Se montó una muestra de historietas gauchescas en Recoleta
Hasta el 20 de este mes se realiza en el Espacio Historieta, del Centro Cultural Recoleta, la muestra "La historieta gauchesca", con el auspicio del Museo de la Caricatura Severo Vaccaro. La iniciativa permite encontrarse con originales de los dibujantes Eduardo Miranda, Enrique Rapella, Carlos Roume, José María Taggino y Raúl Roux, verdaderos maestros del cómic de tema rural en sus vertientes tanto dramática como de aventuras.
Si bien la historieta de factura nacional tiene un temprano desarrollo, la temática gauchesca prácticamente no apareció hasta la década de 1940, lo que por cierto coincide con el apogeo del género en la Argentina.
Así, y aunque Raúl Roux dibujó algunos motivos gauchescos en el diario Crítica en la década anterior, se considera que las tiras de ambiente campero comienzan un camino de éxito cuando en 1939 Enrique Rapella creó, para La Razón, su "Cirilo, el Audaz". Rapella, que también se dedicó a pintar acuarelas, ideó otros dos personajes legendarios: El Huinca, que tuvo publicación propia, y Fabián Leyes, que apareció en La Prensa.
En 1928 Ramón Columba fundó El Tony, revista dedicada exclusivamente a la historieta, y en 1936 Dante Quinterno lanzó Patoruzú. El éxito sostenido de las revistas de historietas en las décadas siguientes nos deja hoy perplejos: en la década de 1950 las ventas netas mensuales de las publicaciones argentinas de cómic superaban el millón de ejemplares y la mitad de la circulación nacional de revistas era cubierta por dos publicaciones del género, Rico Tipo y Patoruzú.
En esos años de oro, desarrollaron su actividad los artistas que hoy exponen en el centro cultural. Eduardo Miranda ñque entre 1963 y 1979 dibujó en LA NACION la tira "Figuras de nuestra tierra"ñ creó personajes como Lisandro Laguna y El Sargento Robles. La vigorosa pluma de Carlos Roume ilustró, entre otros, guiones gauchescos del legendario Héctor Oesterheld, como "Santos Bravo" y "Nahuel Barros", y se dedicó, además, al relato de tipo histórico, como el episodio de la muerte de Manuel Dorrego. También Taggino desarrolló diversos capítulos del pasado argentino.
Indudablemente, el ambiente rural, sus protagonistas y sucesos conocidos ñla lucha de los caudillos, la guerra contra el indioñ permitían el desarrollo de historias dramáticas, folletinescas y de aventuras. Pero no está de más señalar que este auge se correspondió con una etapa política del país ñque sintetiza, pero que no es exclusiva del peronismoñ, y que potenció otras producciones de similar interés argentino y nacionalista, sobre todo en el cine y en la radio. Una tapa de la revista El Huinca, que se expone, resulta elocuente en este sentido: sus titulares dicen, por ejemplo, "Historias criollas", "Auténticamente argentinas", "Momentos estelares de la argentinidad".
Lamentablemente no están en la muestra ñlo que obliga a recordarlosñ dos personajes que también hicieron historia en la historieta: Lindor Covas, que creó Walter Ciocca, y Cabo Savino, que salieron del talento de Carlos Casalla y Julio Alvarez Cao. Ambos se publicaron en los años 50 en La Razón.
Hacia fines de esta década, el mercado de las revistas de historietas comenzó a decaer (sugestivamente se corresponde con la aparición de la televisión) y sólo tuvo un repunte pasajero a fines de los años 60 y comienzos de los 70. Por entonces, las revistas de Editorial Columba todavía mostraban varios personajes gauchescos como Cabo Savino, Martín Toro y Pehuén Curá. A partir de entonces, la declinación de la temática criollista es evidente. Y si bien en los años 80 Enrique Breccia desarrolló en Superhumor algunas historias de tipo gauchesco ñcomo "La espera" y "La Guerra del Desierto"ñ, hoy sólo cabría mencionar el ya clásico Inodoro Pereyra, de Roberto Fontanarrosa, en el campo del humor y la parodia.
En recuerdo
- A los 93 años murió, el miércoles pasado, Dante Quinterno, célebre autor de Patoruzú, entre otros personajes. Debutó como dibujante en 1925, con la tira "Pan y truco", publicada en "El Suplemento". En los años 50 se dedicó a la actividad agropecuaria en el interior bonaerense, y en ese tiempo fundó la revista "Dinámica Rural".