
Cartocor empezó a trabajar como una división del Grupo Arcor y ahora hace negocios independientes
Nació como sociedad anónima en 1981 y hoy exporta el 5% de su producción.
1 minuto de lectura'
Se puede decir que Cartocor (empresa del grupo Arcor) comenzó a vender cartón corrugado a terceros sin realmente proponérselo.
La historia de Cartocor cuenta que la empresa nació como una necesidad de ampliación del grupo que venía haciendo sus propios envases desde 1962. Pero ese camino de crecimiento, cuidadosamente planificado por Arcor, realizó un giro inesperado cuando se detectó que para que la inversión fuera rentable se debían instalar fábricas muy grandes. Según explicó el ingeniero Mario Valente, gerente de la compañía, "para hacer una inversión de ese tipo nos dimos cuenta de que era necesario hacer una inversión grande o no hacer nada. Y se decidió hacer algo grande, lo cuál dio un excedente para volcar a los mercados de terceros".
Valente vuela atrás en el tiempo y explica que Cartocor arrancó como sociedad anónima en 1981 en Paraná, Entre Ríos. A partir de allí comenzó una serie sucesiva de ampliaciones. En el 95 se puso en marcha una planta en Arroyito y en el 97 se creó una planta nueva en Luján, hasta los tiempos actuales, en los que Arcor sigue apostando sus fichas por el negocio del cartón y ha decidido hacer una inversión de 4 millones de dólares. En este caso, se trata de la adquisición de tres máquinas de última tecnología para sus plantas de Cartocor SA en Luján y Paraná, lo que le permitirá aumentar su producción en un 15 por ciento.
-¿Cómo está el mercado del cartón hoy en la Argentina?
-El negocio del cartón es un mercado que creció desde el año 91 hasta 98 al 5 por ciento anual, salvo el tequila (en el año 95). Estos son datos de la Asociación Fabricantes de Celulosa y Papel, pero en el 99 bajó un 4 por ciento. Para el sector de envases éste fue un año muy difícil porque el papel a nivel internacional, como todos los commodities, en la segunda mitad del año pasado y lo que va de este año ha tenido un incremento importante.
El papel subió en el orden de un 30,40 por ciento y en algunos casos más. Se ha llegado a duplicar el precio del papel a nivel internaciona y hoy trasladar esos precios del papel al consumo en la Argentina es dificilísimo.
-¿Por qué se decidió invertir en este momento en el que al incremento en el precio del papel se suma el hecho de que el país está atravesando un momento de recesión económica?
-Nosotros estamos apostando a que el segundo semestre acompañe el crecimiento y tengamos el despegue que todos estamos esperando. Además, la inversión de esta maquina se decidió a mediados del año pasado,ya que su construcción demora alrededor de un año. Pero bueno son los riesgos.
Si bien éste fue un año muy difiícil para el cartón, nosotros en este negocio no estamos coyunturalmente, lo pensamos a mediano y largo plazo. El año pasado fue muy complicado. El Grupo Arcor apuesta en Cartocor porque le interesa y cree en el negocio del cartón. Igualmente, hay que admitir que desde el año pasado la situación es muy complicada, nosotros salvamos las papas, pero esta suba del papel nos ha pegado a todos los convertidores muy fuerte. Los convertidores de papel en Estados Unidos, con una economía creciendo al 4 o 5 por ciento, trasladaron los aumentos del papel a la calle y el mercado se los absorbió. En Europa pasó prácticamente lo mismo, pero acá, con un mercado súper recesivo, hubo que trasladar aumentos, pero fue muy dificil y no se pudo trasladar el que los papeles realmente tuvieron.
-¿Cuándo comienzan a exportar sus productos a los países limítrofes (Chile, Brasil,Uruguay, Bolivia, Paraguay)?
-Cartocor tiene una exportación directa de cajas del 5 por ciento. Hace más de 10 años que comenzamos a exportar. Para poder estar exportando hoy el 5 por ciento de la producción, eso es casi 10 millones de dólares al año, nos llevo más de diez años. De los cuales los primeros 5 estuvimos calentando sillas, buscando que nos tiendan, desarrollando productos, ganándonos la confianza de los consumidores. Hemos llegado a ir a exportar a Chile, y a otros países también, teniendo vigente en la Argentina cuatro tipos distintos de cambio.
Y en el momento en que estaba arancelada la exportación, o sea que había que pagar el 15 por ciento de arancel que había que depositar antes de salir a exportar el producto. Durante todo ese tiempo nosotros fuimos haciendo la escuela de la exportación, porque creíamos que en algún momento iba a mejorar.
Para poder hacerlo hubo que luchar fundamentalmente contra la desconfianza del país, o sea, cuando vos ibas a un país limítrofe prolijito como era Chile, por ejemplo, te decían: "Pero ustedes, Argentina con el 2000 por ciento de inflación me hablan de exportar, ¡exportar qué!". Realmente el proceso de las exportaciones lo comenzamos hace más de 10 años, y es un proceso lento y requiere estar permanentemente creando y desarrollando cosas. Porque para vender de lo mismo no te lo compran a vos.





