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Esta sexta edición, fue la más dura de las seis. Tuvo todo. Mucha lluvia, mucho sol, frío, y un recorrido durísimo con muchas trepadas, 12 cruces de fríos ríos, filos, valles, coastering y unas vistas 360° increíbles a lagos, cadenas montañosas y volcanes.
Todo empezó el jueves 2 de marzo, largando los corredores de 100K, bajo una copiosa lluvia desde El Mercado en Villa La Angostura a las 10 de la mañana. Cruzaron la Ruta para empezar a subir al cerro Bayo. Mientras tanto a las 11 se largaba desde la base del Cerro Bayo la distancia 50K, también bajo la lluvia, que se mantuvo durante todo el día 1. Después de cruzar el Portezuelo del Bonito (1450m), el punto más alto para los 50K, el recorrido siguió por la Huella Andina, cruzando una docena de veces el arroyo Cataratas, ya en los últimos cruces los pies estaban duros, a punto de congelarse, pero con un trote lográbamos revivirlos. Una sopa caliente 8 kilómetros antes de la meta, nos dio la energía y el calor para poder continuar. Unos kilómetros más vemos desde arriba el imponente lago Traful y la llegada en su playa pesada de arena. Día 1, terminado, mojados, cansados y a seguir el ondulante humo de la parrilla para buscar el gran sandwitch de lomito que nos espera.
Un día a pleno sol y con una temperatura muy agradable. Todo lo contrario a lo que fue la primera etapa. Descansados y repuestos comenzó el recorrido de 15 kilómetros para los 100K y de 11 para los 50K. 4,5 kilómetros de trepada por el bosque hasta que la vegetación va desapareciendo y la roca domina el paisaje y las impresionantes vistas. Desde los filos del Cerro Negro, escalando con la ayuda de una soga, se podían ver claramente los volcanes Lanín, Osorno y Puyehue. Todas vistas majestuosas para guardar en las retinas. Después de unos minutos tomando fotos, hay que bajar. Primero un acarreo muy empinado y peligroso para internarnos otra vez en las bajadas serpenteantes del bosque buscando el puesto de hidratación con picada y cerveza! Unos kilómetros más y la llegada en la Plaza de Villa Traful. Una etapa corta y que se disfrutó mucho por el clima y el majestuoso paisaje.
Llegó el último día! Los corredores de 100K largaron desde el Hotel Alto Traful, mientras que los de 50K lo hicieron unos 7,5 kilómetros más adelante en el Camping Cataratas. Nuevamente los 12 cruces de arroyo por la Huella Andina y después la trepada por el Cerro Buol (1804m) y corriendo por los filos rocosos mientras teníamos una imponente vista del lago Correntoso, el Nahuel Huapi y todos los picos hacia Chile. Bajamos por el Cajón negro hacia la cascada Inacayal, tomando fotos, rodeados de postales.
Luego, el mirador Belvedere, lugar que simbolizaba la última hidratación, con picada incluida. Luego, una bajada hacia la ruta, el coastering por el Nahuel Huapi y llegada. ¡Al fin la llegada!
Este Origen fue una carrera durísima, pero con un recorrido maravilloso. Con el cuerpo fundido pero el espíritu totalmente lleno de emociones. En todo momento se dio una gran comunión entre corredores, siempre había alguien cerca para ayudarnos y acompañarnos. Se palmó la camaradería y eso, en los momentos más duros, ayuda, empuja y te hace ir hacia adelante. Para varias, una comida casera en cada llegada que sirvió para reponer y recomponer. Una carrera para volver a correr. Una y otra vez.
100 k Hombres
100 k Mujeres
100 k Equipos
50 K Hombres
50 K Mujeres
50 K equipos



