Según un informe de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, aumentó la siembra directa, el rinde del cereal, su fertilización y la utilización de biológicos, entre otras variables
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La Bolsa de Cereales de Buenos Aires difundió el Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada (ReTAA) correspondiente a la campaña 2021/2022 de trigo. Entre otros, estos son los puntos destacados:
- Hubo un aumento de la superficie sembrada, con 6,6 millones de hectáreas de trigo, siendo la segunda superficie más alta de la serie histórica junto con la del ciclo 2019/20. En términos regionales, se registró una caída del área en el NOA debido a déficit hídrico y en el sur del área agrícola por la competencia con cebada. Por otro lado, se observó una recuperación de la misma en el centro del área agrícola, sobre lotes que no se pudieron implantar durante el ciclo anterior por déficit hídrico.
- También se registró un ascenso del rendimiento que fue de 34,4 qq/ ha mostrando un incremento de 21,9 % en comparación al ciclo previo.
- La siembra directa recuperó adopción y alcanzó el 90% del área sembrada, tres puntos por encima de la campaña anterior. El norte de Santa Fe y sudoeste de la provincia de Buenos Aires y el sur de La Pampa presentaron los valores más bajos de adopción de siembra directa, debido a la utilización de labranza como mecanismo de control de malezas resistentes y al precio de los fitosanitarios y combustibles.
- La densidad de siembra promedio para trigo a nivel nacional fue de 112 kilos de semillas/ha. En el norte de la región se observan las menores densidades, esto se debe a que el trigo suele ser utilizado como cultivo doble propósito. En años donde las condiciones ambientales son óptimas se cosecha el grano. Por otro lado, se puede dejar como cobertura, aporta carbono al suelo, mejora la porosidad y la estructura del mismo.
- El porcentaje de semillas tratadas en trigo a nivel nacional fue de 94%. Este valor presenta sus variabilidades a nivel regional, el porcentaje de tratamiento más bajo se observó en el norte del país.
- Se observó un aumento en el uso de biológicos, categoría que incluye la utilización de biofungicidas, bioestimulantes y promotores del crecimiento. Estos productos muestran una tendencia positiva en las últimas campañas.
- A nivel país, la dosis promedio de nitrógeno aumentó 13% en relación con la campaña anterior, fue de 77 kg/ha, mientras que la dosis promedio de fósforo se mantuvo; se ubicó en 13,5 kg/ha. Las regiones del NOA, NEA, norte de Santa Fe y norte-centro de Córdoba presentan las dosis más bajas debido al déficit hídrico ocurrido durante el ciclo del cultivo. De todas maneras, las dosis fueron superiores en comparación a la campaña anterior.
- El 25% de los productores realizó análisis de suelo en trigo, valor que se mantiene prácticamente sin variaciones a lo largo de las últimas campañas. Uno de los valores más altos se observó en el sudeste de Buenos Aires, donde el porcentaje aumentó seis puntos. a 39%. Este valor se debe principalmente a la importancia de la producción de trigo en la zona y a la deficiencia de fósforo en los suelos de la región. Por otro lado, San Luis presentó el mayor porcentaje, a 43%, vinculado a la producción del cultivo en zonas con riego.
- La adopción de nivel tecnológico medio fue del 54%, alto 33% y bajo 13%. En comparación a la campaña anterior, se observó un pasaje de dos puntos del nivel medio hacia el alto. Las zonas con mayor adopción de tecnología en trigo fueron el núcleo sur, norte de La Pampa, oeste, centro y sudeste de Buenos Aires.
LA NACION
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