Garajes. La esperanza de uno de los negocios más golpeados por la cuarentena
Desde que arrancó la cuarentena estricta disminuyó la circulación de autos en el Área Metropolitana de Buenos Aires (AMBA). De los 1,2 millones de vehículos que circulaban habitualmente ahora solo hay un 42% en movimiento. En cada fase de la cuarentena el número de autos fue mutando, pero siempre fue menor al que suele haber.
Hace 13 días, vuelta la fase 1, que el número de autos en circulación disminuyó en comparación con las últimas semanas de junio. Pese a eso, en la semana 16 de cuarentena con los 504.000 vehículos que logran moverse la presencia de autos en los estacionamientos sigue siendo escasa.
Dueños y empleados confirmaron que, desde el 20 de marzo, la actividad en los estacionamientos bajó en un 80%. Las medidas estrictas de la cuarentena obligatoria, los nuevos protocolos y el libre estacionamiento en calles y avenidas hicieron que el trabajo e ingresos de los garajes se vieran afectados por la falta de circulación de personas.
"Antes venían 30 autos por día y ahora casi ni entran", contó Héctor Cruz, playero del Garage Antártida en Caballito. Las ganancias de los garajes dependen del ingreso de los autos que pagan por hora. Con este contexto deben pagar sueldos y otros gastos solo con la renta de los alquileres mensuales, que suelen ser un número más reducido.
"No tenemos habilitado el ingreso de autos; solo permitimos entrar a los que alquilan por mes", dijo Pablo Acevedo, encargado del Garage El Socorro. Él aseguró que de sus ingresos, un 70% son de las estadías por hora y un 30% de las mensuales. "Tenemos distintas prioridades a la hora de cubrir los gastos, pero se nos está complicando -explicó-. Nuestro trabajo hoy no se puede comparar con lo que era antes".
En diálogo con LA NACION Nicolás Rivara, encargado de la administración del Estacionamiento El Garage, contó cómo pasaron de ganar $40.000 a $3000 por hora del día. La situación es la misma en todos los casos, ya que dependen en gran parte de los clientes que dejan el auto por poco tiempo.
Gustavo Parraga, playero de Vicente López Valet Parking, explicó cómo ellos cuentan con las estadías de autos de empleados de un Consulado, del Colegio de Escribanos, bancos y comercios de alrededor. "Todo ese movimiento no existe más, no están los autos de los que trabajan ni de los que vienen a realizar trámites", agregó.
También, desde que está permitido estacionar en lugares antes prohibidos mucha gente retiró sus autos de los garajes y comenzó a dejarlos en la calle. "La mitad de las personas que alquilaban una cochera mensualmente se fueron, es mucho mejor para ellos dejarlo afuera", aseguró Cruz. Rivara también contó cómo ellos se vieron perjudicados porque se encuentran cerca de una avenida en la que ahora sí se puede estacionar.
Néstor Delesano, encargado del Garage Freire en Belgrano, confirmó que el movimiento de autos mermó desde que arrancó la pandemia de Covid-19. "Vemos que solo salen los trabajadores esenciales, los demás ni sacan su auto", finalizó.
Nuevas medidas
Las medidas de protección dentro de los estacionamientos no se alejan de los cuidados que hay en los comercios y hogares de los argentinos. Los tapabocas, guantes y máscaras son ahora herramientas de trabajo. Los clientes no pueden abonar dentro de las oficinas, las horas de los empleados se redujeron y, en muchos casos, el número de operarios también disminuyó. Muchas personas dejaron de trabajar porque no tenían como trasladarse o porque son personas de riesgo.
"Yo vengo día por medio y en mi turno estoy solo", aclaró Parraga. Antes de la cuarentena el garaje operaba las 24 horas del día y por turno siempre había dos o tres operarios. Ahora solo está abierto desde las siete de la mañana hasta las nueve de la noche y trabajan tres empleados por día cubriendo los turnos.
"Como hay pocos autos hacemos que los clientes estacionen, así no nos tenemos que subir nosotros", explicó Delesano como cambiaron los manejos del día a día.
El futuro
Desde la Ciudad afirmaron que en la pospandemia se va a volver al ritmo habitual de funcionamiento, pero va a cambiar el modo de traslado de las personas. "La gente tiene miedo y va a cuidar más sus cosas. Van a ser más precavidos", dijo Bogado.
En diálogo con LA NACION, voceros de la Secretaría de Transporte de la Ciudad anticiparon que esperan que la sociedad se vuelque a medios de transporte como el auto particular, bicicletas y los monopatines eléctricos. "Seguro que a partir de estas modificaciones la demanda de los garajes comience a aumentar a medida que se autoricen las distintas actividades. No sólo por el aumento en la cantidad de autos sino también por la mayor presencia de bicicletas y monopatines", comentaron.
Igual así, el panorama para los garajes es incierto y agobiante. Solo les queda esperar a que la cuarentena se flexibilice. "Uno nunca sabe que va a pasar, ojalá que haya más circulación así tenemos trabajo", finalizó Acevedo.