
"El Bisel es hoy un banco apetecible"
Comienza el proceso de reprivatización, y su presidente considera que ha recuperado patrimonio
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El Banco Bisel sale desde hoy en busca de nuevos dueños. Lejos de la indiferencia que su oferta de venta generaba hace sólo dos o tres años, se prevé que esta vez el proceso licitatorio convoque a varios postulantes.
El banco, que nació de la fusión de varias cooperativas, había sido comprado en 1997 por el grupo francés Crédit Agricole, que en mayo de 2002, en plena crisis financiera y al replantearse su estrategia en la región, decidió dejar el país y abandonó los tres bancos que controlaba (el Bersa y el Suquía, además del Bisel).
La entidad que sale a la venta emplea a 1800 personas y tiene 157 sucursales distribuidas en 7 provincias.
Pero la mitad de su red se concentra en territorio santafecino (35 casas en Rosario y aledaños, y 84 distribuidas por el resto de esa provincia), en tanto que otro 40 por ciento se reparte entre Córdoba (36) y Buenos Aires (28), lo que le da una inserción privilegiada en la principal región agroindustrial del país.
Además, el Bisel cuenta con un crédito blando de Sedesa -un aporte de 66,24 millones de pesos que puede reintegrarse en 15 años y por el que su nuevo dueño pagará apenas una tasa de interés del 3 por ciento anual-, que lo reforzó patrimonialmente, y una perspectiva de negocios que su actual presidente, Guillermo Ferraro (designado por el Banco Nación, que ejerció las veces de administrador, ante la retirada de los franceses), no duda en calificar de muy interesante.
"No tengo dudas de que hoy el banco es mucho más apetecible que hace tres años. Al comenzar este proceso de traspaso a nuevos dueños de los bancos que en la emergencia había pasado a administrar el Nación, era el patito feo del grupo. Hoy diría que es la cenicienta", señala.
-¿Por qué lo califica así?
-Por muchas razones. Por la zona en que está ubicado, por el saneamiento patrimonial que hemos producido y por la cultura de trabajo que se ha regenerado y, por ejemplo, nos permitió romper con la inercia del no pago que el propio banco había ayudado a generar hace unos años, ante su inactividad y la sensación de desprotección y abandono en que había caído tras la abrupta salida del Crédit Agricole.
-¿A qué se refiere, concretamente?
-A lo que se generó entre los clientes, algunos de los cuales intentaban sacar provecho de una entidad que creían que iba a ser liquidada, y el personal, desmotivado por la falta de conducción. Esa cultura quedó reflejada en una cartera de préstamos superior a los 400 millones de pesos, que había sido calificada de irrecuperable y de la que ya recobramos más de 132 millones, mientras seguimos activos en la gestión de recupero. Eso se podría decir que está entre los atractivos no tan visibles del banco.
-¿De cuánto es hoy esa cartera de créditos?
-La cartera de créditos hundida ronda los 250 millones de pesos, que está produciendo recuperos del orden de los 30 a 40 millones de pesos al año, un monto que al recuperarse ingresa al balance como utilidades y le permite cubrir largamente el remanente total previsto por la amortización de amparos judiciales (herencia del corralito), que se ubica en torno de los 70 millones de pesos. Así calzamos esos ingresos con ese flujo previsto de egresos.
-Parecen todos beneficios. Debe haber alguno que no lo es...
-En todo caso, se puede mencionar que quien lo tome estará obligado a reconocer en el acto una pérdida de 27 millones de pesos, por la norma del Banco Central que obliga a considerar a su valor de mercado títulos que el banco tienen en su cartera. El resto del sistema tiene tiempo hasta 2008, mientras que quien compre el Bisel deberá sincerarlo ahora, lo que me parece bien.
-¿Cómo definiría al nuevo Bisel?
-Como un banco vinculado a los grandes centros urbanos del interior del país, con buena inserción en el mercado minorista y entre segmentos de buen poder adquisitivo; con una cartera activa de 280.000 clientes y una más que interesante cartera corporativa. Varias de las más importantes empresas agroexportadoras operan hoy con el banco.
-¿Cuáles son las fortalezas actuales del banco?
-Desde lo patrimonial, tiene exceso en la integración de capitales, situación en la que quedó tras el saneamiento y el apoyo de Sedesa. Desde lo operativo, la fortaleza que muestran sus números y las perspectivas de sus negocios.
-¿Por ejemplo?
-Hoy el banco gana a razón de 700.000 pesos al mes y cubre el 50 por ciento de sus gastos con los ingresos por comisiones, pese a que es uno de los más baratos de todo el país en este concepto. Pero, además, logró enfocarse en negocios de mucho potencial, como el financiamiento a la compra de equipos y maquinarias para el sector agropecuario, lo que nos permitió hasta hacer un fideicomiso con las prendas sobre esas maquinarias por 56 millones de pesos en 2004. Pero lo más importante, creo, es que logramos que el personal recupere su autoestima.
-¿Por qué lo dice?
-Mire, en la última parte de 2005 relanzamos la tarjeta de crédito Azul, con Mastercard, triplicamos la meta de colocación de nuevos plásticos programada y duplicamos el nivel de consumos por el empeño que puso el personal. Ahora tenemos una cartera de 110.000 plásticos, que representan el 31 por ciento del mercado de tarjetas en la provincia de Santa Fe, donde pasamos a ser el primer emisor de Mastercard. Además, somos el tercer emisor en Misiones. Así pasamos de trabajar en un banco cuya viabilidad estaba en duda a otro que genera utilidades y gana mercados.
Pliegos en venta
- Desde hoy se podrán adquirir los pliegos que establecen las condiciones de venta del Nuevo Banco Bisel, que dan prioridad a su capitalización y la estabilidad, por lo menos de un año, de la plantilla laboral. La apertura de los sobres con las propuestas está prevista para el 28 del actual, y el 4 de abril se conocería su nuevo dueño si no se pide mejora de ofertas. Entre los interesados están los bancos Patagonia, Macro-Bansud e Hipotecario, y el Grupo Eskenasi.





