Luego de controlar brotes de la enfermedad en granjas comerciales y sacrificar 2,2 millones de aves, el país elevó a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) un documento para recuperar esa condición
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La Argentina volvió a considerarse libre de Influenza Aviar Altamente Patógena (IAAP) después de una serie de brotes detectados en granjas comerciales, aves de corral y traspatio. El primer caso de la enfermedad, que no genera problemas para el consumo humano de los productos pero sí pérdidas productivas, se detectó en febrero pasado en Salta, lo que hizo que el país autosuspendiera temporalmente las exportaciones. En total se terminaron sacrificando en diversos operativos sanitarios 2,2 millones de aves comerciales.
Ayer, el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa) elevó a la Organización Mundial de Sanidad Animal (OMSA) el documento con la autodeclaración para recuperar el estatus sanitario del que gozaba hasta principio de año, libre de la enfermedad.
“En el día de hoy [por ayer] no existen más casos abiertos”, fue el mensaje que llegó desde el organismo que preside Diana Guillén a los empresarios del sector. Así, desde ayer, el Senasa informó a la OMSA para que la Argentina vuelva a ser reconocida como país libre de influenza aviar luego de transcurridos más de 28 días desde la finalización de las tareas de despoblamiento, que incluye la disposición final y la limpieza y desinfección de las granjas afectadas.
Desde la Secretaría de Agricultura indicaron que se finalizaron las acciones sanitarias con el cierre del último de los 18 brotes detectados en establecimientos comerciales. El secretario del área, Juan José Bahillo, destacó “la articulación con el sector productivo y las instituciones provinciales y nacionales, impulsada por el ministro de Economía, Sergio Massa, para que la Argentina pueda recuperar la estabilidad epidemiológica luego de casi seis meses desde la primera detección en predios de la avicultura”.
Según aclararon desde el sector avícola, si bien la Argentina aún no puede exportar a todos los mercados que tenía antes, como su principal que es China, es un paso significativo para la recuperación de los mercados a donde se exportan los productos avícolas. Cada uno, dijeron, deben ir reconociéndole el estatus sanitario a la Argentina. Por otra parte, contaron que ahora “dependen de la diplomacia de la OMSA en responder rápido” a la solicitud, seguido a las acciones de habilitación de los países importadores. A lo largo de los meses, la Argentina fue logrando acuerdos con cada socio comercial para reabrir las exportaciones a través del sistema de zonificación.
En el Senasa explicaron que el documento elaborado por su Dirección Nacional de Sanidad Animal (DNSA) describe las medidas adoptadas desde la confirmación del primer brote en febrero de 2023, las acciones de sacrificio y desinfección, y la vigilancia epidemiológica realizada, que sustentan el estatus de país libre según el Artículo 10.4.6 del Código Sanitario de los Animales Terrestres de la OMSA.
Tras conocerse la noticia, en el sector remarcaron que “no tener casos abiertos” se convierten en “la luz al final del túnel”. Hay que recordar que la Argentina estaba en plena negociación con China para poder retomar las exportaciones. En este caso, este país “puede esperar a que la OMSA lo valide”. A mediados del mes pasado viajó hasta el gigante asiático el equipo técnico del Senasa y la Secretaría de Agricultura para reunirse con representantes de la Administración General de Aduanas de la República Popular China (GACC) para renegociar las condiciones de una reapertura.
Según contaron en el sector, “con la comunicación bilateral pueden aceptar la restitución del comercio en forma directa, sin esperar la validación de la OMSA”. Esa decisión depende de cada uno de los países importadores.
Durante meses, el Senasa implementó una serie de medidas muy duras para contener la gripe aviar, que incluyó algunas controversias, como la ocurrida en Corrientes con la firma Avícola Santa Ana. Esta firma tuvo que tirar 360.000 huevos porque el organismo sanitario trabó la salida de productos en el marco de un supuesto caso positivo de la enfermedad que distintos test, luego una presentación judicial de la firma, revelaron como negativo.
“Actuamos eficientemente para controlar la enfermedad y dar las garantías de vigilancia epidemiológica, que sustenta que la enfermedad no se encuentra presente en la avicultura nacional. Seguimos trabajando en las herramientas de zonificación, con el objetivo de mantener el comercio internacional sin interrupciones ante un eventual rebrote en aves de corral”, dijo la directora nacional de Sanidad Animal del Senasa, Ximena Melón.
“El trabajo llevado a cabo por la DNSA, sus áreas operativas en las regiones, el laboratorio nacional del Senasa, junto a la articulación con el sector productivo y las instituciones provinciales y nacionales, permitió recuperar la estabilidad epidemiológica luego de transcurridos casi seis meses desde la primera detección en predios de la avicultura”, agregó.
Por su parte, Javier Prida, presidente de la Cámara Argentina de Productores Avícolas (CAPIA), indicó: “Es una muy buena noticia, y la celebramos, pero tenemos mucho trabajo por delante en las próximas dos semanas para la reapertura formal de todos los mercados, lo que va a requerir de una articulación total con las autoridades para que el proceso sea ordenado y efectivo. Hacia adelante, tenemos como premisa la prevención como parte de una política de Estado que es indispensable para el sector a la luz de lo que hemos vivido este año”.
Con información de Agencia Reuters
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