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ENGHAIN-LES-BAINS, Francia (De nuestros enviados especiales).– Los doce años con los colores de los Pumas, además de los conocimientos adquiridos en su paso por clubes de tres de los mejores polos rugbísticos (Nueva Zelanda, Australia y Francia), han dotado a Omar Hasan (1,83m y 115kg) de una experiencia admirable. Por eso es válido también el análisis del Nº 3 de Toulouse acerca del duelo con Os du Randt: "El ha sido uno de los primeros pilares internacionales que sobresalió por su tamaño; antes de su aparición, no había tantos primera líneas con sus cualidades físicas. Es de 1,90m y 125kg, pero, en su plenitud, mostraba otra cosa: con la pelota en la mano era muy difícil de bajarlo y tenía un tackle casi destructor. Y si con 35 años todavía sigue vigente, por algo será", dijo.
En cuanto a los secretos de esa competencia a la que no se puede acceder tan sencillamente desde lo visual, Hasan puntualizó: "La primera línea sudafricana es muy fuerte en el scrum; la ventaja para nosotros es que somos más chicos. Por lo menos de acuerdo con lo que me tocó vivir [jugó cinco test-marches ante los Boks], metiéndole un poco de técnica se les complica.
"¿Cómo se los neutraliza? Los recursos –agregó– ante rivales tan grandes es reducirles los espacios, para no dejar que te larguen los kilos encima y, sobre todo, ante un tipo que es mucho más grande y pesado, tenés que ganarle en velocidad al momento de formar en el scrum. Tenés que anticiparlo en la entrada, empujarlo y no permitir que se acomode. Lo otro importante es que el pack funcione bien cohesionado, bien unido, para no abrir al pack rival. En el nivel internacional es común ver a los tercera líneas no involucrarse demasiado en el empuje, porque están pensando en salir corriendo a defender", explicó el pilar surgido en Natación y Gimnasia, de Tucumán.
