Menos sucursales y más "corresponsalías": cómo se adaptaron los bancos en tiempos de pandemia
Desde la irrupción de la pandemia en el país los bancos cerraron al menos 22 sucursales, cifra representativa del 0,4% de la red total, pero a la vez incrementaron 1,4% la disponibilidad de cajeros automáticos y 11,5% la de terminales de autoservicio que permiten realizar la mayoría de las transacciones que, por costumbre, se cursaban en muchos caso por ventanilla.
Pero el intento de acercamiento y adaptación más importante a las nuevas características de la demanda queda a la vista por la explosión que registraron las "agencias complementarias de servicios financieros", que son instalaciones comerciales en las que se pueden realizar, con ciertas limitaciones, operaciones bancarias.
Esos "puntos de atención" pasaron de 60 a 12.000 entre marzo y octubre (último dato oficial), es decir, se multiplicaron por 200, al facilitarse la autorizaciones para su funcionamiento como "extras" buscando que una mayor capilaridad del sistema impidiera se repita la postal el colapso del 29 de abril (29A), aquel día en que jubilados y beneficiarios de algunos de los tantos programas sociales se agolparon frente a los bancos en plenas restricciones para circular y en cantidades tales que bloquearon calles y avenidas.
Es la parte menos conocida de un esquema que se complementa con la atención en sucursales solo por turnos (con excepción de pagos a jubilados y planes sociales) y la obligación de cursar más operaciones por medios automáticos.
Aquella ventana abierta hace 3 años
El de "agencias complementarias" o "corresponsalías" es un modelo muy usado en el resto de los sistemas bancarios de la región que el país adaptó a partir de 2018, cuando el Banco Central (BCRA) las autorizó mediante las Comunicaciones "A" 6603 y 6612 en busca de promocionar la inclusión financiero y permitir puntos de contacto con el sistema (cuya estructura en general repite las desigualdades del país) en lugares más alejados o desfavorecidos.
El fuerte salto que registra la estadística responde a que los bancos agilizaron, tras la puesta en vigencia del Aislamiento Social Preventivo y Obligatorio (ASPO), convenios con las redes de cobros de servicios, básicamente. Y a que el BCRA agilizó las autorizaciones, buscando que lo sucedido el 29A no se repita, y a que el gremio, que resistía esta "delegación de tareas", se resignara a aceptarlas.
"La mayor parte de los acuerdos son previos, ya existían, pero estaban subejecutados o la estadística oficial no los 'captaba'. Eso no quita que con sucursales cerradas y la necesidad de llegar a la gente se agregaron otros o que comenzaran a usarse más esta complementariedad, aún subexplotada", explicó a LA NACION Maximiliano Babino, gerente general de Western Union/Pago Fácil (son la misma empresa) y vicepresidente de la Cámara de Argentina de Empresas de Cobro Extrabancario (Caeceis), donde se agrupan además cadenas como Bica Ágil, Cobro Express, Multipago, Pago Fácil, Plus Pagos, Pronto Pago, Provincia Net, Rapipago y Ripsa.
Los convenios con corresponsalías y la inversión en equipos fueron parte de un rediseño general de la estructura de servicios al público del sistema bancario local. "Cambió la forma de relacionarse con el banco. Eso nos obligó a relocalizar sucursales, instalaciones, incorporando más equipos y hasta rediseñar espacios físicos", explicaron en una entidad privada líder.
Algunos casos
"Nosotros desde fines de 2020 ya teníamos en vigencia el servicio Rapientrega para empresas, que consiste en que los clientes que sean usuarios del servicio de Pago a Proveedores puedan acceder a algunas sucursales de Rapipago para la entrega de cheques a sus proveedores, para que tenga mayor cobertura geográfica y amplitud horaria. Y el pago de tarjetas de crédito en la misma cadena o Pago Fácil. A eso se agregó un acuerdo con Gire (dueña de Rapipago) para emplazar 23 ATM [cajeros] dentro de sus locales en varios puntos país, con las mismas las mismas operaciones que los cajeros instalados en sucursales porque están bajo la red Banelco", explicaron en el HSBC.
Banco Galicia, por citar otro caso, también tiene acuerdos con Pago Fácil y está intentando lograr le autoricen operar con otra empresa de cobranzas
La tarea más delegada por los bancos a estas corresponsalías fue la posibilidad de hacer retiros de efectivo desde esos locales y atender el pago de resúmenes de tarjetas y servicios. Pero dada la capilaridad que tiene ese sistema Babino cree que se las debería autorizar además a pagar a jubilados y pensionados y beneficiarios planes sociales, hoy algo que realizan muy acotadamente y por convenios puntuales, como el que tienen con BBVA.
El resto de la readaptación fue por el emplazamiento de más equipos de atención automática, una disponibilidad que hubiera crecido más, según aseguran, de no existir limitaciones a las importaciones.