Finalmente, Bradesco, el mayor banco privado de Brasil, oficializó ayer su radicación en la Argentina para iniciar sus actividades en el segmento mayorista con el objetivo de expandir su operatoria en el Mercosur. Se trata de la sexta entidad financiera que recibió autorización para operar en la Argentina en los últimos cuatro meses.
"Iniciamos nuestra operatoria como banca mayorista y sólo luego de conocer el mercado argentino pensaremos en expandirnos", aclaró ayer el vicepresidente del Consejo de Administración de la entidad, Antonio Bornia.
Bradesco Argentina, que comienza a funcionar con un capital social de 30 millones de pesos, tendrá sus cuarteles centrales en pleno corazón de la City porteña. La institución, que desde hace tres años amenazaba con venir a operar en Buenos Aires, buscará aprovechar el creciente intercambio comercial entre la Argentina y Brasil y, en una primera etapa, se especializará en la financiación de operaciones de comercio exterior.
Su plataforma inicial de negocios serán las empresas de ambos países que ya utilizan sus servicios en Brasil, según se explicó. Bornia negó a La Nación que el objetivo final del establecimiento del banco en el país esté relacionado con la financiación a empresas locales que opten por radicarse en el vecino país. "Eso es mentira", enfatizó el ejecutivo al rechazar de plano el rumor.
Un mercado importante
"No hay segundas intenciones. Nuestra apuesta es simple: somos líderes en la financiación de las exportaciones brasileñas, y la Argentina es para nosotros un mercado cada vez más importante. Por eso nos instalamos", insistió.
Fundado en 1943, Bradesco tiene una posición de liderazgo en el mercado financiero brasileño. En sus 2500 sucursales administra 8,7 millones de cuentas corrientes; 23,8 millones de tarjetas de crédito y de débito, y atiende diariamente a unos 4,2 millones de clientes.
Paralelamente, incursionó en la banca on line, donde ya cuenta con un millón de clientes, realiza un promedio de 5,6 millones de transacciones mensuales y en marzo último alcanzó un monto de operaciones de 100,9 millones de dólares.
La entidad ya había puesto un pie en el mercado argentino en 1994, cuando, a través de una subsidiaria (Bradesco Argentina de Seguros), se alzó con el control de la aseguradora Rosario, hasta entonces propiedad del grupo Roberts.
