
El especialista en telecomunicaciones Henoch Aguiar dice que el país debe ingresar en la era digital
La Argentina exporta US$ 300 millones por año en servicios de software, muy por debajo de otros países
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La Argentina exporta 300 millones de dólares anuales de software, hardware y servicios informáticos; Uruguay, un país mucho más pequeño y con menos población, vende este tipo de servicios por 100 millones; Irlanda supera los 15.000 millones y planea alcanzar unos 20.000 millones de dólares para 2010.
"Nos falta meternos de lleno en la era digital, en la sociedad del conocimiento", dice Henoch Aguiar, un reconocido especialista en telecomunicaciones.
Aguiar, abogado graduado en Francia, profesor universitario, asesor de importantes empresas del sector y ex secretario de Comunicaciones entre 1999 y 2001, es autor de el libro El futuro no espera , título que publicó la semana última la editorial especializada en comunicaciones La Crujía.
"Luego de la era agrícola y de la era industrial, el mundo vive la era digital. Tenemos que aprovechar esa oportunidad para duplicar, en muy poco tiempo, la tasa de crecimiento que tenemos. Para eso, hay que tomar ciertas decisiones como desgravaciones impositivas para las empresas del sector", afirma el ex secretario de Comunicaciones.
-¿Cuáles son los pilares de la era digital?
-Son seis: educar; utilizar la informática y las telecomunicaciones para disminuir la exclusión social; impulsar esas áreas como sectores prioritarios de la economía, modernizar la legislación, dar transparencia a la política con el gobierno electrónico y desarrollar intensivamente las comunicaciones.
-¿En qué áreas considera que estamos mejor ubicados en la Argentina?
-No nos falta capacidad.
Nuestro país tiene el 14 por ciento de los estudiantes universitarios de América latina, la tasa más alta de la región. Por cierto, ya no alcanza con hablar de la conectividad, que fue el tema de los años noventa, sino que debemos imaginar cuáles serán los requerimientos que se producirán en veinte años.
Algunas escuelas de los Estados Unidos, Canadá y Francia entrenan a sus alumnos haciéndolos trabajar en equipos en redes, a distancia, para resolver problemas.
-El Gobierno puso como objetivo invertir el seis por ciento del producto bruto interno (PBI) en educación...
-Por suerte hay algunas señales positivas. Por ejemplo, el nombramiento de Lino Barañao como ministro de Ciencia y Tecnología, un hombre que entiende esta problemática, y la inclusión del tema en el discurso de Cristina Kirchner. Pero hay que desarrollar una política. Mientras la Argentina invertirá el 6 por ciento del PBI en toda su educación, China anunció que invertirá el 5 por ciento del PBI tan sólo en educación universitaria. Lo que buscan los chinos es dar un salto cualitativo.
-¿Cuál cree que son los puntos débiles?
-El país tiene que incentivar el uso de la informática en todos los sectores de la economía; por ejemplo, en las pymes.
Si eso se logra, se puede duplicar la tasa de crecimiento y lograr lo que ningún país logró con el modelo desarrollo industrial. La era digital da una oportunidad mayor que la industrial.
-¿Brinda más posibilidades?
-Ahora es necesario menos inversión. Por cada puesto de trabajo industrial la economía necesita una inversión de 250.000 dólares, mientras que un nuevo puesto de trabajo en áreas de la sociedad digital necesita una inversión mucho menor, de uno 90.000 dólares.
Es decir, que para generar un millón de puestos de trabajo se necesitan 5000 millones de dólares, una suma que no es exorbitante para países con el nivel de reservas del nuestro y que contrasta con cifras muchísimo más elevadas que se necesitan para crear puestos industriales.
Por eso, los países en vías de desarrollo nunca pudieron generar un crecimiento industrial sostenido, mientras que aparecieron países como Irlanda, Singapur e India que adscriben al nuevo modelo.
Reforma normativa
-¿Cuáles son los incentivos más atractivos para las empresas del sector?
-El incentivo no es el de los bajos salarios, sino poder encontrar recursos humanos capacitados, que en la Argentina los hay, y desgravación impositiva. Ya lo están haciendo Uruguay, India, Costa Rica, Singapore, Israel -el único impuesto que les cobra es el IVA- e Irlanda, que sólo les cobra un impuesto a las sociedades del 12 por ciento, que es obligatorio en la Unión Europea.
Así, por ejemplo, en Irlanda, la tasa de desempleo cayó del 15 por ciento al 4 por ciento y tiene uno de los mayores ingresos per cápita de la Unión Europea.
En la Argentina, la provincia de Córdoba ya hizo algo de esto y concentra el 40 por ciento de todos los puestos de trabajo de todo el país en empresas informáticas.
-¿Considera que es necesario que se actualice la legislación?
-Sí; en 2001 se aprobó la ley de firma digital y tan sólo se la terminó de reglamentar en 2007. Chile, en mucho menos tiempo, sancionó una ley que la reformó.
El ex ministro de Economía Domingo Cavallo quería banelquizar a todos los ciudadanos, pero ahora hay más celulares que tarjetas de débito y en algunos países ya se pueden hacer transacciones bancarias por celular. La seguridad de las transacciones, la responsabilidad, el teletrabajo, la defensa de los intereses gremiales de quienes lo ejercen; en fin, hay muchos problemas que esperan ser regulados.






