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"Voy a cumplir 73 y tengo un largo camino por recorrer", dice Juan Carlos Bagó. Está en su escritorio del Laboratorio el hombre que ganó 11 estadísticas nacionales de criadores con su haras Firmamento en las últimas 13 temporadas.
—Firmamento es más que un boom.
—Pero no siempre fue así. Tuvimos una etapa de once años sin que ganáramos un Grupo 1 con la chaquetilla de la gaviota. Pero nunca hubo desesperación. Siempre hemos criado basados en la tecnología y la sanidad. Tenemos una estructura grande y se fue dando. También me fui quedando con más reservadas. Hará 10 años que me guardo unas 30, lo que hace que haya un reciclaje permanente. Entre ganadoras de Grupos 1 o que produjeron ganadores de grupo, tenemos unas 40. Ellas aportan mucho a lo que puedan dar los padrillos.
—¿Qué le recomendaría a un criador que empieza?
—Que no escatime en gastos, porque eso conspira contra la calidad.
—Criar en la Argentina, por ejemplo, le impedirá ganar el Derby de Kentucky.
—Maktoum tampoco lo ganó nunca. Yo disfrutó mucho acá. Ganar la Copa de Plata, el año pasado, fue incomparable; algo que no se paga con nada.
—¿Le gusta más que el Selección?
—Sí, quizá porque es la última carrera grande del año de las hembras o porque ya la ganamos seis veces [dice y se ríe].
—¿El próximo sueño?
—Ganar el Carlos Pellegrini con una yegua.
—Va abrir una sucursal del stud en EE.UU.
—Voy a hacer un nuevo intento, pero despacito. Voy a tener allí algunos caballos con Juan Carlos Vázquez.
—¿Es buena propaganda para un haras ganar la estadística de studs?
—En nuestro caso es una rareza. Nuestra caballeriza es de hembras, por lo que tenemos la mitad del universo. Nunca hemos ido en pos de ella.
—¿Cuál fue el mejor criador?
—Yo creo que el mejor es el Aga Khan, porque prácticamente ha hecho su propia raza. Sus madres han sido criadas por el. Tiene los recursos y el buen gusto.
—¿Puesto a elegir?
—Veo campaña, físico y pedigree, pero si no me gusta el pedigree no compro.
—¿Que opina de Giant’s Causeway?
—Me jugué con el. Afortunadamente tengo 16 hijas suyas en el stud. Van despacio. Para ver qué pasaba, lo mandé una semana a Ezequiel [Valle] a EE.UU. para que hablara con cuidadores que han tenido hijos de Giant’s Causeway. Y llegamos a una conclusión. Son buenos a los tres años, mucho mejor que a los dos. A los cuatro mejor que a los tres y a los cinco mucho mejor que a los cuatro.
—No busca la precocidad.
—Nosotros ganamos con Ampi Nistel en la final de la Copa Million, pero no es lo que nos proponemos, como hace Alfredo Camogli, al que quiero muchísimo. Él va por la precocidad, que es lo que más le gusta. Es un auténtico representante de las cortas como yo sería un representante de las carreras largas.
—¿Mauro García es producto suyo?
—No es que uno lo haya hecho; uno ha sido consecuente. Yo empiezo con Don Mario, padre de Miguel, que arrancó conmigo a los 28 años. Muere y un 1° de enero le pregunto a Mauro: ¿te animás a cuidar? Me dijo sí. También tenía 28 años.
—¿Y la familia?
—Mis nietos están en sus cosas. Les gusta, pero están muy sobrecargados. Mis hijos estudiaron lo que quisieron, con libertad de acción. No hay ninguno que me haya salido farmacéutico ni burrero.
—Sin Lasix cambiará la manera de criar.
—Me parece que el sangrado es un problema del entrenamiento y no de la genética.
—¿Hubiese entrenado?
—No hubiese tenido paciencia.
—¿Se puede criar con una perdedora?
—Sí, con Mucura, madre de Kalcura y casi la yegua fundadora. Era perdedora y matunga. A Sabática Fitz la vendí. Cuando la tenía en training era una flaca desgarbada y recontra matunga. Dio a Saba Emperor, Sabat Husson y Sabayón.
—¿Hernán Ceriani padre?
—Para mí fue un maestro.
—¿Edwin?
—Extraordinario. Las carreras que le he visto ganar a Edwin sólo se las vi ganar a Jara o a Legui. Y Jorgito (Ruíz Diaz) es el futuro.
—¿Le hubiese gustado tener a Falero?
—Como concepto integral de jockey es uno de los mejores de los últimos diez o quince años. Trabajador, observador. Conoce a sus rivales. Pero con Edwin y Jorgito estoy muy contento.
