Con un buque en su honor, el papa Francisco unirá a Montevideo con Buenos Aires

"Francisco Papa". El nombre del primer papa argentino estará presente en el Río de la Plata desde mañana, cuando la empresa Buquebus inaugure el barco en su honor, con la presencia de los presidentes de la Argentina, Cristina Kirchner, y de Uruguay, José "Pepe" Mujica, en medio de una reavivada tensión por la ex Botnia.

Mañana, a las 20, Cristina y Mujica estarán lado a lado en la terminal de Buquebus de Puerto Madero, donde la Presidenta bautizará al nuevo buque que homenajea al ex arzobispo porteño Jorge Bergoglio. No se informó si los presidentes tendrán una conversación privada durante el breve paso del presidente uruguayo por Buenos Aires, después de que Mujica autorizara a la planta UPM (ex Botnia) a aumentar su producción en la región del río Uruguay.

El acto se verá opacado por una manifestación convocada por los asambleístas de Gualeguaychú, que rechazan la decisión del mandatario uruguayo, y, en medio de su campaña, también pidieron la ayuda del Papa.

Alejado de las tensiones, "Francisco Papa" es una propuesta de Buquebus para unir las capitales de ambos países en dos horas y cuarto de viaje. Los turistas podrán comenzar a utilizarlo el miércoles próximo, con una frecuencia de dos viajes diarios de ida y vuelta.

El buque tiene capacidad para 976 pasajeros acomodados en cuatro categorías y puede transportar 150 automóviles.

La empresa describe a "Francisco Papa" como un buque "amigable con el medio ambiente" ya que, según comentó el dueño de la empresa, Juan Carlos López Mena, tiene reducidas sus emisiones contaminantes al exterior en un 98% por un sistema de regasificación interna.

Según el sitio uruguayo La Red 21, la construcción del barco tuvo lugar en Nueva Zelanda durante tres años y llegó recientemente a Montevideo, donde se ultimaron los detalles para su primer viaje.

López Mena explicó que "Francisco Papa" requirió una inversión total de 150 millones de dólares; la mayoría con financiación propia, aunque con un aporte de 18 millones de dólares del Banco República Oriental del Uruguay y algo más de 20 millones del Santander.