Subsidios: cómo funcionan y qué evolución tuvieron en la Argentina
1 Subsidios. La práctica de subsidiar al sector privado es muchas veces percibida como una actividad sospechosa e improductiva. Sin embargo, la asignación transparente y eficiente de subsidios cumple una función clave en la promoción del desarrollo social y económico. Un subsidio puede ser definido como cualquier asistencia o incentivo gubernamental, en efectivo o especie, hacia sectores privados, respecto de la cual el Gobierno no recibe a cambio compensación equivalente. Esta definición incluye operaciones que le permiten al productor percibir retornos más altos que los que hubiera percibido en un mercado competitivo (subsidio a los productores), y a los consumidores, recibir bienes o servicios por debajo de su valor económico de mercado (subsidios al consumo).
2 Oferta y demanda. El subsidio a la oferta se da cuando el Estado le otorga dinero a un agente económico para que las tarifas, en términos generales, no aumenten para nadie. Lo positivo del sistema, desde lo operativo, es que le resulta más fácil al Estado administrar el subsidio, dado que se lo da a la empresa y ella lo aplica entre los usuarios. Lo negativo es que, así, se les otorga la ayuda a todos los usuarios sin distinción. El subsidio de demanda tiene su lado positivo en que lo pide y lo recibe aquel que realmente lo necesita. Por otro lado, desde lo administrativo, es mucho más engorroso su otorgamiento y su gestión para el Estado, dado que deben tratar con cada uno de los aspirantes al subsidio, en lugar de "negociar" solo con la empresa proveedora del servicio.
3 Evolución local. Entre 2006 y 2014, los subsidios aumentaron en más de cinco veces como porcentaje del PBI. Mientras que en 2006 equivalían al 0,9% del PBI, en 2014 se acercaron al 5%. La energía explicó en aquel pico el 70% de los subsidios. Mientras que el transporte recibe alrededor del 1,2% del PBI, la energía absorbe el 3,3%. El resto de los subsidios (0,3%) tiene como destinos el agua y el saneamiento en empresas públicas, entre otros. La política de energía barata incentivó un mayor consumo y una caída de la oferta, lo cual generó un déficit de la balanza energética de más de US$6900 millones en su mayor registro anual. A partir de entonces, los subsidios comenzaron a reducirse de forma gradual hasta alcanzar el 1,6% del PBI en 2019 (en octubre de este año representaban el 2,1% del producto).
4 Formas. Hay varias modalidades. La de transferencias monetarias consiste en el otorgamiento de dinero para compensar aumentos en el costo del servicio. La de transferencias diferenciales es una modalidad que intentan segmentar la tarifa, con el objetivo de beneficiar a los más desfavorecidos. En tercer lugar está el sistema de "vouchers", un subsidio a la demanda que permite su adjudicación únicamente a un servicio en particular. Existen también los subsidios cruzados con mecanismos de autoselección, que se aplican cuando coexisten servicios de distinta calidad. Asumiendo que los usuarios de ingresos más altos prefieren pagar por un servicio de mejor calidad, se fija una tarifa para ese segmento de mercado por encima del costo. Por último, están los subsidios condicionados y no condicionados a la oferta: los primero se encuentra vinculados a la performance del servicio prestado por la empresa; los segundos, no.
5 Aplicación.Los subsidios pueden ser una buena herramienta para corregir las imperfecciones del mercado. Por ejemplo, los subsidios pueden alentar a las empresas a invertir en investigación y desarrollo que beneficien no solo a su empresa, sino también a la industria o la sociedad. Sin embargo, la mala aplicación de los subsidios puede derivar en severos problemas: gastos innecesarios para el gobierno, distorsiones en precios relativos y aumento de la desigualdad si benefician de manera desproporcionada a quienes más consumen.
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