendido al Top 14. Desde que debutó, en la cuarta fecha, es titular indiscutido y una de las figuras de un equipo que viene cumpliendo con las expectativas de mantener la categoría. El argentino estuvo desde el comienzo en ocho de las últimas nueve fechas de la liga, jugó los 80 minutos en cada una y acumula 73 puntos con el pie. Su rendimiento le valió ser incluido en el equipo ideal de la liga en diciembre.
La recuperación de Miotti en Oyonnax
“Buscaba otro club, porque en Glasgow no estaba teniendo mucho rodaje y quería jugar más. Terminé firmando por dos años más, pero justo me llamaron de Oyonnax diciendo que me querían. Llegaron a un acuerdo los clubes y firmé acá por dos temporadas”, cuenta Miotti. “Mi expectativa desde el inicio fue, primeramente, meterme en el equipo. Mostrar lo que puedo hacer y jugar la mayor cantidad de partidos posible. En el equipo sentimos que como locales estamos logrando expresarnos y hacer lo que queremos hacer, mostrando lo que somos como equipo. Queremos hacerlo también como visitante. Es más difícil: no jugamos con nuestra gente, es otra cosa. Pero ése es el objetivo que tenemos como equipo”.
Ubicada a 90 kilómetros viales de Ginebra y a 100 de Lyon, Oyonnax es una ciudad del este de Francia rodeada por lagos y montañas. Así como es de linda, es pequeña y monótona. Miotti cuenta con la compañía de su novia, Candelaria, y su compañero de equipo Lucas Mensa, también ex jugador de los Pumas. “Es una ciudad como para algo tranquilo, estar en la casa y aprovechar la familia. Los jueves tenemos día libre y normalmente voy al club para hacer recuperación y fisioterapia”, comenta Miotti. El equipo de rugby es una religión y todos los sábados una mitad del total de 22.000 habitantes que tiene la ciudad colman el Stade Charles-Mathon para alentar a su equipo. Allí inició su ilustre carrera en Francia otro apertura argentino, Urdapilleta, que actuó en el conjunto entre 2012 y 2015.
Según un informe del sitio dicodusport.fr, Oyonnax tiene el presupuesto más escueto del Top 14, con 17 millones de euros anuales, equivalente a menos de 50% de lo que ostenta el campeón, Toulouse (46,3 millones). Ante esa adversidad debe pelear Miotti para contribuir a que su club permanezca en la elite. “Acá, en el Top 14, hay equipos muy buenos. Siempre es complicado para el que asciende”, reconoce el tucumano. “Tenemos que ser muy detallistas e intentar hacer de la mejor manera todo lo que se pueda. Sabemos con qué equipos nos enfrentamos y la calidad de jugadores que tienen, entonces debemos hacernos muy fuertes colectivamente”.
Con Sánchez quemando sus últimos cartuchos como profesional, con Santiago Carreras aún aprendiendo los secretos del puesto y con Tomás Albornoz como alternativa inexplorada, su resurgimiento pone a Miotti en la consideración de Felipe Contepomi. Aunque sus mayores virtudes pasan por la utilización del pie y su capacidad táctica para conducir al equipo antes que por su agresividad para atacar la defensa con la pelota en las manos, en sus inicios en Jaguares el tucumano había mostrado buena dinámica en la conducción, que se puede acoplar al estilo que intenta imprimir el nuevo entrenador de los Pumas, más propenso a un apertura que juegue de cara a la línea defensiva del rival.
Sus destrezas con la camiseta argentina
“No sé si me siento lejos o cerca de los Pumas. Quiero volver a jugar en el seleccionado”, confía. “Es lo que siempre quise de chico. Sería muy lindo representar de nuevo a mi país. Creo que en los últimos años no me tuvieron en cuenta porque no jugaba mucho en Glasgow. Si uno no juega, es difícil que lo llamen”.
Hoy, Domingo Miotti está teniendo minutos de juego como nunca en su carrera, en la liga más poderosa del mundo, y está siendo figura. Con 27 años, todavía tiene mucho como para ofrecer a los Pumas. Depende de él, pero también de que le den una oportunidad.
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