La “engañosa” frase de Cristina Kirchner sobre los salarios durante su presidencia
La vicepresidenta volvió a señalar que en 2015 el ingreso mínimo vital y móvil en el país era “el más alto de toda América Latina” en dólares; también dijo que había reservas para levantar el cepo y que no había endeudamiento; qué dicen los economistas
La vicepresidenta Cristina Kirchner cerró ayer el III Foro Mundial por los Derechos Humanos y volvió a resaltar ciertas variables con las que habría finalizado su segunda presidencia. Usando frases atribuidas al exministro de Economía, Nicolas Dujovne, al expresidente, Mauricio Macri, y al economista referente del radicalismo Eduardo Levy Yeyati, afirmó que, en 2015, los sueldos no estaban desfasados en términos reales, sino que eran los más altos de América Latina en dólares, que había suficientes reservas para levantar el cepo y que no había endeudamiento.
A mediados del último año de Cristina Kirchner en la presidencia, el salario mínimo, vital y móvil era de 5588 pesos, lo que -al tipo de cambio oficial- llegaba a unos 589 dólares. No obstante, todavía regía el cepo cambiario en la Argentina.
Según un relevamiento de la Universidad Nacional de Avellaneda de ese año, la Argentina encabezaba el podio de los salarios mínimos en dólares en países latinoamericanos, sólo seguido de cerca por Costa Rica. Brasil, por su parte, se posicionaba con una cifra menor a la mitad que en ese entonces tenía el país.
En términos generales, el salario mínimo establece el piso legal que un empleador está habilitado a pagar. Si bien en 2015 la Argentina se ubicaba en la cúpula del ranking latinoamericano, un informe de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) reveló que la informalidad afectaba -en aquel entonces- a un 37% de los asalariados.
Asimismo, el acceso a la moneda extranjera estaba restringido o, en caso de ser objeto de consumo con tarjeta crédito o débito, le correspondía un extra de 35%. Asimismo, la compra de dólares para el ahorro estaba limitada sólo para quienes tuvieran un sueldo de más de dos salarios mínimos: en ese caso, se podía acceder a la compra de hasta el 20% del salario, con un tope mensual de US$2000. ¿Y los billetes? Sólo se podían retirar con un pago de 20% de retención impositiva.
“Hay que trata de entender cómo funciona la realidad, porque si yo digo que el salario es el más alto y lo pongo al dólar oficial, pero la gente no lo podía comprar, ya estamos hablando de otro tipo de cambio”, explicó un economista.
Al ser consultado por la frase de la expresidenta en particular, el especialista analizó el contexto socio-económico de ese momento. “Es engañoso [lo dicho por Cristina Kirchner], porque era un dólar exclusivo para el exportador. Era la peor combinación: para el trabajador, el salario era bajo en dólares y para el productor el salario era alto en dólares; lo que uno quiere es que el salario sea alto para el trabajador y bajo para el exportador”, observó.
En este sentido, el economista tomó en cuenta también el factor inflacionario, que ese año escaló un 25,4% anual en la Argentina. “Con la inflación se tiene que corregir el salario todo el tiempo y hace que sea mucho más difícil de medir”, dijo, y remarcó: “Y lo más dañino de la inflación es que la gente no puede manejar su presupuesto, sobre todo los de bajos ingresos”.
Otro factor es que, como el valor del salario mínimo, vital y móvil es fijado por ley, también puede ser engañoso. “La medida del salario mínimo es una mala medida para los salarios, porque está fijado por ley”, sostuvo, agregó, que si se pone un salario muy alto, como contrapartida probablemente haya un achatamiento de la pirámide salarial en el sector privado y mucho empleo informal.
En síntesis, el economista resumió: “Es una medida engañosa porque toma un dólar que no es el que puede comprar el asalariado y porque, como está fijado por ley -es decir, no lo fija el mercado- se puedo forzar un salario mínimo alto contra un aumento economía informal. Todo depende de cuánto tiempo el mercado estime se sostendrá así; al otro año, se fue todo al demonio, y no fue por lo que hizo Macri, fue porque era insostenible”.
Reservas y deuda
En cuanto a las reservas internacionales, cuando Kirchner terminó su segundo gobierno las brutas ascendían a US$24.000 millones, pero las netas eran casi nulas, según un informe de la consultora PxQ dirigida por Emmanuel Álvarez Agis, secretario de Política Económica durante el gobierno de Cristina.
Por último, en 2015 la deuda bruta representaba el 52,6% del PBI, un número que si bien es inferior que el que se registró al final del mandato de Macri (88,8%), lejos está de tratarse del registro más bajo de la historia: previo a la última dictadura militar, los niveles de deuda en relación al PBI eran inferiores al 20%. Incluso la gestión de Carlos Menem, debido a la convertibilidad, logró ratios de deuda por debajo del 40%.
Más leídas de Economía
Asistencia previsional. Qué jubilados cobrarán el bono de $70.000 en abril 2024
“Un antes y un después”. Las empresas anticipan sus planes frente al inesperado ataque de la chicharrita
Nuevos montos. Cuánto se cobra este mes por un ingreso clave para los trabajadores y qué cambia a partir del DNU sobre jubilaciones