
Alumnos de séptimo año (tecnicatura en producción agropecuaria) del Centro de Formación Rural Saladillo trabajaron en proyectos que van desde el yogur ovino, jugos artesanales hasta pan de bagazo.
Seleccionados los temas, representativos del contexto socio productivo con intervenciones innovadoras (por ejemplo, con electrónica, informática, robótica, etc.), se plantearon diferentes momentos de los proyectos.
Además, se elaboraron metas y un calendario de pautas y tiempos. También se planificaron acciones de vinculación con emprendedores, empresas, entidades que puedan retroalimentar la propuesta de realización del proyecto productivo, como Bromatología municipal y referentes de INTA, Senasa, centro de formación laboral, etc.
Finalmente, se pusieron en práctica los proyectos que culminaron con una presentación ante una mesa integrada por docentes y referentes del medio local, como productores, funcionarios municipales, consultoras.

"Los proyectos demandaron del trabajo organizado de los profesores referentes de las cuatro áreas: producción, tecnología, manejo y gestión y las prácticas profesionalizantes; articulándose entre ellas y vinculándose en verdaderos proyectos integrados, sustentables (ambiental, social y económicamente), que responden a problemáticas del medio aportando soluciones donde los alumnos son protagonistas activos del desarrollo local innovador", indicaron desde el centro educativo.
Al respecto, estos fueron los proyectos de los alumnos:
- En derivados lácteos trabajaron Emanuel Fauceglia, Juan Andrada y Martín Ocen. El eje fue "agregar valor a la materia prima, generando productos alternativos competitivos, promoviendo un manejo eficiente".
- En pan de bagazo, el proyecto fue de Franco Castellarín y Luciano Giménez para "agregar valor al subproducto de la elaboración de cerveza, produciendo un alimento alternativo sano y con un alto nivel nutritivo".
- En riclados plásticos, Facundo Marchegiani y Emanuel Ramos se focalizaron en la "búsqueda de alternativa en el reciclado del plástico, fabricando elementos de uso al aire libre, como por ejemplo varillas para alambrado eléctrico".
- En el proyecto de hidrogel, Juan Angeletti apuntó a "generar una propuesta para el uso eficiente del agua de riego, viable para zonas de baja precipitación, incorporando hidrogel, el mismo que se utiliza en la fabricación de pañales descartables".
- Respecto del yogur ovino, Fermín Arróspide y Juan Olasagaste trabajaron para "agregar valor a la leche ovina, produciendo un alimento con alto valor nutritivo, proteico y de fácil digestión (la leche ovina es una alternativa para las personas no tolerantes a la lactosa)".
- En jugos cítricos, Bautista Kremer trabajó en "fabricar jugo artesanal de naranja, utilizando endulzantes naturales (stevia) produciendo un alimento sano y saludable".
- Por último, Francisco Miramont y Juan Santamarina fabricaron briquetas a partir del reciclado de papel, cartones y aserrín, como alternativa para la sustitución de la leña. Este proceso reutiliza materiales reciclables combustibles.

"Esta acción permite generar un banco de proyectos que pueden ser llevados adelante por emprendedores, en nuestro caso concreto, algunos de los entornos formativos con los que cuenta la institución han surgido de esta manera y luego han pasado a convertirse en un trabajo articulado", indicó la entidad.
La institución tiene un convenio con el Ministerio de Trabajo de la provincia de Buenos Aires para el funcionamiento del Centro de Formación Laboral Nº 401 para completar el ciclo de formación de los emprendedores que quieran.