Un necesario salto de categoría hacia el nivel mundial

Es bien sabido que el entrenador juega un papel importante en el deporte de alto rendimiento. Pero viene al caso citar dos ejemplos. Cuando La Dolfina se adjudicó la Triple Corona del polo argentino por primera vez, hace un mes y medio, Adolfo Cambiaso, David Stirling, Pablo Mac Donough y Sebastián Merlos (reemplazó al accidentado Juan Martín Nero en la final del Abierto de Palermo) señalaron la incidencia positiva de su coach, Milo Fernández Araujo, un ex jugador de 10 goles de handicap, en la obtención de esa conquista. También en 2013, luego de 77 años sin que un británico ganara Wimbeldon, Andy Murray lo logró de la mano de su preparador, el checo Ivan Lendl, un ex tenista de los mejores del mundo y dominador en los años ochenta.

Pues también los jinetes de la equitación sacan provecho de tener un entrenador. Con la mira puesta en los próximos compromisos internacionales, la Federación Ecuestre Argentina (FEA) tomó la iniciativa de contratar como preparador del conjunto nacional de salto al holandés Berend (Bert) Romp, de 55 años, ganador de la medalla dorada por equipos en salto en los Juegos Olímpicos Barcelona 1992, y reconocido coach en Europa.

Durante su reciente visita para observar los campeonatos nacionales, Romp habló con la nacion sobre sus planes para entrenar a los jinetes argentinos. A lo largo de la charla hizo mucho hincapié en la importancia de empezar ahora mismo para elaborar un plan a largo plazo. Y enumeró concienzudamente los importantes desafíos que deben afrontar los representantes albicelestes: los Juegos Odesur y los Ecuestres Mundiales este año, los Panamericanos en 2015 y los Juegos Olímpicos en 2016.

El primer compromiso, los Odesur, tendrá lugar en marzo, en Chile. "Habrá que ir muy bien preparados. El nivel será exigente porque son clasificatorios para los Juegos Panamericanos", señaló el holandés. Y mencionó como los rivales más fuertes a Brasil, Chile y Venezuela en la pugna por las cuatro plazas disponibles para Toronto 2015.

Para encarar este primer examen, Romp vino a Buenos Aires en octubre pasado para observar a los jinetes. Volvió en diciembre para presenciar los nacionales y regresará la semana próxima. "Cuando no estoy en el país, me mandan los resultados de los concursos y los videos de los jinetes y hablamos sobre qué pueden hacer para corregir algún problema", explicó el entrenador. Pero advirtió que no es necesario -ni positivo- cambiar todo. "Hay varios jinetes buenos y algunos caballos destacables aquí; intento dar las herramientas para que puedan resolver toda dificultad que haya", elogió.

Para después de los Odesur, Romp tiene previsto seleccionar a los mejores cuatro o cinco jinetes y confeccionar para ellos un plan definitivo destinado a que intervengan en concursos europeos, especialmente en pruebas de Copa de Naciones, como preparación para los Juegos Ecuestres Mundiales que tendrán lugar en Normandía, Francia, a fines de agosto próximo. Y estima conveniente sumar a argentinos que residen en el exterior, como Ramiro Quintana, en Estados Unidos, y José Larocca (h.), en Suiza, que están participando en pruebas del máximo nivel. En su opinión, la única forma de mejorar es competir contra equipos fuertes. "Así se ve cuáles son los puntos por perfeccionar", fundamentó.

En un ambiente, el de la equitación nacional, en el que es un recién llegado, Romp aseguró que hará lo mejor que pueda, de forma justa y transparente, para seleccionar a los integrantes del equipo nacional y prepararlos. En ese sentido recalcó que se precisa un plan de largo plazo y que es sumamente importante que todos (la FEA, los jinetes, los dueños de los caballos, las empresas) tiren hacia el mismo lado. O, como reza un refrán holandés, "que todas las narices apunten en la misma dirección", según contó con una sonrisa.

El entrenador también les da mucha importancia a los jóvenes que están surgiendo. "La nueva generación es la base para el futuro del deporte. Es responsabilidad de los jinetes más grandes y de la Federación Ecuestre Argentina ayudarlos. Así, el deporte continuará mejorando", subrayó. Romp sabe de qué habla, pues durante muchos años entrenó al equipo juvenil holandés del cual surgieron cracks como Jeroen Dubbeldam, campeón olímpico individual en Sydney 2000, y Greco Schröder, subcampeón en Londres en 2012.

Para el preparador europeo, la cuestión del plan a largo plazo y una buena organización resultarán fundamentales para alcanzar la meta de llegar al podio en las competencias internacionales. Claro que ya estuvo en el país y conoce con qué cuenta. Por eso, quizá, reconoce que hay una diferencia entre lo que uno quiere y lo que se puede...