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Se fue la última hoja, el último integrante del mítico equipo de El Trébol. A los 89 años, afectado por el Mal de Alzheimer, falleció en la madrugada de ayer Julio Menditeguy. Fue uno de los polistas más grandes de la historia; por sus logros y sus características, figura entre los grandes de la página más gloriosa de la actividad vernácula. Ganó cinco Argentinos Abiertos. Cuatro con la formación clásica de El Trébol, en la que él jugaba de 2 y su hermano Carlos de back, acompañados por Luis y Heriberto Duggan como 1 y 3, respectivamente, entre 1940 y 1943. También festejó en 1956, con Eduardo Bullrich y Roberto Skene reemplazando a los Duggan. Además, tuvo el honor de ser el sexto jugador que llegó a los diez goles de handicap, en 1944, junto con Juan Carlos Alberdi.
Dueño de un estilo especial, Julio Menditeguy y sus compañeros promovían un juego de cuidado de la bocha. Entendían a la perfección la importancia del caballo en este deporte, tanto que Julio patentó una frase que casi representa un leimotiv de este deporte: "El caballo tiene un 60% de importancia en el juego".
Del archivo aparecen otras frases suyas imborrables. Por ejemplo, cuando se refería a su equipo: "El nuestro fue un caso único. Con Carlos comenzamos a jugar juntos desde que teníamos cuatro goles de handicap y seguimos juntos hasta los 10 goles. Con el equipo completo de El Trébol, estuvimos 120 partidos sin perder, incluyendo campeonatos, partidos sueltos y entrenamientos".
Sobre el polo, en 1963, dejó una definición para el recuerdo: "Es un juego inteligente y de anticipación. Hay que ubicarse bien, hay que llegar antes. Hay jugadores que basan todo sobre la fuerza, en el pechazo. El polo no es eso. Como si quisieran parar a Pelé con una patada en la rodilla. Por eso nosotros (por El Trébol), si por falta de tiempo para entrenarnos y por falta de compañeros no podemos ofrecer el polo que nos gusta, preferimos no jugar. El público gusta de nuestro juego y nos debemos a eso".
El Trébol marcó una época en este deporte. Tanto que obligó a la creación de un equipo para destronarlo de su reinado. Así nació Venado Tuerto y el primer clásico del polo. En los tiempos de victorias continuas, los hombres de El Trébol se ufanaban de su poderío con una frase contundente: "Se tuvieron que unir el Sur y el Norte para poder vencernos", aseguraba con razón Julio.
El equipo santafecino formaba con Juan y Roberto Cavanagh y Enrique y Juan Carlos Alberdi. Sobre este duelo, el mismo Julio expresó alguna vez: "Eran dos equipos que prácticamente sumaban 80 goles. Eran como un Boca-River por la repercusión popular y la diferencia de estilos entre los dos". Con sus equipos a pleno, El Trébol venció en 1942 por 9 a 7, y Venado Tuerto en 1944 por 12 a 6, final en la que Manuel Andrada reemplazó a Heriberto Duggan.
Retirado de la actividad polística, dedicó su vida a la cría, con grandes éxitos con varios de sus caballos. Tuvo cuatro hijos, Teresa, Rita, Julio y Alejandro (la primera y el tercero, fallecidos). Amigo personal de Adolfo Bioy Casares y Luis Drago Mitre, el 21 de julio iba a cumplir 90 años. Sus restos fueron sepultados ayer en el cementerio Memorial, de Pilar.
El Trébol de cuatro hojas perdió su última parte. Su recuerdo tiene un lugar destacado en la historia del polo.
La relación de Julio Menditeguy con los caballos no se limita sólo al polo. Fue uno de los criadores de caballos de carrera más importantes de la historia del turf moderno en la Argentina. Fue propietario del haras El Turf, uno de los más añejos, de la caballeriza del mismo nombre (que refundó en 1940), y dirigente turfístico. Entre varios campeones criados por él aparecen Indian Chief, Practicante, Uruguayo, El Gran Capitán y Ultrasonido.
Sobre este último ejemplar, Menditeguy tenía conceptos muy elogiosos. Cuando en 1988 ganó la Polla de Potrillos, en Palermo, expresó: "Es tan crack como todos los que he visto y no exagero al compararlo hasta con Forli. Será un caballo que hará historia. Pocas veces sale un caballo así".
Fue dirigente de Criadores Argentinos del SPC y socio del Jockey Club. Menditeguy fue protagonista de la edad de oro del turf nacional; la de los grandes cracks en las pistas y las tardes de tribunas llenas.




