Edenor y Edesur suman un conflicto gremial a sus problemas de caja

Noemí Rial, la viceministra de Trabajo, le advirtió ayer a Oscar Lescano, secretario general de Luz y Fuerza, casi en un ruego: "No hagan lío". No alcanzó con palabras. Los trabajadores continuarán probablemente hoy las medidas de protesta en Edenor, Edesur y Edelap. Reclaman el pago de 2000 pesos no remunerativos por empleado que el Gobierno se comprometió a asumir, dada la pésima situación de caja de las distribuidoras. Pero los fondos no aparecen.

"Y... un parito de dos horas vamos a hacer, seguramente mañana [por hoy] a la mañana", dijo Lescano a LA NACION. Horas antes había anticipado en conversación con radio La Red la misma medida, pero más abarcadora e intensa, para la semana próxima. "Estamos a 13 de junio, la gente ya se cansó; vamos a esperar hasta el viernes y si no tenemos novedad, el lunes paramos todo", dijo el sindicalista, que podría volver a reunirse esta tarde con Rial.

El problema es el mismo sobre el que giraron las perturbaciones del sector durante los últimos meses. Las paritarias, las primeras que involucran por a empresas generadoras, distribuidoras y transportistas, están empantanadas. Mientras tanto, por intercesión del Gobierno, ambas partes acordaron que las corporaciones depositaran 2000 pesos no remunerativos por empleado a cuenta de futuros aumentos.

Sin embargo, en la negociación, las compañías habían dejado sentado que, ante la falta de fondos como consecuencia de la pesificación y el retraso tarifario, sólo darían los aumentos salariales si hubiera nuevos ingresos, algo que la Casa Rosada no está dispuesta a otorgar. Sí, en cambio, el Gobierno decidió destinar a tales efectos fondos públicos. Así se pagaron los aumentos de abril: con la cancelación de las deudas que el Estado tenía con las distribuidoras por el suministro de electricidad a las villas de emergencia. Agotadas ya esas acreencias, para las remuneraciones de mayo se pensó en otra alternativa: las deudas con las generadoras de Endesa y Pampa Energía, que pertenecen a los mismos grupos que Edenor y Edesur. Esa es la plata que hasta ayer se demoraba y que reclamaban los empleados.

Dos que dicen que pagarían

Ayer, otras dos empresas del sector le adelantaron a Luz y Fuerza que estaban por o ya habían recibido fondos y podrían empezar a pagar hoy: la generadora Central Puerto, que pertenece al grupo Sadesa, y Transener, cuya propiedad comparten entre Pampa Energía, Electroingeniería y Enarsa.

Pero el resto está en punto muerto. Los inconvenientes parecen estar más bien en la ausencia de un funcionario que opere como nexo entre ambas partes. Es el rol que hasta hace poco cumplía el ministro de Planificación, Julio De Vido. Pero el arquitecto no sólo ha perdido gran parte del poder que tenía dentro de la administración, sino que, ayer, mientras transcurrían las conversaciones, ya había viajado a Nueva York con la presidenta Cristina Kirchner. "Yo estoy seguro de que la plata está", dijo Lescano. Se basa, en rigor, en una promesa que De Vido le hizo cuando despuntaba el conflicto: "Lo vamos a arreglar", le había dicho.

Pero ahora son otros los actores y otros los que verdaderamente deciden. De las reuniones en el Ministerio de Trabajo vienen participando Roberto Baratta, subsecretario de Coordinación y Control de Gestión del Ministerio de Planificación; Augusto Costa, subsecretario de Competitividad y hombre que responde al viceministro de Economía; Axel Kicillof, y la propia Rial.