A la espera de señales que permitan orientar la inversión
La política, el cepo, las tasas y las Leliq, temas protagonistas de la primera semana después de las elecciones presidenciales
Tiempo de descuento. Se acabó la incertidumbre electoral y se avanza ahora en una nueva etapa. Los inversores estarán en los próximos poco menos de 40 días esperando definiciones de equipos y de lineamientos concretos de política económica y financiera. O, al menos, esperando señales que permitan ir reduciendo los diferentes posibles escenarios de los próximos meses.
La primera semana de la transición no dejó mucho en cuanto a definiciones, aunque esperar más habría sido muy ambicioso. Solo se puede hablar de algunas fotos políticas que, en principio, sí permiten saber que las semanas de aquí al 10 de diciembre serán coordinadas y ordenadas entre el gobierno electo y el gobierno saliente.
También dejó, claro, un endurecimiento del cepo cambiario, que no está vinculado a un plan integral, sino que tiene como objetivo simple y claro el "cuidar" los pocos dólares que quedan. Las reservas netas ya están en torno a los US$11.700 millones, contra los más de US$18.300 millones que había antes de las PASO.Con este nuevo "super ajuste" a las compras permitidas de dólares para atesoramiento, el goteo de reservas en las próximas semanas se reduce así básicamente a dos variables: lo que se vaya por pagos de deuda (algo inevitable, si se busca no entrar en default antes de una reestructuración de deuda), y el comportamiento de los depósitos en dólares (que deberían estabilizarse).
Por otra parte, la semana dejó algunas señales de política monetaria.A pedido de Fernández, o no, se aceleró el ajuste a la baja del stock de Leliq y de la tasa de interés. No obstante, ambas medidas presionan sobre la brecha del tipo de cambio (hoy está en niveles superiores al 30%) y sobre las expectativas de inflación.
Es claro que la incertidumbre se mantendrá alta y solo se iría despejando con el correr de las semanas. Incluso, hay que tener en cuenta que a medida que pasen ruedas sin novedades sobre políticas, la volatilidad de los activos financieros se irá acentuando.Recién cuando se pueda saber y entender qué medidas implementará el nuevo gobierno, se podrán proyectar las variables más relevantes para la toma de decisiones financieras, y en consecuencia llegará un "barajar y dar nuevo" en lo que respecta a inversiones. Mientras tanto, habrá que mantener cierta cautela. Ser defensivos o conservadores sigue siendo un buen consejo. Para ser audaz ya habrá tiempo.
De hecho, parece ser que en el universo de inversores se diferencian solo dos perfiles: los conservadores o los agresivos. Para los primeros, las cauciones en dólares son una alternativa a un plazo fijo bancario, y el mismo instrumento en pesos también es válido para quienes tienen o necesitan liquidez en pesos -son colocaciones de corto plazo y con garantía de BYMA-.Los fondos comunes de inversión (FCI) de money market también lo son para este mismo inversor, con un rendimiento promedio de 4% en el último mes. Mientras tanto, para quienes busquen mantenerse fuera del riesgo argentino existen opciones dentro de los fondos (enfocados en América Latina) o bien activos directamente en el exterior.
Para los que estén dispuestos a asumir riesgo y mantengan expectativas positivas sobre el programa económico futuro y sobre las negociaciones de deuda, se entiende que los bonos y las acciones son opciones. Ahora, lo que acá será clave es el camino que tome la reestructuración. Los precios de los bonos soberanos en dólares descuentan hoy una posible quita en términos de valor presente, neto del orden del 50%/55% o un poco más. En consecuencia, se estaría en un escenario intermedio entre una quita cercana a la de "la Argentina 2005" (75%) y un reperfilamiento de la deuda "a la uruguaya", como ha llegado a mencionar Alberto Fernández. En esta última opción no se contemplaría una quita de capital e interés y solo se apuntaría a un alargamiento de los plazos de vencimientos, con el resultado de una quita de VPN (valor presente neto) del orden del 10%/15%. No obstante, el análisis lleva a descartar ambos extremos.
Por ende, será clave cómo se encaminen las negociaciones (que no solo serán con acreedores privados, sino también con el FMI), para ver qué tanto valor o no hay en los bonos hoy. Si el inversor considera que la propuesta será mejor a la que se estima a priori, los títulos serán interesantes. En ese escenario, se recomienda hacer foco en los bonos de la parte larga de la curva y de legislación extranjera, con la finalidad de comprimir parcialmente el riesgo asumido. En cuanto a las acciones, el escenario en acciones no es muy diferente. Dada la correlación entre el EMBI ARG y el Merval en dólares del orden del 90% (negativa), si se proyecta una salida rápida y amigable para la deuda, la renta variable tendrá un potencial de up side importante.