Cinco interrogantes pendientes sobre el acuerdo con el FMI
Plazos de pago, cronograma de desembolsos y exigencias del organismo, los puntos clave que todavía faltan conocer de la negociación
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Luego de la confirmación de que el FMI y la Argentina concretarán un nuevo programa de facilidades extendidas por US$20.000 millones, todavía hay al menos cinco interrogantes que deben resolverse. El acuerdo anunciado implica que los desembolsos del Fondo se harán de manera gradual y que el país tiene un período de gracia de cuatro años y medio para devolver el capital.
La Argentina le debe todavía al organismo US$42.200 millones de capital, a raíz del programa anterior que se negoció durante la administración de Alberto Fernández, que a su vez fue solicitado para pagar el préstamo que se había tomado durante el gobierno de Mauricio Macri. Asimismo, también hay vencimientos de intereses con el FMI por US$16.100 millones repartidos hasta 2033, según el detalle de la Secretaría de Finanzas.
Desembolso inicial
El Banco Central (BCRA) acumula ventas de más de US$1600 millones en los últimos 10 días hábiles. Según estimaciones privadas, las reservas netas serían negativas en torno a US$8000 millones. El Gobierno dice que en los próximos años sobrarán dólares en la Argentina por el ingreso de divisas de la energía y la minería, pero ahora necesita un puente financiero para llegar a esa instancia. Es por eso que el equipo económico negocia con el FMI que la mayor parte de los US$20.000 millones sean desembolsados a comienzos del programa.
La consultora 1816 indicó que de los más de 300 programas aprobados por el FMI desde 2000, en el 59% de los casos el primer desembolso no llegó al 20% del monto acordado (lo que en este caso serían US$4000 millones) y en el 92% ese primer desembolso no llegó al 50% (que en este caso serían US$10.000 millones). “Parece evidente que la Argentina busca un porcentaje por fuera de la norma, algo que bajo ninguna circunstancia puede descartarse porque es lo que el propio Luis Caputo parece anticipar”, dijeron.
Adicionalmente, el ministro de Economía explicó que también se está negociando con otros organismos multilaterales, como el Banco Mundial, el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) y el Banco de Desarrollo de América Latina (CAF), para obtener otros préstamos adicionales, que sumarían otros US$4000 millones.
Cronograma de desembolsos
El Gobierno busca que el resto de los aportes se concentren en los primeros meses para pagar otros vencimientos de deuda. Por lo pronto, este año el país enfrenta alrededor de US$6300 millones de vencimientos en moneda extranjera, de los cuales US$4200 millones deben pagarse en julio a acreedores privados. Luego hay vencimientos de US$300 millones con el Banco Mundial, US$1100 millones con el BID y US$600 millones con otros organismos multilaterales.
El objetivo oficial es lograr que el acuerdo con el FMI también permita bajar el riesgo país, que actualmente se encuentra en 777 puntos básicos, a menos de 500, para que el Gobierno pueda acceder al mercado internacional de deuda a refinanciar parte de los vencimientos. En el verano, por ejemplo, cuando el riesgo país estaba en 610 puntos, el Banco Central cerró un préstamo REPO por US$1000 millones con cinco bancos internacionales.
En total, hasta mayo 2029, hay vencimientos de capital con el FMI por US$14.400 millones, con lo cual con el nuevo préstamo de US$20.000 millones, existiría un financiamiento neto de US$6600 millones. Pero, si se considera también el pago de intereses, la cifra supera los US$24.000 millones, con lo cual el flujo seguiría siendo negativo, dijo la consultora Outlier.
Aporte de los multilaterales
Otra duda que falta por despejar es el aporte que harían los organismos multilaterales. El ministro de Economía dijo que con todos los desembolsos, las reservas brutas del BCRA, que actualmente son US$26.000 millones, subirán a US$50.000 millones. Por lo tanto, se deduce que el Banco Mundial, BID y CAF aportarán en total US$4000 millones.
Sin embargo, a diferencia del FMI, los organismos multilaterales otorgan créditos para proyectos de infraestructura o de educación, por lo tanto, deberá haber alguna contraprestación por ese dinero.
El Gobierno también está negociando con los bancos para que inviertan en un fondo que sirva de garantía para financiar la construcción de líneas eléctricas. Este mecanismo es similar al préstamo que, en 2017, el Banco Mundial otorgó de US$480 millones para respaldar el Fondo para el Desarrollo de Energías Renovables (Foder), destinado a garantizar el pago de proyectos de energía renovable.
Política cambiaria
Otro de los puntos que más incertidumbre genera en el mercado es si se va a mantener el crawling peg (devaluación diaria) del 1% mensual del tipo de cambio oficial y el dólar blend, que permite a los exportadores liquidar el 20% al contado con liquidación (CCL), o si el FMI va a exigir cambios. También se habló de que podrían aplicarse bandas cambiarias, como sucedió bajo la presidencia de Guido Sandleris en el BCRA, que apuntan a limitar la volatilidad cambiaria.
El equipo económico negó que el FMI exija cambios en la política cambiaria o una quita del cepo. “El Fondo no exige nada porque nosotros ya hicimos el ajuste fiscal de cinco puntos del PBI. Cuando nosotros estemos seguros de que no va a haber ningún riesgo, vamos a hacer cambios en la política monetaria. Obviamente que la capitalización del Banco Central y poner dólares de libre disponibilidad acelera esos tiempos, pero se van a hacer cuando estemos seguros de que no haya ningún tipo de tensión”, dijo Federico Furiase, director del BCRA, en una entrevista con A24.
Dividendos encerrados
Según estimaciones privadas, en total habría alrededor de entre US$7000 y US$10.000 millones de dividendos “atrapados” en el país, punto clave en la agenda de las firmas multinacionales.
En caso de quitar el cepo, el BCRA podría aplicar un esquema de cuotas para el giro de dividendos, como implementó en su momento el gobierno de Mauricio Macri cuando levantó las restricciones a fines de 2015. La otra opción es que la entidad monetaria vuelva a emitir los bonos Bopreal para cubrir esos saldos.
Estos instrumentos (Bonos para la Reconstrucción de una Argentina Libre) fueron creados por la gestión actual y entregados a importadores por deudas comerciales con el exterior, aunque después se amplió la emisión también a las empresas que querían girar utilidades. En total, se emitieron estas letras por US$10.000 millones, de los cuales alrededor de US$1700 millones se destinaron al giro de dividendos, según comunicó en su momento el BCRA.









