Paul Volcker: "La alta inflación es un pecado moral y económico"
NUEVA YORK. - Conocer a Paul Volcker causa impacto. Su altura de 2,08 metros, su mirada celeste, sagaz y afectuosa, su actitud sencilla, sumada a la lucidez de su conversación, cautiva. En su rol de presidente de la Reserva Federal de los Estados Unidos derrotó a la inflación trayendo veinte años de prosperidad, crecimiento y bonanza al pueblo estadounidense. Paul, es, aun hoy, el economista ícono de la política económico-financiera de los Estados Unidos.
En 2011, durante la administración Barack Obama, fue nombrado jefe del gabinete de asesores económicos. La última visita a la Argentina fue como invitado por el Banco Central en tiempos de Martín Redrado para debatir sobre la autonomía de la entidad. También viajó a Río Negro para pescar truchas, ya que es campeón y amante del "fly fishing". Esta actividad le permite poner su mente en ‘pausa’ y disfrutar de un paisaje al que califica de "soberbio " .
Fue artífice de dos de los acontecimientos trascendentales de la economía norteamericana de la segunda mitad del siglo XX. El abandono de la convertibilidad del patrón oro (dólar en los ‘70) y el éxito de su rigurosa política antiinflacionaria. Entre 1979 y 1987 Volcker fue nombrado por Jimmy Carter, presidente de la Reserva Federal de los EEUU y reconfirmado por Ronald Reagan en 1983. La imposición por Volcker de una política antiinflacionaria restrictiva fue impopular en su inicio, pero exitosa en su objetivo. En 1983 la inflación cayó de 14,3% a menos del 3%
Su "Volckers Rule" restringió las atribuciones de la Banca para proteger a los inversores. Aun hoy ocupa innumerables posiciones en los boards de bancos estadounidenses públicos y privados, de compañías norteamericanas e internacionales y en universidades de economía. Sus políticas económicas trascendieron en la economía global e impactaron al mundo. Mientras prepara sus memorias, dialogó con LA NACION.
-¿Considera usted que la alta inflación es un pecado económico?
-Sí eso creo. En mi opinión es un pecado moral y económico.
-¿Lograr una baja inflación significa el comienzo de la prosperidad económica?
-Creo que para lograr prosperidad económica debemos lidiar con la inflación primero, y nunca es indoloro. Por eso es que no se debería convivir con la inflación en primer lugar. La Argentina tiene una larga historia de gestiones equivocadas y es frustrante que habiendo tomado en el pasado algunas fuertes medidas en la dirección correcta, estas fueron siempre por cortos periodos de tiempo, trayendo imprevisibilidad a la economía.
-Al comienzo del proceso: ¿la recesión y el desempleo son inevitables?
-Bueno no sé si inevitables pero cuanto más pronto lo afrontemos mejor es. A mayor inflación, mayores complicaciones. Para achicar el déficit se debe achicar la sobredimensión del Estado, gastar menos de lo que se produce y convencer progresivamente a los ciudadanos que el precio de obtener bienestar económico vale la pena, trae estabilidad y progreso.
-¿Cuánto tiempo lleva que la economía comience a crecer y los ciudadanos se beneficien?
-Espero que sea pronto y sea exitosa, pero deben tomarse las medidas correctas y durante el proceso la gente debe reconocer que la austeridad y el trabajo duro redundaran en su beneficio en un futuro cercano. La Argentina tiene todo para ser un país exitoso. Con la excepción de Brasil, potencialmente Argentina no puede compararse con otros países latinoamericanos, ni en dimensión ni en riqueza. Pero ningún país puede vivir en el pasado. Tiene que construir su futuro de prosperidad en el presente.
- Usted tiene la experiencia de haber logrado bajar la inflación en los Estados Unidos. ¿Cuánto tiempo llevo el proceso?
-Recuerdo que a finales de los 70 e inicio de los 80 llevo alrededor de tres años restaurar la economía y lograr la la confianza y la comprensión publica por las medidas tomadas. Así obtuvimos 20 años de estabilidad económica y crecimiento sostenido.
-¿Qué tan importante es la participación ciudadana para controlar la inflación?, ¿Pueden las expectativas inflacionarias realimentar el circulo vicioso?
-Veo esas dificultades en Argentina. Desde la distancia percibo cuan a menudo retroalimentan ese círculo. Así la gente se vuelve cínica, no les cree a sus administradores y tienen que recomenzar nuevamente y perseverar esperando que esta actitud cambie.
-¿Qué lugar tiene la corrupción ?
-Es un dilema mundial, pero los altos niveles de corrupción en America Latina en general , siempre me llevaron a preguntarme cuan relacionadas están la cultura con la corrupción y la pobre legislación sobre el tema al fracaso económico y la pobreza.
-Usted ha trabajado para el Estado y para los intereses privados. ¿Considera que las regulaciones son decisivas para controlar los excesos?
-No, si usted debe apelar a las regulaciones ya es demasiado tarde. Debe aplicar las medidas generales que propone y mantenerlas.
-¿Cree usted que la renovada relación entre Argentina y el FMI son una decisión correcta?
-Bueno, creo que es una oportunidad. Pero las dos partes deben ayudar. El respaldo del FMI no solo ayudara financieramente sino luego de la crisis puede restaurar la confianza internacional en el país y traer inversiones productivas. La ayuda debe estar respaldada por políticas adecuadas sostenidas en el tiempo. Eso traerá estabilidad y el crecimiento.
-¿Deberían las regulaciones bancarias ser internacionales?
-Hasta cierto punto sí, porque hay una gran cantidad dinero fluyendo sin control por todas partes del mundo.
-Una vida tan fructífera como la suya ¿le ha dejado un sabor a satisfacción?
-Tuve muchas satisfacciones y frustraciones también. La Argentina es una de mis frustraciones (se ríe complice) y la Argentina puede hacerlo tanto mejor, tiene a su gente y la oportunidad.
Ewa Dominika