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Abundante, atractiva y con signos que parecen sugerirnos claves para entender el presente, la literatura testimonial sobre la vida de frontera con el indio durante el siglo XIX no suele recibir suficiente consideración. Eso a pesar de que debe incluirse en ella una de las más grandes obras de nuestras letras, Una excursión a los indios ranqueles , de Lucio V. Mansilla, y un pequeño clásico: La guerra al malón , del comandante Manuel Prado. La ocasión de ocuparnos de este último es motivada por la exhibición de las cuarenta y cinco obras del artista Carlos Alonso, en el Centro Cultural Borges, realizadas en 1964 para ilustrar una edición bajo el sello de la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba).
Prado ingresó al Colegio Militar en 1876, cuando aún no tenía catorce años de edad y un año después, egresado como aspirante, fue enviado a Trenque Lauquen, bajo las órdenes del general Conrado Villegas. Desarrolló casi toda su juventud militar en los fortines sureños y participó de la campaña comandada por el general Julio A. Roca. Luego de treinta y dos años de servicio se retiró y se dedicó, entre otras actividades, al periodismo en LA NACION y otros diarios de la época.
En 1907 dio a conocer su hoy famoso libro. Dijo entonces que para ello lo habían motivado el escritor y periodista Roberto J. Payró y el ilustrador Martín Malharro. Ambos también colaboraban con el diario de Bartolomé Mitre, y el segundo había ilustrado el libro de Martiniano Leguizamón, Recuerdos de la tierra. Pero, evidentemente, Prado tenía pasta para las letras. Su pluma es sencilla pero sabe cómo evocar, interesar, impresionar y emocionar; prepara lo que va a contar: "La pampa se extendía en torno nuestro, dilatada y silenciosa, sin que de su seno gigante se escapara otro rumor que el del viento al filtrarse a través de los altos pajonales".
Su estilo sugiere que, también, debe haber sido un conversador locuaz. Además del libro que nos ocupa, se conservan varias de sus conferencias, un libro titulado Instrucción militar y otro de relatos testimoniales (especie de prolongación de La guerra al malón ), que se dio a conocer como Conquista de la pampa en 1935, tres años después de su muerte.
Como se dijo, la literatura de este tipo es abundante. El mayor Eduardo Ramayón, por ejemplo, escribió Las caballadas en la guerra del indio , y Eduardo Gutiérrez, Croquis y siluetas militares. Pero si Ramayón dio una obra que por momentos parece un informe castrense y Gutiérrez unas evocaciones por lo general risueñas, Prado optó por un relato de mayor realismo. Lo que, referido al ambiente y época pertinente, quiere decir mayor crudeza. A ello agregó no pocos pasajes críticos sobre las decisiones de gobierno y recuerdos conmiserativos hacia los sufridos "enganchados", milicos viejos, mujeres cuarteleras e indios. También es conocida su enojada opinión sobre en qué manos habían terminado las numerosas leguas arrebatadas a los indios.
El resultado fue un libro al que siempre se le prestó atención y que, desde los años sesenta, tuvo su lugar en colecciones de literatura argentina y cátedras de estudio. La decisión de Eudeba, que pocos años antes había encargado similar tarea para el Martín Fierro al artista Juan Carlos Castagnino, fue una demostración más de esto. Pero si la obra de Hernández y Castagnino se reeditó un par de veces, la de Prado y Alonso no tuvo esa suerte.
La historia de esta edición tuvo, sin embargo, una feliz consecuencia. Alonso -ya entonces figura destacada de la plástica argentina- encaró la tarea en General Villegas, adonde vivió casi un año para "impregnarse" del ambiente de la pampa y la vida rural. Al fin, sus tintas, carbones, lápices, acuarelas, témperas y collages, de enorme expresividad, mostraron secuencias de la vida ruda, desamparada e injusta de los fortines y las expediciones. Por suerte, un grupo de interesados villeguenses adquirió estos trabajos y los donó al municipio, que creó un museo de Bellas Artes al solo efecto de resguardarlos y exhibirlos. Su exposición en Buenos Aires incluye fotos de la campaña de Roca y fragmentos de los escritos originales de Prado.
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