Adjudican obras para un brazo de Yacyretá por US$300 millones
Sumarán tres turbinas en Aña Cuá y aumentará un 9% la potencia; ganaron una firma alemana y un consorcio trinacional
ITUZAINGÓ, Corrientes.– La tercera fue la vencida. Con la aprobación de los miembros del Consejo de Administración de la Entidad Binacional Yacyretá (EBY) se cumplió ayer el último trámite administrativo y, luego de dos procesos licitatorios frustrados en los últimos 20 años, se adjudicaron obras por casi US$300 millones para la mecanización del brazo Aña Cuá. La obra aumentará un 9% la potencia de la central hidroeléctrica, que actualmente aporta entre el 14% y el 16% de la energía del sistema interconectado nacional.
El anuncio se realizó en el corazón de la central: un pabellón de unos 900 metros de largo debajo del cual se alinean las 20 turbinas que producen la energía de Yacyretá. Entre el ruido de las máquinas y una feroz tormenta colándose por las ventanas, el director ejecutivo de la EBY, Martín Goerling, y su par paraguayo, Nicanor Duarte Frutos, celebraron haber logrado adjudicar las obras por un presupuesto 44% inferior al de referencia.
El suministro de equipos electromecánicos fue adjudicado a la firma alemana Voith Hydro, que le ganó la pelea al consorcio argentino-paraguayo que integra la firma mendocina Impsa, controlada hasta el año pasado por el empresario Enrique Pescarmona. Voith Hydro proveerá los equipos a un costo de US$99.689.578.
Por otro lado, las obras civiles quedaron en manos del consorcio constituido por la empresa puntana Rovella Carranza junto a la italiana Astaldi y la paraguaya Tecnoedil, al ser valorada su oferta (US$193.241.731) por sobre la de otros consorcios integrados por las firmas de empresarios locales como Cartellone, Chediack, Techint y Roggio.
Entre las dos contrataciones, se adjudicaron obras por un costo de US$293 millones. Si se suman las otras tres licitaciones relacionadas con la obra (servicios de inspección, consultoría en ingeniería y líneas de transmisión) la inversión alcanza un monto cercano a los US$450 millones, que será financiada íntegramente con recursos propios de la central.
El proyecto en Aña Cuá comenzó a planificarse a fines de los 90 y, concretadas las adjudicaciones, su construcción debería comenzar entre septiembre y octubre. Según los cálculos oficiales, tardará cuatro años en finalizarse y empleará a alrededor de 3000 personas: 600 de forma directa y alrededor de 2400 indirectas.
Críticas
Ante algunas voces críticas que cuestionaron que la provisión del equipamiento haya terminado en manos de empresas extranjeras como Voith Hydro, Goerling afirmó que, si bien es de esperar que los mandos directivos vengan de afuera, las obras serán realizadas con contratistas locales que aportarán movilidad a las poblaciones ubicadas a ambas márgenes del río Paraná –Ituzaingó y Ayolas– y a localidades aledañas.
Se espera que la obra genere una ampliación del 9% de la potencia energética de la central Yacyretá –y 1,5% la de todo el sistema– al instalar tres turbinas tipo Kaplan de 92 MW de potencia cada una, que aprovechen el caudal hidráulico de Aña Cuá y generen 2000 GW/h por año.
Las autoridades de la EBY calculan que, traducido a dinero, la obra sumará entre US$60 y US$80 millones a la facturación anual. "Hoy ese dinero se pierde", dijo Goerling ante una pregunta de LA NACION. "Los vertederos de Aña Cuá están construidos desde hace años a los fines ecológicos de que no se seque esa parte del río. Hoy le ponemos tres máquinas y aprovechamos el caudal para generar energía", dijo.
Goerling señaló que esta obra contribuirá a avanzar en un proceso de volver más eficiente la empresa para poder ofrecer energía más barata. "Por tratado, la energía que despachamos a Cammesa tiene un valor de entre US$39 y US$40 por MW/h, pero no siempre se cumple. El entendimiento que firmaron los presidentes de ambos países [Mauricio Macri y Horacio Cartes, en 2017] nos va a obligar, una vez que sea aprobado por el Congreso, a ir bajando esa tarifa hasta los US$17. Porque ese es el objetivo de la empresa, que es del Estado: generar energía barata para los argentinos", apuntó.
De cara al futuro, el ejecutivo señaló que el próximo proyecto en agenda, para cuando ya esté encaminado el de Aña Cuá, será ampliar la actual sala de máquinas y sumarle tres turbinas. "Para sumar diez, ya sería necesario hacer otra represa aguas abajo", explicó.