
Decretaron la quiebra de la cadena de vinotecas Savoy
Debe a sus proveedores más de $ 5 millones y arrastra una cuantiosa deuda fiscal
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Una nueva firma de reconocida popularidad acaba de sumarse a la lista de marcas famosas jaqueadas por un traspie financiero. La justicia decretó la quiebra de Marangós Hnos., la sociedad que operaba la cadena de vinotecas Savoy.
La empresa, creada en 1943, le debe a sus proveedores más de cinco millones de pesos, tiene compromisos pendientes con el fisco por alrededor de un millón, y su titular, Héctor Marangós, carga con una deuda privada de aproximadamente $ 800.000. Las compañías damnificados son unas 40.
El principal acreedor es la Bodega Chandon, que le proveía alrededor del 25 por ciento de la mercadería. También se encuentra en una situación crítica un reconocido importador de champagne francés de alta gama, con acreencias por 300.000 dólares.
Antes de recibir la notificación, la sociedad familiar dejó de operar sus locales de Callao 35 y Pueyrredón 2180. A principios de este año ya había bajado la persiana otra boca en Agüero y Juncal.
Los locales que aún continúan funcionando son los que pertenecen a sus franquiciantes: dos en la costa atlántica, uno en Barrio Norte y otro en la peatonal Florida. Su continuidad, se asegura, está supeditada a la determinación que tome la Justicia respecto de la propiedad de la marca.
Savoy era, junto con Sarfati, Ligier y Tonel Privado, la cadena dedicada a la venta bebidas alcohólicas con mayor número de puntos de venta. Incluso, un año atrás, llegó a lanzar un programa de franquicias para ampliar su red. A cambio de una inversión inicial de 50.000 dólares y una comisión de 25.000, prometía un contrato por cinco años y asesoría para desarrollar el negocio.
Savoy ya había tenido un traspié hacia 1998, al no poder afrontar un pasivo varias veces millonario. Pero en aquella oportunidad, bodegas e importadores decidieron sentarse a negociar para evitar su quiebra. De aquel concurso, de acuerdo con Héctor Marangós, el pasivo reprogramado es de 1,5 millón. Pero según tres proveedores consultados sería superior a seis millones.
Significativa deuda
Tras el concurso preventivo, la cadena volvió a contraer una deuda significativa. En octubre último, ante la amenaza de no contar con mercadería para afrontar las ventas de fin de año, ofreció cheques con pago diferido para enero, con el aval de Juan Mirena, ex titular de la Cámara Argentina de Supermercados y actual propietario del hotel Sheraton de Pilar.
Con los cheques de Mirena logró cancelar el pasivo y logro stock para pasar las fiestas. La deuda por la compra de esta mercadería por valor de 3,5 millones, según Marangós, es la que originó su quiebra.
En enero, cuando los proveedores comenzaron a llamar a la casa central para cobrar, nadie tuvo suerte. El titular de la sociedad recién volvió a escena en febrero, con una propuesta que todos consideraron descabellada. "Para pagarnos nos pedía una quita del 50% y el resto a cancelar en cinco años, sin intereses ni nada", explicó un acreedor, que dijo que cree estar en presencia de un presunto intento de defraudación.
El malestar que produjo la propuesta fue enorme. Hacia marzo los deudores comenzaron a reunirse para tratar de definir un plan de acción. Pero Savoy les ganó de mano y bajó la persiana.
Héctor Marangós admitió anoche su crítica situación financiera y negó estar prófugo, tal como se rumoreaba en el mercado. El empresario, hijo del fundador de la firma, también negó asidero a las versiones que indicaban la existencia de un acuerdo societario con el ex supermercadista Juan Mirena.
Para justificar la acumulación de deuda, Marangós no aceptó haber cometido errores en la administración. Culpó, por el contrario, a los proveedores que no le vendían mercadería "a los mismos precios que a los supermercados", y dijo sentirse perjudicado por los reiterados reclamos sociales que tienen como epicentro al Congreso de la Nación, ubicado a 50 metros de su local de la calle Callao. "La carpa blanca, las ollas populares, las protestas de jubilados y las marchas permanentes -argumentó- me hacían perder por año el equivalente a tres meses de venta".
Pionera en el armado de una cadena para la venta de vinos, whiskies, licores, champagnes y delicatessen, Savoy hizo punta también a la hora de instalarse en la Red, a principios de 1999, para la venta directa por Internet. Su gerente de Marketing, Maximiliano Marangós había asegurado a este diario, un año atrás, que los despachos por este canal representaban casi el 10 por ciento de las ventas totales de la firma.





